Italia prepara un ajuste del gasto ante el desbocado d¨¦ficit p¨²blico
El agujero presupuestario se elevar¨¢ al 4,6% del PIB este a?o
Las cuentas italianas est¨¢n peor de lo que se pensaba. El ministro de Econom¨ªa, Tommaso Padoa-Schioppa, anunci¨® ayer que el d¨¦ficit presupuestario rondaba el 4,1% del producto interior bruto (PIB), tres d¨¦cimas por encima del 3,8% previsto por el anterior Gobierno de Silvio Berlusconi. Y eso no era todo: con el actual presupuesto, tambi¨¦n heredado, 2006 podr¨ªa cerrarse con un d¨¦ficit superior al 4,6%.
Padoa-Schioppa inform¨® ayer de la situaci¨®n a la Comisi¨®n Europea, mientras Romano Prodi estudiaba c¨®mo explicar al pa¨ªs la necesidad de apretarse el cintur¨®n. El ministro emiti¨® un comunicado en el que afirmaba que un presupuesto bis era "inevitable" y en el que se compromet¨ªa a "corregir los desequilibrios" y a reconducir el d¨¦ficit y la deuda nacional "a los par¨¢metros europeos" contenidos en el Pacto de Estabilidad.
Las finanzas p¨²blicas fueron chequeadas durante dos semanas por una comisi¨®n de expertos. Padoa-Schioppa viaj¨® a Bruselas para entregar al comisario de Asuntos Financieros, Joaqu¨ªn Almunia, las cifras actualizadas, y para anunciarle que en las pr¨®ximas semanas el Gobierno de centro-izquierda presentar¨ªa al Parlamento una ley de correcci¨®n al presupuesto con recortes adicionales en el gasto y con nuevas partidas de ingresos. "Acogemos favorablemente el compromiso del nuevo gobierno de actuar con decisi¨®n", declar¨® Almunia.
El problema consist¨ªa en que la anterior Administraci¨®n italiana ya hab¨ªa reba?ado al m¨¢ximo el dinero disponible, e incluso hab¨ªa dejado sin cobertura grandes partidas presupuestarias, como la necesaria para refinanciar Ferrovie, la empresa p¨²blica de ferrocarriles. Otro problema, no t¨¦cnico sino pol¨ªtico, radicaba en la oposici¨®n del flanco izquierdo del Gobierno de Prodi a cargar el en¨¦simo ajuste sobre asalariados y pensionistas, las v¨ªctimas m¨¢s f¨¢ciles para Hacienda. "No debemos transformar el rigor en l¨¢grimas, y si alguien tiene que llorar, que sea quien no lo ha hecho nunca", declar¨® Paolo Cento, subsecretario de Econom¨ªa y miembro de Los Verdes. Franco Giordano, secretario general de Refundaci¨®n Comunista, afirm¨® por su parte que conven¨ªa subir los impuestos a las rentas m¨¢s altas y "aplicar de forma inmediata una pol¨ªtica fiscal redistributiva".
Menos coches oficiales
Prodi se encontraba entre dos fuegos. Las agencias de calificaci¨®n de la deuda y el Fondo Monetario Internacional le exig¨ªan liberalizaciones y recorte de gastos, y consideraban (como el propio Prodi) que un aumento apreciable de los impuestos yugular¨ªa la incipiente recuperaci¨®n econ¨®mica. Bastantes de sus aliados, en cambio, no quer¨ªan ni o¨ªr hablar de recortes en el gasto social y propugnaban m¨¢s impuestos. El presidente del Gobierno estudiaba la posibilidad de aparecer en televisi¨®n para explicar a los italianos que la situaci¨®n era grave y requer¨ªa sacrificios.
Il Professore reuni¨® el lunes a sus ministros y les exigi¨® un recorte del 10% en los gastos internos de sus departamentos, para iniciar el ajuste en casa. Tambi¨¦n indic¨® que la partida de autom¨®viles oficiales podr¨ªa ofrecer un buen margen de ahorro. Italia rebosa de coches oficiales: s¨®lo el parque m¨®vil ministerial asciende a 43.000 unidades, y el conjunto de las administraciones sufraga un total de 150.000 veh¨ªculos, provistos de conductor y, en la mayor¨ªa de los casos, de escolta.
La locomoci¨®n de la clase pol¨ªtica cuesta 10.500 millones de euros al a?o. Sobre el papel, se trata de una partida muy apetitosa para la tijera de Padoa-Schioppa. En la pr¨¢ctica, Prodi topar¨¢ con las mismas dificultades que frenaron a sus antecesores: el riesgo de perder el coche oficial, s¨ªmbolo supremo del estatus, provoca sublevaciones en la Administraci¨®n.
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