De la unanimidad en el apoyo al Gobierno al enfrentamiento total

El diario de sesiones del Congreso es la prueba m¨¢s evidente de los cambios de posici¨®n de los partidos. Tambi¨¦n con respecto a las treguas de ETA. El 7 de octubre de 1998, tres semanas despu¨¦s de que la banda anunciara el anterior alto el fuego, y a pesar de la negativa del PP a llevar el asunto al Congreso, Izquierda Unida forz¨® el debate de una interpelaci¨®n urgente sobre la pol¨ªtica penitenciaria. S¨®lo unos d¨ªas antes, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar hab¨ªa hablado en La Moncloa para "agradecer a todas las fuerzas pol¨ªticas su disposici¨®n al di¨¢logo", despu¨¦s de que todos los partidos mostraran su apoyo al Ejecutivo en los pasos a dar para lograr que la tregua fuera definitiva. El presidente tambi¨¦n hab¨ªa anunciado "una nueva orientaci¨®n de la pol¨ªtica penitenciaria consensuada, flexible y din¨¢mica que acompa?e los avances que se vayan produciendo en el aseguramiento de la paz".

Rosa Aguilar, portavoz de Izquierda Unida en el Congreso (hoy alcaldesa de C¨®rdoba), abri¨® el debate: "Valoramos lo que significa para el presidente del Gobierno pasar del escepticismo de la tregua trampa a plantear el cambio de la pol¨ªtica penitenciaria".

Le respondi¨® el portavoz del Ejecutivo y ministro de Industria, Josep Piqu¨¦. Sus palabras se parecen mucho a las de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero en las ¨²ltimas semanas. El PP entonces s¨ª hablaba de "proceso de paz", t¨¦rmino del que hoy abomina. "Hay una gran coincidencia de fondo respecto a dar cumplimiento efectivo a la gran ansia de paz que tiene nuestro pueblo", explic¨® Piqu¨¦. "Estamos hablando de un camino largo, dif¨ªcil", "estamos ante una oportunidad hist¨®rica", "Nada me alegrar¨ªa m¨¢s que esto pudiera ser el punto de partida para iniciar un aut¨¦ntico proceso de paz", fueron otras de sus expresiones.

Piqu¨¦ tambi¨¦n utiliz¨® un t¨¦rmino repetido por Zapatero: generosidad. "Claro que estamos dispuestos a utilizar la generosidad, es imprescindible que actuemos con altura de miras, pero con unos l¨ªmites: que sea algo que acompa?e al proceso de paz". Juan Alberto Belloch, portavoz del PSOE, se?al¨®: "Hemos garantizado al Gobierno nuestra lealtad para que el orden constitucional se preserve". Curiosamente, fue Belloch quien dijo: "No me gusta la palabra paz, porque aqu¨ª no hay guerra". Pero Ignacio Gil L¨¢zaro, del PP, corrigi¨®: "Todos vamos a contribuir, con responsabilidad y generosidad, a ese proceso de paz".

El ambiente pol¨ªtico de consenso que se instal¨® esos d¨ªas en el Parlamento permiti¨® que pocas semanas despu¨¦s, el 10 de noviembre, se aprobara por unanimidad y sin debate la resoluci¨®n de IU sobre la necesidad de esa nueva orientaci¨®n de pol¨ªtica penitenciaria. El Ejecutivo traslad¨® hasta 143 presos de c¨¢rcel, y Aznar autoriz¨® el 19 de diciembre un di¨¢logo con todos los partidos, incluida Batasuna, entonces EH.

Siete meses despu¨¦s, el 26 de mayo, Piqu¨¦ defend¨ªa de nuevo el acercamiento de presos, aunque con cautelas, e iba m¨¢s all¨¢: "Est¨¢n en estudio otras medidas, como la regularizaci¨®n de la situaci¨®n de personas que abandonaron Espa?a por su pasada vinculaci¨®n con ETA. M¨¢s de 300". Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega no ten¨ªa dudas: "Por parte del Grupo Socialista, tiene nuestra lealtad en la pol¨ªtica antiterrorista".