"Me tuve que lavar yo la camiseta"

De padre franc¨¦s y madre espa?ola, Just Fontaine (Marraquesh, 1933) comenta risue?o que, m¨¢s all¨¢ de los goles, lo realmente dif¨ªcil es que alguien iguale su r¨¦cord como seleccionador de Francia. "?Aguant¨¦ dos partidos!", se desternilla por tel¨¦fono, desde su domicilio en Toulouse. La haza?a del marroqu¨ª -por entonces Par¨ªs y Madrid se repart¨ªan el reino magreb¨ª- data de 1958, cuando les bleus sorprendieron en Suecia. Les par¨® el Brasil de Pel¨¦.

Pregunta. Pasa el tiempo y su r¨¦cord de 13 goles en seis partidos sigue intacto.

Respuesta. Quiz¨¢s porque ahora, cuando juegan Ronaldo, Eto'o o Ronaldinho, los defensores los conocen al dedillo. Su estilo, c¨®mo van con la derecha, si son buenos de cabeza... Y la presi¨®n... En mi ¨¦poca no exist¨ªa el zapato de oro ni todo eso. Por ejemplo, en el ¨²ltimo partido, contra Alemania, ten¨ªa ya 10 goles y lleg¨® un penalti. Nadie me dijo que lo tirara, ni yo pens¨¦ en hacerlo.

"Era completo. Ten¨ªa el f¨ªsico de Gerd M¨¹ller, aunque quiz¨¢s yo era m¨¢s r¨¢pido"

"En mi ¨¦poca el n¨²mero de goles no era importante, eso se dejaba para el equipo"

P. Durante los siete meses anteriores al campeonato, Francia no hab¨ªa ganado ning¨²n partido.

R. Hab¨ªa problemas, porque Kopa no jugaba. El Madrid no le dejaba jugar los amistosos. Pero llegamos a Suecia un mes y cinco semanas antes del inicio del Mundial. Tuvimos una preparaci¨®n buena, mitad descanso mitad trabajo, y cuando vino el primer partido contra Paraguay ganamos 7-3. Fue el descubrimiento de un buen equipo.

P. Hubo quienes comentaron con iron¨ªa que eran los primeros en llegar y que ser¨ªan los primeros en marcharse.

R. ?Hasta la federaci¨®n lo pensaba! S¨®lo nos dieron tres camisetas, para los partidos contra Paraguay, Escocia y Yugoslavia. Tuvimos que lavarlas.

P. ?Qu¨¦ pensaba cuando iba marcando tantos goles?

R. En mi ¨¦poca no era importante. Un peri¨®dico sueco me regal¨® un fusil con el grabado Just Fontaine 13 goles, pero la FIFA no quer¨ªa que fuera un acto oficial. Estuvieron presentes 20 personas, la delegaci¨®n francesa y el director del diario. Nadie m¨¢s.

P. Durante un entrenamiento se rompi¨® los tacos de una bota.

R. Entonces no hab¨ªa marcas que te dieran zapatillas, camisetas y todo eso. Mi suplente, St¨¦phane Bruey, ten¨ªa el mismo n¨²mero de calzado, el 41, as¨ª que me las dio. Despu¨¦s se las devolv¨ª. ?D¨®nde andar¨¢n ahora?

P. Luego perdieron con Yugoslavia (3-2), pero batieron a los escoceses (2-1). Y les bleus, en los que nadie confiaba, en cuartos.

R. Donde ganamos 4-0 a Irlanda del Norte. Hab¨ªan jugado un partido m¨¢s, un playoff con Checoslovaquia, y nos llegaron muy cansados. En el primer tiempo andaban m¨¢s frescos. Luego estaban muertos.

P. ?Impresiona una semifinal con Brasil?

R. La jugamos con 10 hombres por la lesi¨®n del central, Jonquet. Se rompi¨® el peron¨¦, y en esta ¨¦poca no hab¨ªa cambios. Era dif¨ªcil 11 contra 11, pero con 10 solamente... Si hubi¨¦ramos jugado con 1,1 Brasil habr¨ªa ganado no 5-2; quiz¨¢s 4-3.

P. Se vengaron con la RFA en la lucha por el tercer puesto.

R. Marcamos los primeros, y los tudescos atacaban y dejaban espacios. As¨ª marqu¨¦ cuatro goles. Aprovech¨¦ los espacios.

P. ?Con qu¨¦ gol se queda?

R. Los 13 me gustaron. El m¨¢s dif¨ªcil fue contra Brasil, el 1-2. Kopa me dio la pelota un poquito escorado, a la izquierda. Evit¨¦ al portero y con la izquierda chut¨¦ adentro.

P. ?Sabe que tiene una media superior a la de Pel¨¦, de 2,16 goles por partido?

R. El brasile?o jug¨® solamente cuatro partidos. Marc¨® seis goles, y Rahn, el tudesco, el goleador de la final de 1954, tambi¨¦n.

P. No era muy alto pero era muy bueno de cabeza.

R. Era completo. No era el m¨¢s r¨¢pido, tampoco el m¨¢s t¨¦cnico, de cabeza no era el mejor pero me las apa?aba, driblaba, chutaba con las dos piernas... Ten¨ªa el f¨ªsico de Gerd M¨¹ller. Quiz¨¢s yo era m¨¢s r¨¢pido.

P. ?Qu¨¦ le hizo m¨¢s ilusi¨®n, el tercer puesto de Francia o los 13 goles?

R. ?El tercer puesto! Al final del partido con Alemania me levantaron en volandas Lerond, Vincent y Douis, durante 30 segundos, por el r¨¦cord. Y se acab¨®. Entonces no era importante, la televisi¨®n comenzaba y los medios no eran tan numerosos. Lo importante era el equipo.