Humana poes¨ªa

Willy Ronis (Par¨ªs, 1910) cuenta que, en su caso, la fotograf¨ªa es el resultado de un accidente y no de una vocaci¨®n. Menos conocido y difundido que otros coet¨¢neos suyos, como Cartier-Bresson o Robert Doisneau, encarna, como ellos, el prototipo de fot¨®grafo humanista que busca registrar fragmentos de vida que se vuelca sobrelo cotidiano con el ¨¢nimo de capturar aquello que define y evoca la existencia del hombre,sin artificios. Pero a esta caracter¨ªstica forma de afrontar el hecho fotogr¨¢fico, com¨²n a una amplia generaci¨®n de fot¨®grafos de la posguerra europea, hay que a?adir en Willy Ronis algunos elementos que singularizan su trayectoria. El primero de ellos es un compromiso ideol¨®gico de izquierdas que le lleva a prestar una atenci¨®n especial hacia los trabajadores, las clases desfavorecidas y los barrios populares de Par¨ªs. Y en ese aspecto es donde se encuentra uno de los aciertos de esta retrospectiva. La comisaria de la muestra, Marta Gili, ha seleccionado un buen n¨²mero de obras, muchas de ellas poco o nada difundidas. No es la masa trabajadora o el proceso industrial lo que le interesa sino la dignidad del hombre y la belleza del producto que genera con su esfuerzo. Ronis declara que busca realizar, ante todo, im¨¢genes que conmuevan, capacidad para conmover que se desprende de su evidente compromiso.Si hay una imagen que pueda al mismo tiempo resumir ese principio, y su acercamiento a la figura del trabajador, es el retrato del Minero con silicosis, una de las tomas m¨¢s rotundas de esta muestra.

Como otros fot¨®grafos de su ¨¦poca Ronis es ante todo un fot¨®grafo "paseante", para quien la ciudad es el terreno privilegiado donde desarrollar esa representaci¨®n po¨¦tica de la felicidad cotidiana y modesta que caracteriza su trabajo. En sus fotos no hay que buscar la an¨¦cdota, el enga?o visual o la situaci¨®n parad¨®jica.Su m¨¦todo de trabajo no es el disparo r¨¢pido, sino "el desarrollo previsible" de los acontecimientos que deja surgir una atm¨®sfera po¨¦tica. Bas¨¢ndose en los cinco principios que ¨¦l mismo enuncia: paciencia, reflexi¨®n, azar, forma y tiempo, consigue equilibrar la inmediatez de la instant¨¢nea con cuidadas y rigurosas composiciones. As¨ª es como llega a construir momentos de enorme intimidad como en la colada en la cubierta de un barco (La colada sobre la barcaza), el juego infantil debajo de unas escaleras (Chicos de Belleville) o en el interior de una barcaza (Desde el puente de Arcole), el grupo de amigos en un caf¨¦ (Caf¨¦ de la Rue Mouffetard) o los ba?istas en un peque?o puente sobre el r¨ªo (En el Marne). Willy Ronis es un fot¨®grafo de atm¨®sferas tranquilas y amables, que sabe esperar, y que tambi¨¦n sabe que la "casa del hombre" se encuentra all¨ª donde est¨¢ su felicidad.