Esfuerzo y recompensa

Leo y leo y otra vez leo. Llueve y hay una ventana y una calle que el narrador imagina y que no es sino la vida y la memoria de las cosas que han sucedido. Escucho las campanas de San Juan en el Maresme, pero tambi¨¦n es Londres y hay ni?os que cantan en recuerdo de Guy Fawkes y la noche de la conspiraci¨®n de la p¨®lvora. As¨ª se titula el libro y uno de los relatos que contiene. La noche de la conspiraci¨®n de la p¨®lvora es la ¨²ltima entrega como narrador de Juan Antonio Masoliver R¨®denas (Barcelona, 1939), un libro inclasificable que descuartiza la idea de la lectura como placer sosegado, pues su autor, que es tambi¨¦n poeta, traductor y cr¨ªtico literario, nos ofrece cuentos a modo de recordatorio que revelan una memoria ¨¢spera, en ocasiones angustiosa. Historias inventadas, personajes reales, nombres propios, ?qu¨¦ m¨¢s da?, lo que importa es el esfuerzo que hay que hacer para adentrarse en ese mundo po¨¦tico, surrealista, poco nost¨¢lgico, aprovechable y escatol¨®gico de Masoliver.

El escritor es un magn¨ªfico creador de im¨¢genes fascinantes que abordan con impudor no tanto la memoria sino las palabras que la se?alan. Todo porque el juego y el deseo infantil no admiten met¨¢foras. Hay culo y braga y co?o y polla y follar y paja y raja y pito y ese or¨ªn constante que no es lluvia dorada sino curiosidad y placer. Cuentos densos los de La noche de la conspiraci¨®n de la p¨®lvora que contienen otros cuentos. S¨®lo un ejemplo: la incre¨ªble partida de front¨®n entre Armando y Galera dentro de La abuela aragonesa. Masoliver no escatima descaro y crueldad en esa memoria procaz donde las l¨¢grimas y los orines van juntos. Ni tampoco preguntas: "?C¨®mo puedo ver con tanta nitidez lo que antes me parec¨ªa no ver y desde luego no importarme?" "?Cu¨¢nto tiempo puede estar esperando un ser humano a otro ser humano cuando lo necesita?" Hay esfuerzo, s¨ª, pero es muy grande la recompensa.