Lloyd y Petillon abogan por la cr¨ªtica social en la historieta

David Lloyd, dibujante de V de Vendetta (Planeta), considera que los c¨®mics no son s¨®lo un puro entretenimiento. "El c¨®mic es un medio, como el cine, la televisi¨®n o el teatro. Debe combinar el entretenimiento con el mensaje. Si eres un artista, tu funci¨®n es comunicar cosas interesantes a los lectores. Creo que es una p¨¦rdida de tiempo contar historias que no dicen nada", dice el autor.

A diferencia de Alan Moore, guionista de V de Vendetta, el ilustrador est¨¢ encantado con la adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica. "Alan ha tenido muy malas experiencias con Hollywood y ha acabado distanci¨¢ndose de los grandes estudios, porque le desagradan las versiones que se han hecho de su trabajo, como La liga de los hombres extraordinarios", recuerda el autor, que acaba de publicar una serie policiaca en dos vol¨²menes titulada Kickback (Planeta). Como ya suced¨ªa en V de Vendetta, Lloyd imagina un mundo dominado por un sistema pol¨ªtico corrupto, aunque en esta ocasi¨®n prescinda de la escenograf¨ªa fascista. "Debemos luchar contra los que quieren convertir la sociedad en un reba?o".

Mirada con humor

Tambi¨¦n Ren¨¦ Petillon, uno de los referentes del humor gr¨¢fico europeo, opina que el c¨®mic es una buena herramienta para hacer pensar y alertar sobre la amenaza de la intolerancia. Su ¨²ltimo trabajo, El caso del velo (Norma), se adentra en el conflicto surgido en Francia por la intransigencia de los fundamentalistas musulmanes. "Se puede tratar un tema serio con sentido del humor. ?se es uno de los grandes atractivos del c¨®mic. El islam en Francia es muy complejo y engloba tendencias diversas. El problema lo representa una minor¨ªa integrista, que no acepta las reglas del juego democr¨¢tico", explica Petillon.

El dibujante asegura que no cambiar¨ªa nada del ¨¢lbum por pol¨¦micas como la producida por la publicaci¨®n de unas vi?etas de Al¨¢. "No tengo ning¨²n ¨¢nimo provocador. Mi trabajo es muy respetuoso. Adem¨¢s, no podemos ceder en nuestro derecho a la libertad de opini¨®n". En El caso del velo, una joven francesa supuestamente convertida al islamismo es captada por un grup¨²sculo integrista. El desternillante detective Jack Palmer, un franc¨¦s que se cree estadounidense, recibe el encargo de encontrarla.

Petillon lamenta que en el mercado del c¨®mic franc¨¦s tengan cada vez mayor presencia los mangas (historietas japonesas), aunque la vi?eta europea goce all¨ª todav¨ªa de buena salud. "Las ventas globales de autores franceses son muy elevadas", se felicita el autor. ?l mismo es un ejemplo de este ¨¦xito. El anterior caso de Palmer, El archivo del corso (Norma), lleva vendidos 300.000 ejemplares.