Liubliana, sorpresa europea

Una de las mejores formas de explorar un pa¨ªs es hacerlo en coche (y con paradas). En estos tiempos de aviones agrada tomarse un respiro y disfrutar con sosiego y calma del viaje, volando s¨®lo lo imprescindible. Para llegar a Liubliana y explorar sus alrededores hemos volado a Venecia desde Espa?a, y alquilado un coche (se recomienda reserva) en el aeropuerto.

Desde all¨ª cogemos la autopista en direcci¨®n Udine-Tarvisio. Es la A4, que tambi¨¦n va a Trieste, uno de los mayores centros culturales de Italia. Sobrepasada la salida hacia Udine (A23), tomamos la salida hacia Tarvisio. Hay que estar atentos; si no, corremos el riesgo de cruzar a Austria. Enseguida se llega al desv¨ªo de Eslovenia-Kranjska Gora. Seguimos esa carretera con direcci¨®n a Liubliana. La v¨ªa cambia de autopista a carretera varias veces para acabar desembocando en la ciudad.

La leyenda dice que el fundador de la actual capital de Eslovenia fue el pr¨ªncipe griego Jas¨®n junto a sus compa?eros, los argonautas, que huyendo del rey Aitea, a quien hab¨ªan robado el Vellocino de Oro, navegaron del mar Negro al Danubio, del Danubio al Sava y del Sava al Liublianica, el r¨ªo que cruza la ciudad. Jas¨®n encontr¨® aqu¨ª un terrible drag¨®n con quien combati¨® y a quien mat¨®. El drag¨®n es hoy s¨ªmbolo de la ciudad y preside el escudo de armas de la torre de su castillo o el Zmajski Most (puente de los Dragones), dos visitas imprescindibles.

La posici¨®n de Liubliana ha determinado su pasado como la puerta natural entre Europa Central y el Mediterr¨¢neo, los Balcanes o Europa del Este. Por aqu¨ª han pasado los lacustres, ilirios y celtas hace m¨¢s de 5.000 a?os. Los romanos, del I antes de Cristo al V de nuestra era, que la llamaron Emona. Los b¨¢rbaros y los hunos la destruyeron bajo el mando de Atila. M¨¢s tarde, los eslavos establecieron los primeros reg¨ªmenes feudales. Su actual nombre se menciona en testimonios escritos entre 1112 y 1125. Desde el final de la Edad Media fue asumiendo el papel de capital cultural eslovena, que hoy d¨ªa mantiene. Su ¨¦poca dorada comienza en el siglo XVI con el protestantismo. A finales del XVII y principios del XVIII se fundan las academias de la Ciencia, Bellas Artes y la Filarm¨®nica. La construcci¨®n del ferrocarril Viena-Trieste la une con el mundo. Tras los grandes terremotos de 1511 y de 1895, se reconstruy¨® la ciudad dando a Liubliana su imagen actual. El art nouveau completa su arquitectura barroca. Tras la II Guerra Mundial, Liubliana se convierte en capital de Eslovenia, una de las seis rep¨²blicas de la Rep¨²blica Socialista Federal de Yugoslavia. Despu¨¦s de la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn, el pa¨ªs proclama su independencia, y desde el a?o 2004 es miembro de la Uni¨®n Europea.

Liubliana tiene tan s¨®lo unos 260.000 habitantes. De ella, los propios eslovenos dicen que es una "peque?a ciudad con las facilidades de una metr¨®poli, una ciudad a escala humana", y es cierto. El centro se recorre a pie o en bicicleta. Buena parte del aspecto de la ciudad se debe al urbanista y arquitecto Joze Plecnik (1872-1957), que transform¨® la ciudad con sus Tres Puentes, el mercado (abierto entre semana de 6.00 a 18.00), la Biblioteca Nacional y Universitaria o el puente de los Zapateros. Pero Liubliana sorprende tambi¨¦n por su modernidad. Restaurantes, tiendas de dise?o, bares de moda... todos atestados de gente joven, muy fashion, con un ingl¨¦s m¨¢s que decente y con un nivel cultural y estilo de vida sorprendentes. Es como alguna de las grandes capitales escandinavas, pero enclavada en el centro de Europa y con ese look de ciudad con un pasado y un futuro muy ricos.

Lo m¨¢s 'cool'

La ciudad se ordena en torno al r¨ªo y cinco puentes: los Tres Puentes, el puente de los Zapateros y el puente de los Dragones. Desde la plaza de Presernov Trg (donde est¨¢n los Tres Puentes) parte la calle de Wolfova. Casi al comienzo est¨¢ el restaurante As, al que se accede por un pasadizo, en el que cada d¨ªa cambian los platos seg¨²n las verduras y pescados (su especialidad) que haya en el mercado. M¨¢s adelante est¨¢ Sushimama, un moderno sushi bar de dise?o con estupendos noodles con tempura. Los restaurantes del grupo Luka Gourmet son la apuesta segura de los urbanitas eslovenos. Para tomar el postre o la merienda recomendamos Zvezda, una moderna pasteler¨ªa-caf¨¦ con terraza, que da a la majestuosa plaza del Congreso, plagada de edificios hist¨®ricos. En la plaza de Jurcicev se puede tomar caf¨¦ tumbado en una hamaca de su terraza con vistas al castillo. Siesta asegurada. En esa misma plaza se pueden empezar las compras en Cliche, un espacio muy actual de ropa para mujer.

La zona de shopping est¨¢ en Slovenska Cesta. De las lujosas tiendas, como Hugo Boss, a las m¨¢s comerciales, como Zara. Para descubrir algo sobre la pujante moda made in Eslovenia: Akultura, Devenka Draz, Identity, Vodeb y Lola Gallusovo. ?Regalos? Lo mejor es la tienda de Piranske Saline, que comercializa productos de las salinas eslovenas: sales de ba?o, de cocina, camisetas, bolsas, manteles, menaje... en una tienda de imagen r¨²stico-contempor¨¢nea. La calle de Breg es una de las comerciales m¨¢s chic, en la orilla del r¨ªo, con la sofisticada florister¨ªa Cvetlicarna y un balneario spa, los especiales jarrones de Marjanlovsin o los muebles de dise?o de Abitare. En la calle de Stari Trg, la tienda de ropa masculina Toaleta, la de bolsos Picard y la de comercio justo Pravicna, todas en la confluencia con Gornji Trg (la calle de la moda eslovena). En Stari Trg se puede tomar un c¨®ctel en la orilla del r¨ªo, y en la vecina Mestni Trg, merendar en caf¨¦s como Fraga. La zona de marcha contin¨²a en las terrazas. El recorrido parte de la de Preservor Trg y sigue bordeando el r¨ªo por ambas orillas hacia el puente de los Zapateros. Las mejores vistas de la ciudad las tiene el moderno restaurante, bar y club Global, al que se accede a trav¨¦s de un ascensor panor¨¢mico.