"El sida nos ha ense?ado a reaccionar con rapidez ante nuevas enfermedades"

Han pasado 25 a?os desde que se describiesen los primeros casos de una nueva enfermedad: el sida. Daniel Zulaika (Zarautz, 1951), coordinador del Plan del Sida de Osakidetza y, desde hace dos a?os, presidente de la Sociedad Espa?ola Interdisciplinaria del Sida (Seisida) recalca las enormes posibilidades de la detecci¨®n temprana.

Pregunta. Han pasado 25 a?os y se ha avanzado much¨ªsimo. ?Todav¨ªa sigue siendo necesario un plan del sida?

Respuesta. S¨ª. El sida tiene una serie de problemas muy complejos, que van desde la prevenci¨®n hasta la asistencia sanitaria o la lucha contra la discriminaci¨®n. Abordar todos estos problemas con criterio y filosof¨ªa ¨²nicas es muy importante.

P. ?Este cuarto de siglo supone un feliz cumplea?os?

"S¨®lo por el hecho preocupante de que todos los a?os en Euskadi se infectan alrededor de 160 personas no podemos estar contentos"

"Es incomprensible que personas con pr¨¢cticas de riesgo no se hagan la prueba del sida, porque un seropositivo hoy s¨®lo tiene cosas que ganar"

R. Con este tipo de salud p¨²blica, como es el sida o tambi¨¦n la drogadicci¨®n, uno no puede ni debe estar nunca satisfecho. S¨®lo por el hecho preocupante de que todos los a?os en Euskadi se infecten alrededor de 160 personas, no podemos estar contentos. Tenemos que seguir peleando.

P. Pero se han registrado grandes avances.

R. Lo que ha ocurrido con el sida ha sucedido con muy pocas enfermedades a lo largo de la historia. Descubrir un virus, descubrir un tratamiento eficaz y lograr frenar la epidemia en el mundo civilizado es un hito en la historia de la humanidad y en la historia de la medicina.

P. ?C¨®mo se contagian los 160 nuevos casos anuales que se dan en Euskadi?

R. Entre el 75% y el 80% de las nuevas transmisiones lo son por contagio sexual. Es un giro de 180 grados con respecto a lo que ocurr¨ªa hace 15 a?os, al comienzo de la epidemia.

P. ?Sobrevive alguna persona de las que les fue detectado el virus hace 25 a?os?

R. Viven personas que fueron diagnosticadas en 1985-1986, cuando en Euskadi dispusimos de los primeros reactivos, e incluso algunas que ya fueron diagnosticadas de sida, es decir, que ya hab¨ªan desarrollado la enfermedad. Se debe a dos motivos: la eficacia de los tratamientos antirretrovirales y a su sistema inmunitario.

P. ?Cuando a una persona se le comunica que se ha contagiado de VIH sigue pensando que va a morir?

R. Cuando ahora das un diagn¨®stico de seropositividad, todav¨ªa a las personas se les cae el mundo encima, pero, evidentemente, las perspectivas y alternativas que se les ofrecen hoy no tienen nada que ver con lo que suced¨ªa hace 10 a?os. Entonces, pr¨¢cticamente les dec¨ªas que en dos, tres o cuatro a?os se iban a morir. Ahora, van a vivir tanto como una persona seronegativa y eso, en una segunda reflexi¨®n, es un gran consuelo, y adem¨¢s es verdad.

P. Y m¨¢s a¨²n cuando se detecta pronto el virus.

R. Uno de los problemas m¨¢s graves que tenemos en estos momentos son las personas que se enteran de que est¨¢n infectados con el VIH cuando ya han desarrollado la enfermedad y est¨¢n en el hospital. Los m¨¦dicos nos dicen que de estos 150-160 nuevos diagn¨®sticos cada a?o una tercera parte son personas que se enteran de que est¨¢n infectadas cuando han ingresado en el hospital con otra patolog¨ªa secundaria al sida.

P. ?Es posible hoy d¨ªa ese desconocimiento?

R. Hace 10 a?os yo entend¨ªa que una persona que hab¨ªa realizado pr¨¢cticas de riesgo no quisiera saber si era seropositiva o no, porque eso era enfrentarse a la muerte y la medicina no le ofrec¨ªa nada. Pero eso mismo sucede ahora: personas que sabiendo que han tenido pr¨¢cticas de riesgo, no se hacen las pruebas para detectar el virus.

P. ?Por qu¨¦?

R. ?sa es la pregunta que nos hacemos. No nos lo explicamos, porque en la actualidad una persona seropositiva s¨®lo tiene cosas que ganar.

P. En Euskadi, el sida ha castigado mucho. ?Cu¨¢l es la situaci¨®n actual?

R. Siempre ha sido una de las comunidades con mayor tasa de infecciones.

P. Y por eso se dedican m¨¢s recursos a la enfermedad.

R. En las comunidades donde la epidemia ha castigado m¨¢s duramente adoptamos medidas pioneras. No es casualidad que la comisi¨®n ciudadana del sida de Vizcaya iniciara en 1988 el primer programa de intercambio de jeringuillas de Espa?a, ni que en 1992 fueran los farmac¨¦uticos de Euskadi los que comenzaran a intercambiar jeringuillas en las farmacias o que la primera c¨¢rcel que lo hiciera fuese la de Basauri. O tambi¨¦n que pusi¨¦ramos en marcha el primer programa de escolarizaci¨®n de ni?os seropositivos. Todo eso viene, l¨®gicamente, del impacto.

P. Pese a ello, ?por qu¨¦ el sida sigue castigando en esta comunidad?

R. Cuando descubrimos que exist¨ªa aqu¨ª la infecci¨®n por el VIH, en 1985, ya no era el comienzo de la epidemia. Entonces ya el 61% de los consumidores de drogas estaba infectado y hab¨ªa miles de consumidores de drogas. Es decir, era ya una bola de nieve muy grande, pr¨¢cticamente imparable. Despu¨¦s de su primer impacto, el virus se convirti¨® en una infecci¨®n de trasmisi¨®n sexual, que se propag¨® desde los usuarios de drogas, que eran en su mayor¨ªa hombres. Por eso es por lo que seguimos en tasas muy altas, aunque, en su conjunto, Espa?a ha pasado de ser el primer pa¨ªs de Europa con mayor impacto de sida a ser el segundo, tras Portugal.

P. Seg¨²n los datos de 2005, uno de cada cuatro nuevos casos se da en personas inmigrantes.

R. Esto demuestra una realidad que est¨¢ ah¨ª y que nos preocupa, porque es un colectivo muy vulnerable, en crecimiento y con unos h¨¢bitos sexuales distintos o con problemas de idioma, y a los que es complejo hacerles llegar los mensajes.

P. ?Mejorar¨¢n los tratamientos de la enfermedad?

R. En los pr¨®ximos a?os van a aparecer medicamentos de dos nuevas familias, que se suman a las tres existentes, lo que asegura la eficacia del tratamiento ante la resitencia al mismo. Por otra parte, otra l¨ªnea de trabajo es la de la simplificaci¨®n del tratamiento. Es posible que en un futuro pr¨®ximo sea suficiente tomar s¨®lo una, dos o tres pastillas diarias.

P. Gracias a lo que ha sucedido con el sida, ?est¨¢ la sociedad preparada para el caso de que surja una nueva enfermedad?

R. La aparici¨®n del sida fue una lecci¨®n de humildad para todos, porque la sociedad en general y los m¨¦dicos en particular cre¨ªamos que las infecciones hab¨ªan sido vencidas. El sida nos mostr¨® que continuamente hay microbios o g¨¦rmenes que pasan de unas especies a otras. Lo vemos con la gripe aviar. Todo lo que aprendimos con el sida lo aprendimos no s¨®lo para el sida. Lo que ocurri¨® entonces, que cuando pudimos diagnosticar la infecci¨®n la bola de nieve era ya muy grande, no se deja que ocurra en estas nuevas enfermedades. Aparece la gripe aviaria y ya hay un sistema de detecci¨®n y de reacci¨®n r¨¢pida. Y eso es lo que nos ha ense?ado el sida.