La nueva financiaci¨®n centra el ¨²nico gran debate televisivo sobre el Estatuto

Las diferencias sobre el alcance econ¨®mico y de competencias del modelo de financiaci¨®n que incluye el Estatuto centr¨® las discusiones del primer y ¨²nico debate de esta campa?a entre todos los partidos pol¨ªticos. TV-3 convoc¨® en la noche de ayer, durante casi dos horas, a los m¨¢ximos l¨ªderes de cada formaci¨®n. Acudieron todos excepto Maragall. Intervinieron Miquel Iceta, viceprimer secretario del PSC; Artur Mas, presidente de CiU; Josep Llu¨ªs Carod Rovira, presidente de Esquerra; Josep Piqu¨¦, presidente del PP de Catalu?a, y Joan Saura, presidente de Iniciativa-Verds. El debate estuvo moderado por el periodista Josep Cun¨ª.

Ya sentados en la mesa, y con Josep Cun¨ª como maestro de ceremonias, Piqu¨¦ hizo notar como una "falta de respeto" hacia los telespectadores que el PSC no enviara al debate ni a su presidente, Pasqual Maragall, ni a su primer secretario, Jos¨¦ Montilla. Iceta lo justific¨® alegando que el partido le hab¨ªa encargado a ¨¦l la coordinaci¨®n de los trabajos del Estatuto desde el primer d¨ªa.

Los partidos del s¨ª hicieron pi?a en torno a la defensa de la nueva f¨®rmula de financiaci¨®n que, como se?alaron el ecosocialista Joan Saura y el convergente Artur Mas, recoge la mayor¨ªa de las reivindicaciones expuestas en el Estatuto aprobado en el Parlament de Catalu?a. En la posici¨®n contraria, PP y ERC. Josep Piqu¨¦ denunci¨® que para una mejora de los recursos econ¨®micos no era necesaria la reforma estatuaria. Carod, por su parte, censur¨® que el acuerdo alcanzado queda a a?os luz de las aspiraciones catalanas y ret¨® a Mas a que, si gobierna, suprima el impuesto sobre hidrocarburos que ayuda a financiar la sanidad p¨²blica.

El republicano intent¨®, sin conseguirlo, hurgar en la coherencia del resto de dirigentes durante todo este proceso con un argumento: su claudicaci¨®n en las rebajas que el texto apoyado en Catalu?a sufri¨® posteriormente en Madrid. Una comparaci¨®n que Josep Cun¨ª introdujo como tema de la segunda parte del debate. Los dem¨¢s l¨ªderes pol¨ªticos insistieron en que el nuevo Estatuto ha de confrontarse con el de 1979 y no con el borrador del 30 de septiembre. Iceta record¨® que el texto es el resultado de un pacto entre dos c¨¢maras legislativas, la catalana y el Congreso, y que renunciar a sus avances puede conducir a "la tristeza". Iceta afirm¨® que nunca el catalanismo ha renunciado a un avance en su autogobierno.

En este punto Saura, Mas e Iceta actuaron como un bloque compacto: "Si en el refer¨¦ndum sale vencedor el no, Catalu?a se quedar¨¢ con el Estatuto vigente", reprocharon a Piqu¨¦ y Carod, que rechazaron tal afirmaci¨®n. "No pasar¨¢ nada. Lo que Catalu?a necesita es un buen gobierno, no un nuevo Estatuto", respondi¨® el popular. "Tampoco pasa nada. Podemos pedir el traspaso de competencias a trav¨¦s del art¨ªculo 150.2 de la Constituci¨®n", abund¨® Carod.

Pero Iceta insisti¨® y recrimin¨® a Carod que su formaci¨®n votar¨¢ lo mismo que los "nacionalistas espa?oles [del PP]" y que en las urnas todos los noes son iguales. Artur Mas le ayud¨® en su ofensiva contra Esquerra y record¨® que los republicanos, en esta negociaci¨®n, "han representado todos los papeles"

Iceta y Mas aparcaron diferencias en esta campa?a y rechazaron que el nuevo Estatuto fuera el resultado de un pacto entre el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, y el l¨ªder convergente, como denunci¨® Carod Rovira.

La segunda parte la protagoniz¨® un duro enfrentamiento entre Carod y Mas, que pujaron para demostrar su catalanismo, y que tuvo que cortar el moderador. Ambos dirigentes se acusaron de ceder ante "Madrid" en dos asuntos capitales: la definici¨®n de Catalu?a como naci¨®n y la financiaci¨®n.