Del agua, la caza y la pesca

El nuevo Estatuto recoge de modo prolijo el conjunto de deberes de la Administraci¨®n y de derechos del ciudadano en materia medioambiental. Lo proclama, primero, en el art¨ªculo 27 ("Derechos y deberes en relaci¨®n con el medio ambiente"), de modo gen¨¦rico. Vuelve sobre el asunto en el art¨ªculo 46 ("Medio Ambiente, desarrollo sostenible y equilibrio territorial"), que regula sobre todo los deberes de los poderes p¨²blicos. Y los asuntos espec¨ªficos quedan plasmados en los art¨ªculos 117, 119 y 144, sin perjuicio de que algunos aspectos sean mencionados en otros puntos de la redacci¨®n.

El agua es punto capital. El nuevo Estatuto aumenta las competencias del Gobierno catal¨¢n respecto a las cuencas. Ya las ten¨ªa cuando eran internas (r¨ªos que nacen y desembocan dentro del territorio de Catalu?a sin salir de ¨¦l en ning¨²n momento). Con el nuevo texto aprobado, el Ejecutivo catal¨¢n pasar¨¢ a tener competencias compartidas en las cuencas intercomunitarias (las que discurren por la propia comunidad y alguna otra, ya sea como procedencia o destino).

El apartado cuarto del art¨ªculo 117 confiere al Gobierno catal¨¢n el derecho a emitir un informe sobre cualquier propuesta de trasvase que implique una modificaci¨®n de los recursos h¨ªdricos del territorio. Asimismo, la Generalitat pasa a participar de modo obligado en la planificaci¨®n hidr¨¢ulica cuando estos recursos pasen por Catalu?a o terminen en ella procediendo de otros territorios espa?oles o extranjeros.

Con esta normativa en vigor, el fenecido Plan Hidrol¨®gico Nacional hubiera tenido las cosas mucho m¨¢s dif¨ªciles para ser aprobado.

El Gobierno catal¨¢n pasa tambi¨¦n a ser el titular ejecutivo de las obras hidr¨¢ulicas de inter¨¦s general que se hagan en el territorio, incluso en los casos en los que la Administraci¨®n inversora sea la central porque se trate de obras de inter¨¦s general. En algunos casos, estas obras deber¨¢n ser ejecutadas mediante convenio entre ambas administraciones.

Una de las leyes m¨¢s antiguas vigentes es la Ley de Pesca. Se trata de una vieja ley franquista que el tripartito quiso anular sustituy¨¦ndola por otra de nueva redacci¨®n. La muerte s¨²bita del Gobierno de coalici¨®n har¨¢ que el texto, ya elaborado, quede en los cajones del Departamento de Medio Ambiente para la pr¨®xima legislatura. Y su titular, tendr¨¢, en funci¨®n del art¨ªculo 119 del nuevo Estatuto, mucha m¨¢s libertad legislativa ya que el texto atribuye la capacidad planificadora y reguladora en materia de pesca, marina y continental, y tambi¨¦n de caza, al Gobierno catal¨¢n.

La ¨²nica excepci¨®n es la ordenaci¨®n del sector pesquero, que queda como una competencia compartida con el Gobierno central.

El art¨ªculo 144 es uno de los m¨¢s largos del Estatuto. Regula diversos aspectos relacionados con el medio ambiente. Desde el establecimiento, gesti¨®n y protecci¨®n de los espacios naturales, hasta la capacidad predictora de los servicios meteorol¨®gicos, que pasan a ser competencia exclusiva del Gobierno catal¨¢n que dispondr¨¢, establece el texto estatutario, de un servicio meteorol¨®gico propio.

Los espacios naturales protegidos dependientes de otras administraciones ser¨¢n, en todo caso, gestionados de modo directo por la Generalitat.