T¨¦cnica m¨¢s oficio

Italia sum¨® t¨¦cnica y oficio para arrancar el Mundial de pie. El cuadro de Marcello Lippi empez¨® con un f¨²tbol atractivo, bien trenzado, hasta que se puso por delante y se lesion¨® Totti. No se sabe en qu¨¦ orden influyeron esas circunstancias. El caso es que cerr¨® la persiana. La vieja Italia sac¨® su vena conservadora y se refugi¨® en torno a Buffon. Sali¨® a la contra, aunque sus delanteros dispararon mal ante Kingston. Y, si a los azzurri les fallaba la defensa, llegaba De Rossi, empujaba a Gyan descaradamente dentro del ¨¢rea y el ¨¢rbitro miraba hacia otra parte.

Impulsada por un omnipresente Ettien, la joven Ghana gobern¨® el medio del campo gracias a su enorme poder¨ªo f¨ªsico, pero le falt¨® calidad en sus delanteros, que siempre atacaron por el centro. Plant¨® cara, no obstante, en el que fue su estreno mundialista tras su independencia del Reino Unido en 1957.

La lesi¨®n de Totti le dio a Lippi la coartada perfecta para cerrar las puertas al f¨²tbol

El medio del campo estuvo 40 minutos dividido. Mientras la fuerza bruta de los Appiah, Ettien y compa?¨ªa neutraliz¨® la mayor calidad de los centrocampistas italianos. Pero entonces lleg¨® el en¨¦simo c¨®rner a favor de Italia. Y Totti cambi¨® de plan. Lo envi¨® esta vez en corto a Pirlo, que se acomod¨® la pelota en el pico izquierdo del ¨¢rea. Busc¨® el ¨¢ngulo justo y dispar¨® en seco, a media altura y ajustado al palo izquierdo del portero. En el trayecto, Gilardino, que sab¨ªa del buen destino del tiro, se agach¨® a tiempo.

El gol hizo justicia con Pirlo, que manej¨® a su equipo con personalidad. No viene de su mejor temporada, pero tiene ya 26 a?os y le ha llegado el momento de mostrar sus posibilidades en una gran cita. Orden¨® aqu¨ª y all¨¢, acudi¨® al corte cuando alguno de los laterales se hab¨ªa quedado arriba y enganch¨® con Totti como s¨®lo dos jugadores de esta categor¨ªa pueden hacerlo: con clase. Totti estuvo contenido. Todav¨ªa a medio camino de su plenitud f¨ªsica y sin la notoriedad con la que juega en el Roma, pero con un goteo de detalles deliciosos: un primer toque que despeja el panorama, un disparo con el exterior del pie desde 30 metros que despeja el portero...

Totti busc¨® a menudo a Toni, que tard¨® media hora en entrar en calor. Como si no pudiera creerse que estaba realmente en un Mundial. Hace dos a?os, era jugador de la Serie B. Pero entr¨® en el partido. A su manera. Como una avalancha. Con un trallazo dif¨ªcil desde el balc¨®n del ¨¢rea, con la pierna muy arriba, que golpe¨® en el larguero. Despu¨¦s ya se solt¨® y mostr¨® mucha m¨¢s habilidad que la que podr¨ªa esperar de un tipo de 1,93 metros y 88 kilos. Particip¨® mucho m¨¢s que un gris Gilardino.

Los italianos advirtieron despu¨¦s de un par de centros al ¨¢rea que el portero ghan¨¦s, Kingston, era un bolsillo agujereado. Sal¨ªa a despejar con la mano abierta. Se tragaba todos los c¨®rners. La historia de Kingston, de 28 a?os, tiene tintes dram¨¢ticos. Ahora est¨¢ desempleado. "Tengo un hijo de siete a?os y no puedo fallar", declar¨® antes de partido. La suerte le ha dado la espalda en los ¨²ltimos a?os. Aunque perteneci¨® al Galatasaray, jug¨® en equipos turcos de medio pelo hasta que dio positivo en un control antidopaje. "Me tom¨¦ un f¨¢rmaco para evitar que mi mujer se quedara embarazada. No sab¨ªa que estuviese prohibido", confes¨®. Despu¨¦s se resarci¨® y salv¨® varios mano a mano, especialmente uno ante Toni que par¨® con los pies.

El t¨¦cnico serbio de Ghana, Ratomir Djukovic, cree en el marcaje al hombre y su equipo s¨®lo ha concedido cuatro goles en los diez partidos de la fase clasificatoria. Ayer, sin embargo, Pirlo y, sobre todo, Totti dispusieron de m¨¢s espacio del esperado.

Ghana es la selecci¨®n m¨¢s joven de las participantes: 25 a?os de media. Siempre hab¨ªa tenido grandes equipos juveniles. Essien tiene 23, pero juega con la seguridad de un veterano. Es una locomotora que va triturando el centro del campo. Y en la segunda parte aprovech¨® el conservadurismo italiano para dirigir el choque. El jugador del Chelsea, sin embargo, se vio poco acompa?ado. Poco por Muntari, interior zurdo del Udinese, una mole de 21 a?os. Y menos por los delanteros, Gyan y Amoah, que atacaron siempre por el centro. Los dos. Lo que facilitaba el trabajo de Cannavaro y Nesta. Delanteros potentes sin habilidad.

La lesi¨®n de Totti le dio la coartada perfecta a Italia para cerrar las puertas al f¨²tbol. Refugiarse en su s¨®lida defensa y esperar que Toni pescara alg¨²n contragolpe. O Iaquinta, que fue cazado en uno de ellos por detr¨¢s en una entrada criminal de Kuffour, que le clav¨® los tacos. Kuffour lo acab¨® pagando. Err¨® poco despu¨¦s un pase al portero e Iaquinta se veng¨® marcando.