La inmigraci¨®n refresca a Suiza
Una nueva generaci¨®n de futbolistas de origen extranjero dispara las expectativas helv¨¦ticas
Suiza se medir¨¢ hoy a Francia y ser¨¢ como mirarse en el espejo de lo que puede ser su futuro. La efervescencia multi¨¦tnica que transform¨® el f¨²tbol franc¨¦s empieza a asomar en la Confederaci¨®n Helv¨¦tica como la f¨®rmula para refrescar un f¨²tbol que llevaba decenios con encefalograma plano. El 60% de los ni?os que juegan al f¨²tbol federado en Suiza son de origen extranjero, una cifra exagerada incluso para un pa¨ªs con un 20% de poblaci¨®n inmigrante. Las primeras generaciones de los hijos de la di¨¢spora internacional ya han alcanzado la selecci¨®n y, con ellos, se ha disparado el optimismo en el pa¨ªs.
Lo resume uno de los j¨®venes m¨¢s prometedores del equipo, Tranquillo Barnetta: "Hasta ahora Suiza acud¨ªa a los campeonatos con el objetivo de pasar por all¨ª. Pero eso es el pasado". Ahora ya nadie se conforma simplemente con aparecer. Suiza, coorganizadora de la Eurocopa de 2008, hierve como nunca ante un Mundial. Las multitudes han seguido en las ¨²ltimas semanas los entrenamientos de la selecci¨®n y la euforia ha prendido en jugadores como el goleador Frei, quien se ha atrevido a decir: "Me veo luchando por ser campe¨®n del mundo".
Yakin perdi¨® a su padre, y su familia, de ocho hermanos, sali¨® adelante gracias a la madre
La prensa y la afici¨®n helv¨¦ticas presumen de la edad media de su selecci¨®n, 25 a?os, y cantan alabanzas "a la nueva generaci¨®n de talentos", que ya cuenta con un ¨¦xito internacional, el Europeo sub 17 de 2002. Algunos de esos chicos que ahora est¨¢n empezando la veintena engrosan el equipo que presentar¨¢ en Alemania su veterano seleccionador, Jakob Kobi Kuhn. Al t¨¦cnico se le conoce como una especie de encarnaci¨®n del esp¨ªritu proletario y hasta la semblanza oficial de la FIFA destaca que sigue viviendo en el barrio obrero de Z¨²rich en el que naci¨®. En ese aspecto hay un lazo com¨²n entre Kuhn y muchos de sus jugadores, que tienen detr¨¢s multitud de historias familiares de gente trabajadora, abnegada y resistente a las adversidades, con la particularidad de que proced¨ªan de otro pa¨ªs.
Son las historias de gente como Hakan Yakin, uno de los m¨¢s curtidos, con 29 a?os, hijo de una familia turca de ocho hermanos que perdi¨® a su padre y que sali¨® adelante con los esfuerzos de su madre, Ermine, quien negoci¨® el primer contrato profesional del jugador. Al centrocampista Ricardo Cabanas le dirigi¨® la carrera su padre, gallego, con disciplina espartana. Le oblig¨® a compaginar el f¨²tbol con los estudios y le impuso una prohibici¨®n estricta: "Hasta que cumplas 20 a?os, nada de coches, de discotecas y de chicas".
En la selecci¨®n suiza hay incluso biograf¨ªas marcadas por la guerra, como la de Valon Behrami, que lleg¨® a Suiza con su familia como refugiado albano-kosovar. Behrami, centrocampista de 21 a?os, juega en el Lazio y es uno de los representantes de la cacareada nueva generaci¨®n. Entre ellos est¨¢n Barnetta, hijo de italianos, de 21 a?os y centrocampista del Bayer Leverkusen; Dzemaili, centrocampista del Z¨²rich, de 20 a?os y familia macedonia, y dos defensas del Arsenal: Senderos, de padre madrile?o y 21 a?os, y Djourou, de 19 y originario de Costa de Marfil, "un portento f¨ªsico poco habitual a su edad", seg¨²n uno de los ojeadores internacionales del equipo ingl¨¦s, el espa?ol Francis Cagigao. Djourou ha jugado muy poco esta campa?a con el Arsenal, pero es probable que hoy forme con Senderos el centro de la defensa suiza si no se recupera el titular, M¨¹ller, jugador del Ly¨®n. Entre los dos tendr¨ªan que parar al m¨¢s famoso de sus compa?eros del Arsenal, Thierry Henry, otro s¨ªmbolo del f¨²tbol multi¨¦tnico que tantas esperanzas despierta en Suiza.
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