Uno de los suicidas de Guant¨¢namo iba a ser trasladado a otro pa¨ªs

El Pent¨¢gono ha identificado a los tres presos que se suicidaron en Guant¨¢namo el pasado s¨¢bado como Mani Shaman Turki al Habardi al Utaybi y Yaser Talaj al Zaharani, de Arabia Saud¨ª, y Al¨ª Abdullah Ahmed, de Yemen. Son los primeros que logran quitarse la vida en cuatro a?os y medio. El primero de ellos iba a seguir en la c¨¢rcel en otro pa¨ªs, aunque no lo sab¨ªa, seg¨²n confirm¨® el Ministerio de Defensa estadounidense, que mantiene las investigaciones sobre lo ocurrido en medio del nuevo debate y el aumento de cr¨ªticas sobre la prisi¨®n y la ausencia de procedimientos legales.

Ninguno de los tres estaba formalmente acusado, como la gran mayor¨ªa de los internados en Guant¨¢namo, la base la Marina estadounidense situada en territorio cubano. Mark Denbeaux, abogado que representa a varios detenidos y que llam¨® la atenci¨®n sobre el previsto traslado, dijo en Puerto Rico: "Un hedor de desesperaci¨®n impregna Guant¨¢namo".

El abogado a?adi¨® que en su ¨²ltima visita comprob¨® que uno de sus clientes, el tunecino Mohamed Abdul Rahman, estaba "enormemente deprimido", y que cuando quiso hacerle llegar un recorte de peri¨®dico en el que el presidente George W. Bush dec¨ªa que tiene intenci¨®n de cerrar la prisi¨®n, los guardianes se lo impidieron. "Quer¨ªa decirle que hab¨ªa esperanzas, pero no me dejaron".

Uno de los aspectos de la investigaci¨®n se ocupa de averiguar por qu¨¦ se tard¨® tanto tiempo en descubrir lo ocurrido; las normas de Guant¨¢namo exigen que cada dos minutos se controle a los presos. Seg¨²n el teniente Robert Durand, citado por The New York Times, los tres presos lograron enga?ar a los guardianes. Uno de ellos "se colg¨® del techo de su celda, oculto por ropa que ten¨ªa tendida, despu¨¦s de haber dejado su cama arreglada para que pareciera que estaba durmiendo. Los otros dos hicieron algo similar".

El Pent¨¢gono afirma que el saud¨ª al Habardi al Utaybi, de 30 a?os, era miembro del grupo Jama'at al Tablighi, relacionado con Al Qaeda, e iba a ser trasladado a otro pa¨ªs, aunque el Pent¨¢gono no inform¨® sobre su destino ni si el preso conoc¨ªa esta informaci¨®n.

Se cree que Al Zaharani, tambi¨¦n saud¨ª y de 21 a?os, luch¨® con los talibanes en Afganist¨¢n y estuvo supuestamente implicado, hace cuatro a?os y medio, en el levantamiento que hubo en la c¨¢rcel de Mazar-i-Sharif, en Afganist¨¢n, que se sald¨® con la muerte del agente de la CIA Michael Spann, y de decenas de presos que fueron bombardeados.

A Ahmed, un yemen¨ª de 28 a?os, se le atribuye una posici¨®n de responsable intermedio de Al Qaeda con acceso a miembros de la direcci¨®n del grupo, pero, como en el resto de los casos, no se conocen las pruebas en las el Pent¨¢gono basa estas afirmaciones.

Los suicidios han relanzado las cr¨ªticas sobre la situaci¨®n de los 460 detenidos. No s¨®lo se trata del clamor internacional -el primer ministro dan¨¦s, Anders Fogh Rasmussen, que acaba de estar en Washington, denunci¨® la violaci¨®n del imperio de la ley que supone Guant¨¢namo-, sino de la creciente preocupaci¨®n de aliados del Gobierno, como el republicano Arlen Specter, presidente del Comit¨¦ de Asuntos Jur¨ªdicos del Senado, que declar¨® a la CNN: "Si hay pruebas, tendr¨ªan que ser juzgados, y si son condenados, deber¨ªan ser sentenciados". Pero, ahora mismo, casi todos ellos est¨¢n "en un limbo".

Fuentes oficiales establecen en 41 el n¨²mero de intentos de suicidio por parte de 25 presos en los ¨²ltimos tres a?os y medio, pero los abogados creen que el n¨²mero es m¨¢s elevado. Bush dijo desde Camp David, a trav¨¦s de su portavoz, que estaba "seriamente preocupado" por lo ocurrido y pidi¨®, seg¨²n Tony Snow, "una investigaci¨®n y que los cuerpos de los suicidados fueran tratados de manera humanitaria".

El imam de la Marina estadounidense, Abuhena Saiful Islam, est¨¢ en Guant¨¢namo para asegurar la aplicaci¨®n de los ritos isl¨¢micos en la disposici¨®n de los restos.

En las pr¨®ximas dos semanas, se espera que el Tribunal Supremo tome una decisi¨®n que ser¨¢ fundamental para el futuro de los internados y de la propia c¨¢rcel de Guant¨¢namo. Lo magistrados deben decidir si los juicios en Comisiones Militares creadas despu¨¦s del 11-S son legales y si el presidente Bush se extralimit¨® en su autoridad al sustituir los tribunales normales con estas comisiones.

El propio Bush dijo el viernes, delante del primer ministro dan¨¦s, que comunic¨® a Rasmussen que le gustar¨ªa "acabar con Guant¨¢namo, vaciarlo", y que si la decisi¨®n del Supremo invalida la pol¨ªtica de combatientes extranjeros no amparados por la Convenci¨®n de Ginebra, los tribunales estadounidenses podr¨ªan asumir los procesos de los detenidos en la base.