Cannabis contra el dolor

"Cuando el dolor se hace insufrible y te destroza f¨ªsica y psicol¨®gicamente, te agarras a lo que sea". Josep Maria Ib¨¢?ez, de 58 a?os y con una grave lesi¨®n en la columna vertebral, se agarr¨® hace tres meses al cannabis con la esperanza de lograr lo que no ha conseguido con los tratamientos farmacol¨®gicos convencionales: aliviar el intenso e incesante dolor que le irradia desde los ri?ones hacia las piernas y le impide pr¨¢cticamente andar. Un dolor neurop¨¢tico que arrastra desde 1994, cuando le diagnosticaron una hernia discal, de la que se ha operado tres veces sin resultados satisfactorios (lo que se conoce como s¨ªndrome de cirug¨ªa fallida).

Ib¨¢?ez es uno de los 63 pacientes que se han prestado ya para participar en un estudio pionero que se realiza en Catalu?a para comprobar el efecto terap¨¦utico del cannabis. De ellos, 33 sufren dolor neurop¨¢tico motivado por la esclerosis m¨²ltiple o por otras patolog¨ªas o lesiones de la columna, como en el caso de Josep Maria Ib¨¢?ez. Otros 27 padecen espasticidad (contractura muscular permanente), un s¨ªntoma propio tambi¨¦n de la esclerosis m¨²ltiple, mientras que otros tres son enfermos de sida con s¨ªndrome de anorexia-caquexia.

Ocho participantes en el ensayo han tenido que abandonarlo al sufrir efectos adversos

Los voluntarios sufren dolor neurop¨¢tico, sida o c¨¢ncer y no responden a las terapias habituales

El objetivo del estudio, para el que se pretende reclutar hasta finales de a?o a 600 pacientes, es determinar si el cannabis mitiga todos estos s¨ªntomas (dolor, espasticidad o anorexia y caquexia) en enfermos que no responden a los tratamientos convencionales. Y si es as¨ª, determinar qu¨¦ cantidades deber¨ªan suministrarse, siempre bajo estricto control m¨¦dico, dada las propiedades adictivas y los efectos adversos que puede provocar el consumo de ese producto, cuyo uso l¨²dico no para de crecer entre los j¨®venes, con graves riesgos para su salud.

Tambi¨¦n se pretende evaluar si el cannabis es eficaz contra los v¨®mitos y las n¨¢useas causadas por la quimioterapia en enfermos de c¨¢ncer. Esta parte del estudio, se?ala Rafael Manzanera, director de Recursos Sanitarios del Departamento de Salud, es la m¨¢s amplia (en ella participar¨¢n 300 de los 600 pacientes), pero se encuentra todav¨ªa en una fase incipiente. "El problema es que antes de empezar, debemos extraer conclusiones de un ensayo, ya en marcha con 20 voluntarios, que nos permitir¨¢ calcular las dosis del extracto de cannabis necesarias para que sean efectivas sin resultar t¨®xicas", se?ala Manzanera. Este ensayo previo no ha sido necesario en el caso de los pacientes con neuropat¨ªas, espasticidad o anorexias, puesto que ya existen estudios en otros pa¨ªses que han servido de modelo.

Aun as¨ª, las dosis de cannabis son distintas para cada paciente, seg¨²n la patolog¨ªa que sufre y su gravedad. "Empezamos con las dosis m¨¢s bajas y se van aumentando en funci¨®n de c¨®mo reaccione el paciente", explica Mar¨ªa Victoria Ribera, jefa de la Unidad del Dolor del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona.

El extracto de cannabis que se ha escogido para el estudio en Catalu?a es un nebulizador sublingual, comercializado bajo la marca Sativex, que contiene todos los principios activos de la planta. "Es sencillo de aplicar, aunque me resulta algo molesto estar pendiente de las horas de cada toma", se?ala Josep Maria Ib¨¢?ez, que empez¨® el tratamiento el pasado mes de febrero. "Al principio fui aumentando las dosis de acuerdo con las pautas prescritas por los m¨¦dicos, pero lleg¨® un momento en que tuve que parar y reducirlas porque notaba somnolencia, sequedad de boca y confusi¨®n", explica Ib¨¢?ez.

Cada paciente describe en un diario personal c¨®mo se siente tras las tomas y si percibe una mejora o un empeoramiento de su estado. En las ¨²ltimas semanas, Ib¨¢?ez no ha descrito efectos adversos en su librillo. El paciente asegura que le ha disminuido el dolor en las piernas, pero no en la espalda. "He rebajado el dolor en el 30% o el 40%. Hab¨ªa llegado a una situaci¨®n l¨ªmite y ahora estoy mejor, pero admito que no he visto cumplidas todas las expectativas que me hab¨ªa creado", se?ala.

Este sentimiento de cierta frustraci¨®n es "normal", a juicio de la m¨¦dica. "La calidad de vida de estos enfermos es tan precaria y su sufrimiento es tan agudo que depositan una excesiva confianza en toda novedad terap¨¦utica que surge", dice Ribera.

Otro de sus pacientes, Jorge Gim¨¦nez, empez¨® hace un par de semanas el tratamiento con extracto de cannabis. "El a?o pasado, aconsejado por un m¨¦dico naturista, empec¨¦ a tomar marihuana: en infusi¨®n, en sofritos o en la ensalada. Se me abri¨® el apetito, empec¨¦ a dormir bien y el dolor se redujo", comenta Gim¨¦nez, de 38 a?os, diab¨¦tico e insulinodependiente desde los 8. La polineuropat¨ªa diab¨¦tica que padece le causa fuertes dolores musculares, espasmos, calambres y sensaci¨®n de congelaci¨®n en los pies. Tomaba 27 pastillas diarias, que ahora ha reducido a 9. Y se siente mejor.

Como Jorge Gim¨¦nez, muchos enfermos que han solicitado participar en el ensayo hab¨ªan probado por su cuenta la marihuana. El problema del autotratamiento con la planta o con la resina de hach¨ªs es que el paciente no est¨¢ controlado por su m¨¦dico y puede sufrir efectos adversos importantes. Adem¨¢s, el enfermo desconoce la calidad del producto y la concentraci¨®n de principios activos que contiene si lo adquiere en el mercado negro. Ante la evidencia de que muchos enfermos, especialmente oncol¨®gicos, recurren a la marihuana, el Colegio de Farmac¨¦uticos de Barcelona elabor¨® en su p¨¢gina web un prospecto que informa de los casos en que est¨¢ recomendado el cannabis, los riesgos que entra?a, sus formas de consumo y las dosis aconsejadas. La existencia de efectos no deseados se ha visto ya en los primeros meses de andadura del estudio. Ocho voluntarios han tenido que abandonarlo al sufrir mareos, crisis de ansiedad, pesadillas, alteraci¨®n de la percepci¨®n o sensaci¨®n de estar colocado.