Melanc¨®lico Carod

Los esfuerzos in¨²tiles conducen a la melancol¨ªa y eso es lo que parece definir mejor el actual estado de ¨¢nimo del l¨ªder de Esquerra Republicana (ERC), Josep Llu¨ªs Carod. El largo esfuerzo dedicado a la reforma del Estatuto ha resultado in¨²til, por no decir negativo, desde el punto de vista de Carod y de su partido. El eficaz orador que es Carod protagoniza en la campa?a del refer¨¦ndum unos m¨ªtines en los que est¨¢ muy lejos de aportar el brioso ¨¢nimo que en anteriores campa?as contagiaba entusiasmo a los suyos.

Si se mira bien, dif¨ªcilmente pod¨ªa ser de otra forma. Carod vive el resultado final del largo combate pol¨ªtico sobre la reforma del Estatuto como una derrota pol¨ªtica. Y no lo oculta. Ayer lo dijo con todas las letras, en una conferencia de prensa: "Hemos sido derrotados". Carod define el proyecto de Estatuto aprobado el 30 de septiembre de 2005 por el Parlament como "un punto de encuentro entre autonomistas e independentistas". Pero, una vez "cepillados" del proyecto los elementos que ERC estimaba como avances federalizantes, se acab¨® la alegr¨ªa. "Estamos sin ilusi¨®n porque vamos a votar no", explic¨®.

Las sonrisas de satisfacci¨®n que los dirigentes pol¨ªticos prodigan estos d¨ªas "son vac¨ªas", dijo, porque al refer¨¦ndum "se va sin ilusi¨®n" incluso entre los partidarios del s¨ª.

En una proporci¨®n imposible de precisar, la melancol¨ªa de Carod procede tambi¨¦n de que la derrota sufrida por Esquerra en la batalla del Estatuto ha significado el fracaso de fuertes apuestas pol¨ªticas que ¨¦l hab¨ªa impulsado y con las que estaba muy identificado: la confianza en un giro federalista en el PSOE, personalizado por Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, y la alianza de las izquierdas en Catalu?a, que ha encabezado Pasqual Maragall.

El resultado provisional de estas apuestas es ahora m¨¢s bien magro y esto se trasluce en la actitud de Carod. El primer Gobierno de izquierdas en Catalu?a desde 1939 no ha podido agotar la legislatura cuando todas sus pol¨ªticas est¨¢n a medio cocinar. Ayer denomin¨® esta etapa como "bienio de izquierdas", lo que sugiere que prev¨¦ otra calificaci¨®n ideol¨®gica para el futuro gobierno de la Generalitat. El martes dijo que el Estatuto se ha llevado el futuro pol¨ªtico de Maragall, pero da toda la impresi¨®n de que se barrunta que la oleada le alcanza tambi¨¦n a ¨¦l.