Nota al pie
A PRINCIPIOS de los a?os cuarenta, Borges fue operado de cataratas por en¨¦sima vez, y desde entonces, aunque todav¨ªa le quedaba camino por andar hasta la ceguera total, la lectura fue haci¨¦ndosele cada d¨ªa m¨¢s dif¨ªcil y ¨¦l tendi¨® a refugiarse en la memoria y en unos pocos libros predilectos. En quien afirmaba que "para un hombre ocioso y curioso... el diccionario y la enciclopedia son el m¨¢s deleitable de los g¨¦neros literarios", no se me ocurre otra explicaci¨®n a la anomal¨ªa de que no diera muestras ni apenas indicios de familiaridad con el Tesoro de la lengua castellana.
En 1943, Mart¨ªn de Riquer, sin m¨¢s esc¨¢ner que el buen ojo, prepar¨® una excelente edici¨®n de la obra, que sin embargo no pudo tener peor fortuna: mal distribuida primero, escandalosamente pirateada despu¨¦s, no debi¨® de llegar nunca, o en todo caso no a tiempo, a manos del maestro argentino. ?Qu¨¦ buenos ratos habr¨ªa pasado Borges con "el Covarrubias" de Riquer y cu¨¢nto m¨¢s hubiera disfrutado a¨²n con el de Arellano y Zafra!
El Tesoro es desde luego un libro que se deja leer de cabo a rabo, por su orden, de la A a la Z, y cada una de cuyas entradas aporta noticias interesantes, a menudo adobadas con un sabroso toque personal, y ofrece una perspectiva -desde dentro- del lenguaje y la cultura del Siglo de Oro como en ninguna otra parte puede hallarse. Por ello mismo es tambi¨¦n una fuente perenne de informaci¨®n y un instrumento imprescindible para la comprensi¨®n de los cl¨¢sicos espa?oles. (M¨¢s de un curr¨ªculo se ha hecho por ah¨ª sin otra cosa que extractos de Covarrubias a pie de p¨¢gina
La edici¨®n de Ignacio Arellano y sus colaboradores logra que se cumplan ejemplarmente las dos funciones del Tesoro. En papel (y buen papel), es una delicia pasearse por sus p¨¢ginas, sabiamente ilustradas con una fascinante serie de grabados de la ¨¦poca. En el DVD anejo, permite una rica variedad de b¨²squedas, saltos hipertextuales y otros modos de dominar el texto. En los tiempos que corren, pocas veces se ha aprovechado mejor el esfuerzo de unos estudiosos y los buenos dineros que la empresa habr¨¢ costado.
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