Los partidos gastan 51 millones en M¨¦xico en campa?as de descr¨¦dito

La televisi¨®n se queda con la mayor parte del pastel publicitario de la millonaria campa?a electoral mexicana. Las dos grandes cadenas -Televisa y TV Azteca- captan el 82% de la inversi¨®n de las candidaturas y el 71% de todo el gasto acumulado de los partidos, seg¨²n cifras oficiales. La mitad de los 729,5 millones de pesos (unos 51 millones de euros) que han gastado desde enero, cuando comenz¨® la campa?a electoral, ha servido para financiar anuncios publicitarios de las llamadas "campa?as negativas" o guerra sucia, destinados a descalificar al contrario m¨¢s que a presentar propuestas.

Las candidaturas de las tres grandes formaciones pol¨ªticas -Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido de Acci¨®n Nacional (PAN) y Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD)- est¨¢n inmersas en una contienda medi¨¢tica desenfrenada, que ha obligado a intervenir en alg¨²n caso a la Justicia electoral. Felipe Calder¨®n, del PAN (conservador), ha repetido hasta la saciedad que Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, del PRD (izquierda) es un peligro para M¨¦xico. ?ste llama mentiroso al candidato panista, y le acusa de tr¨¢fico de influencias a favor de un cu?ado. Las descalificaciones son interminables en una guerra de anuncios televisivos, en los que una voz en off dibuja escenarios apocal¨ªpticos en el caso de ganar el adversario.

Las elecciones del pr¨®ximo 2 de julio le costar¨¢n al Estado mexicano m¨¢s de 16.000 millones de pesos (1.120 millones de euros), de los que 5.000 millones se destinan a los partidos pol¨ªticos y una cantidad similar a sostener el tremendo aparato burocr¨¢tico del Instituto Federal Electoral (IFE), cuya plantilla se multiplica en periodo electoral, con la contrataci¨®n de 40.000 trabajadores eventuales. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federaci¨®n tiene un presupuesto que ronda los 800 millones anuales Los 32 entes estatales de la federaci¨®n tienen otros tantos institutos electorales, que en casos como Nuevo Le¨®n, estado de M¨¦xico o Jalisco, tienen elevados presupuestos de m¨¢s de 1.000 millones de pesos. Todo este dinero sale de los bolsillos de los contribuyentes.

La financiaci¨®n p¨²blica a los partidos, a?o tras a?o, se calcula a partir de los ¨²ltimos resultados electorales y su representaci¨®n en el Congreso y de f¨®rmulas matem¨¢ticas que establece la ley electoral, como lo que cuesta una campa?a. "Son cantidades muy excesivas para periodos de elecciones intermedias, es decir, no presidenciales", se?ala Jaime C¨¢rdenas, antiguo consejero del IFE y profesor de Derecho Constitucional de la UNAM. Por ejemplo, en las elecciones a diputados federales de 2003, los partidos recibieron casi la misma suma de dinero que en las de este a?o (presidenciales, legislativas, algunas gobernaciones y ayuntamientos).

Los ocho consejeros y el presidente del IFE son elegidos cada siete a?os por la C¨¢mara de Diputados a propuesta de los grupos parlamentarios. Son inamovibles en sus cargos, independientes pol¨ªticamente, al menos en teor¨ªa, y gozan de inmunidad parlamentaria. El salario est¨¢ en el rango m¨¢s alto de la Administraci¨®n p¨²blica, similar al de un magistrado de la Corte Suprema, en torno a los 162.000 d¨®lares anuales. Los partidos pol¨ªticos negocian los nombres de los futuros en un proceso bastante opaco. En la pr¨¢ctica es un acuerdo pol¨ªtico que revalidan los diputados. Los actuales consejeros fueron elegidos en octubre del 2003 con los votos del PRI y el PAN. El PRD vot¨® en contra.

A la financiaci¨®n p¨²blica de los partidos hay que a?adir la que procede de manos privadas, que la Constituci¨®n se?ala que debe ser inferior. Te¨®ricamente hay l¨ªmites, "pero es muy dif¨ªcil controlarlo, porque los partidos no siempre reportan lo que reciben", se?ala C¨¢rdenas.

En la historia electoral reciente de M¨¦xico hay varios esc¨¢ndalos vinculados a la financiaci¨®n irregular de campa?as. Por ejemplo, el caso conocido como Los amigos de Fox de las elecciones del 2000. En aquella ocasi¨®n, el PAN no inform¨® del dinero recibido a trav¨¦s de dos asociaciones -Amigos de Fox y un fideicomiso para el Desarrollo y la Democracia-. El partido tuvo que pagar una multa a la autoridad electoral de 500 millones de pesos. Por su parte, el candidato del PRI, Francisco Labastida, recibi¨® dinero desviado de los recursos del sindicato de la petrolera estatal, en el caso conocido como Pemexgate.