La clase del 76 cambi¨® Sur¨¢frica
Se cumplen 30 a?os de la revuelta de Soweto, en la que murieron 500 estudiantes y que marc¨® el comienzo del fin del r¨¦gimen de 'apartheid'
Hector Peterson tendr¨ªa ahora 42 a?os. Tal vez continuar¨ªa viviendo en Soweto, vibrante ciudad de cuatro millones de habitantes en las afueras de Johannesburgo, y tal vez ser¨ªa abogado, que era en lo que quer¨ªa convertirse, seg¨²n su familia.
El 16 de junio de 1976 ten¨ªa 12 a?os, vest¨ªa uniforme escolar y fue asesinado por la polic¨ªa del apartheid por manifestarse en contra de recibir educaci¨®n en un idioma, el afrikaans, al que ve¨ªa como el lenguaje del opresor, del Gobierno que le trataba como ciudadano de tercera en su tierra. Su fotograf¨ªa, en la que se le ve ya desfallecido en brazos de un joven desencajado, al lado del que corre su hermana, publicada en los siguientes d¨ªas en la prensa internacional, escandaliz¨® a Gobiernos occidentales que hasta entonces hab¨ªan tenido actitudes relajadas con el Gobierno racista surafricano y marc¨® el inicio de su fin, 18 a?os m¨¢s tarde, en una transici¨®n acogida internacionalmente como mod¨¦lica.
El 16 de junio se ha declarado en Sur¨¢frica fiesta nacional y junio el mes de la juventud
No era cuesti¨®n s¨®lo del idioma, recuerdan los l¨ªderes del movimiento estudiantil, de la clase del 76. Con el Congreso Nacional Africano ilegalizado desde 1960 y sus hombres fuertes, Nelson Mandela entre ellos, en la c¨¢rcel con sentencias de por vida y desaparecidos de la vida p¨²blica, la lucha contra el apartheid languidec¨ªa. Hasta la llegada de Steve Biko y su movimiento Black Consciousness (Conciencia Negra), que sirvi¨® de catarsis a la resignaci¨®n y el miedo instaladas en la poblaci¨®n negra.
Sus ideas encontraron acogida en los estudiantes de los asentamientos negros que tampoco ten¨ªan gran cosa que perder: el futuro que les esperaba era o integrarse en las bandas de g¨¢nsteres de los guetos, o trabajar en las minas. No en vano el Gobierno blanco hab¨ªa dise?ado en 1953 un plan para la educaci¨®n de la poblaci¨®n negra, cuyo arquitecto, H. F. Verwoerd, resumi¨® entonces: "No hay lugar para los africanos entre la comunidad europea por encima de determinadas formas de trabajo. No es de ninguna utilidad para el africano recibir una educaci¨®n que pretenda integrarlo en la comunidad blanca".
La pretensi¨®n de sustituir la educaci¨®n en ingl¨¦s por el afrikaans (un idioma descendiente del holand¨¦s) fue el detonante. Espont¨¢neamente, los compa?eros de la escuela de Peterson, Morris Isaacson High School, el 16 de junio de 1976 salieron al fr¨ªo invierno de Sur¨¢frica a protestar y se dirigieron a la Orlando West School, donde se les unieron otros centenares de estudiantes. La polic¨ªa respondi¨® con perros y gas lacrim¨®geno. Cuando los j¨®venes, desarmados, mataron a dos perros, los polic¨ªas dispararon con fuego real. La revuelta se prolong¨® por semanas y se extendi¨® a todo el pa¨ªs.
M¨¢s de 500 estudiantes fallecieron en tres semanas. Biko muri¨® torturado en comisar¨ªa en 1977. Los boicoteos internacionales econ¨®micos a Sur¨¢frica se iniciaron. El Gobierno intent¨® diversas reformas en la Bantu Education, pero las quejas continuaron y las organizaciones de estudiantes engrosaron las filas de los movimientos antirracistas hasta 1994, cuando el Gobierno de F. W. de Klerk, presionado interna y externamente, y con un pa¨ªs al borde de la quiebra econ¨®mica, decidi¨® la puesta en libertad de Mandela y el inicio de la transici¨®n hacia la democracia.
La Morris Isaacson High School y la Orlando West School est¨¢n unidas por una hilera de ladrillos rojos en el pavimento, simbolizando la sangre derramada. Soweto (South West Township), es una ciudad optimista en la que los restaurantes acogen a turistas que visitan el museo de Hector Peterson, en el que trabaja su hermana, y las casas de Mandela y Desmond Tutu. Hay centros comerciales nuevos y se plantea la apertura de un hotel de cuatro estrellas. El 16 de junio se ha declarado Fiesta Nacional y junio es el mes de la juventud, en el que la foto de Peterson es reproducida en miles de ocasiones. Pero el futuro no es rosa.
El presidente surafricano, Thabo Mbeki, que sustituy¨® a Mandela en 1999, en un discurso sincero alertaba ayer ante los 20.000 j¨®venes que llenaron un estadio de Soweto de los retos que deben encarar: pobreza, desempleo, alcohol, drogas y sida. Y los inst¨® a seguir los pasos de la clase de 1976 "en defensa de la libertad".
La pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno del ANC (siglas en ingl¨¦s del Congreso Nacional Africano) ha seguido los dictados neoliberales del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial. El crecimiento econ¨®mico surafricano es continuo y por encima del 5%, pero ha sido a costa de mayor p¨¦rdida de puestos de trabajo (se calcula que el 40% de la poblaci¨®n est¨¢ en el paro) y la desigualdad econ¨®mica entre ricos y pobres se ha incrementado en los ¨²ltimos a?os, por lo que no es de extra?ar que el crimen sea imparable. A Mbeki tambi¨¦n se le acusa de haber actuado tarde para atajar la epidemia de sida. Se calcula que m¨¢s de cinco millones de surafricanos (de un pa¨ªs de 45 millones, 38 millones de raza negra y 5,4 millones de blancos) son seropositivos y 900 mueren diariamente.
El arzobispo Desmond Tutu, que en m¨¢s de una ocasi¨®n ha mantenido rifirrafes dial¨¦cticos con el presidente, aprovech¨® el d¨ªa de ayer para alertar sobre la necesidad de acabar con la pobreza. "Nos sentamos en un polvor¨ªn y si no hacemos algo pronto, todo lo conseguido se convertir¨¢ en humo", asegur¨® el religioso anglicano.
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