Dormir en el palacio de una reina
POUSADA DE DONA MARIA I, rococ¨® lusitano en Queluz, a las afueras de Lisboa
Desde que, en 1830, el Arsenal Real del Ej¨¦rcito portugu¨¦s pusiera en marcha el reloj de la torre, su complejo engranaje no ha cesado de dar las horas en el palacio de Queluz, a veinte minutos escasos de Lisboa. Un tic-tac levemente audible desde la explanada y los jardines dise?ados en tiempos de Jo?o VI, a cuyo regreso de su exilio brasile?o observ¨® que todo hab¨ªa sido devastado por las tropas napole¨®nicas salvo el campanario. Tic-tac, ruido de sables y ta?idos de badajo, como los que anunciaron el 28 de julio de 1819 el nacimiento de la princesa Maria da Gl¨®ria, futura reina de Portugal, madrina en la memoria de la pousada que lleva su nombre. El complejo arquitect¨®nico albergaba por aquella ¨¦poca los aposentos del servicio adscrito a la corte. Con la construcci¨®n del palacio lisboeta de Ajuda, a mediados del siglo XIX, Queluz se convirti¨® en residencia de vacaciones de la familia real, aunque la pujanza estival de Sintra y Cascais acab¨® por condenarlo al olvido con el consiguiente deterioro.
POUSADA DE DONA MARIA I
Categor¨ªa: 4 estrellas. Lago do Pal¨¢cio Nacional de Queluz. Queluz, Lisboa. Tel¨¦fono 00 351 214 35 61 58. Fax 00 351 214 35 61 89. Central de reservas: 902 33 63 63 (atenci¨®n en espa?ol). Internet: www.pousadas.pt. Instalaciones: sal¨®n, salas de reuniones (130 personas), bar, comedor. Habitaciones: 24 dobles y 2 'suites'; todas con ba?o, calefacci¨®n, aire acondicionado, tel¨¦fono, TV sat¨¦lite, radio, minibar, albornoz, secador. Servicios: no hay facilidades para discapacitados, no admite perros, transporte al aeropuerto. Precios: temporada alta, 137 euros + 7% IVA; temporada baja, 112 euros + 7% IVA; desayuno incluido. Oferta de verano, siete noches por 1.050 euros. Tarjetas de cr¨¦dito: American Express, Visa.
Arquitectura ... 9
Decoraci¨®n ... 7
Estado de conservaci¨®n ... 8
Confortabilidad habitaciones ... 6
Aseos ... 6
Ambiente ... 7
Desayuno ... 6
Atenci¨®n ... 7
Tranquilidad ... 7
Instalaciones ... 5
Estilo imperio
Parece evidente, despu¨¦s de una concienzuda rehabilitaci¨®n y metamorfosis tur¨ªstica, el inter¨¦s de los arquitectos en recrear aqu¨ª un ambiente historicista m¨¢s pr¨®ximo al rococ¨® que el de otros edificios de su entorno monumental. De muestra, las orlas pintadas en el encuentro de las paredes o la marqueter¨ªa estilo imperio de los muebles. En los salones prevalecen los estucados, las ara?as regias y los cortinajes hasta el suelo. Un coqueto sal¨®n de convenciones ocupa el lugar del antiguo teatro, que a¨²n conserva la boca del escenario pintada de verde y el gallinero con su barandilla dorada.
M¨¢s severos, los dormitorios brindan un espacio muy holgado al hu¨¦sped, cl¨¢sico en las viviendas de cierta prosapia, con plafones altos y estucados, molduras variopintas, rodapi¨¦s a media altura, suelos de parqu¨¦ y ventanucos -la mayor¨ªa- orientados al palacio y a su cuerpo de guardia. Nada se ve fuera de lugar. Nada desmerece de lo que cabr¨ªa esperar bajo el marchamo Pousadas de Portugal. Si acaso, sobresalen por sus ditirambos est¨¦ticos aquellas que proyectan hacia el exterior un balc¨®n esquinero, con la sala de abluciones revestida de m¨¢rmol, ba?era de burbujas y Boccherini de fondo musical.
En un anexo independiente, a cien metros de la pousada, donde anta?o funcionaban las cocinas del palacio, el restaurante Cozinha Velha invita cada noche a descubrir platos lusos. Nada como disfrutar de un cordero a la brasa y rematar los postres con una copita de oporto frente a la gran campana de la chimenea original, entre relucientes cacharros de cobre. "Oi?o guitarras vibrando e vozes cantando na rua sombria", en notas de Am¨¢lia Rodrigues.
ALREDEDORES
EL PALACIO REAL de Queluz, frente a la pousada, acoge hoy a los hu¨¦spedes oficiales de la Rep¨²blica. Inspirado en las construcciones versallescas, lo rodean unos laber¨ªnticos jardines del siglo XVIII engalanados con fuentes, estanques y estatuas. Fue declarado monumento nacional en 1910.La l¨ªnea de Sintra pone el tren a un tiro de Lisboa, que dista 14 kil¨®metros de Queluz. La capital portuguesa merece dejar el coche bien guardado y pasear sus barrios tradicionales de Al-fama, Mourer¨ªa y Chiado. En este ¨²ltimo, tras la reconstrucci¨®n planeada por el arquitecto ?lvaro Siza despu¨¦s de un gran incendio, el verano invita a fisgar en sus librer¨ªas y tomarse un caf¨¦ en las terrazas de las calles del Carmo y Garret. Desde el castillo de San Jorge, donde la pousada dispone de un restaurante t¨ªpico, se goza de unas vistas soberbias sobre toda la ciudad.
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