El clasicismo se reivindica en el S¨®nar
Los organizadores del festival estiman las visitas en m¨¢s de 85.000
Cl¨¢sicos como Chic y Linton Kwesi Johnson, futuros cl¨¢sicos como DJ Krush y DJ Shadow, y figuras hechas cl¨¢sicas por el propio festival como Herbert y Laurent Garnier fueron los nombres destacados de la primera jornada nocturna del S¨®nar, celebrada el pasado viernes en el Pol¨ªgono Pedrosa. Respecto a la jornada diurna de ayer, Tucker, Fat Freddys Drop y Elliot Lip protagonizaron las primeras fases de una jornada que ten¨ªa previsto concluir con la presencia de unas 13.000 personas, lo cual sit¨²a la asistencia al festival en torno a 85.000 visitas en sus tres d¨ªas.
En el apartado nocturno cabe se?alar que el S¨®nar ha aprobado con nota la incorporaci¨®n de un nuevo escenario en el Pol¨ªgono Pedrosa, m¨¢s que nunca un espacio de fara¨®nicas proporciones que justifica que el jefe de producci¨®n circule por las entra?as del recinto con un ingenio el¨¦ctrico similar a un pat¨ªn. No es para menos. La incorporaci¨®n de ese nuevo escenario al aire libre, el S¨®nar Lab, ha reubicado al S¨®nar Pub, que siendo el m¨¢s lejano de todos los escenarios fue el que registr¨® el llenazo de la noche con las especulaciones progresivas de Laurent Garnier, quien cada d¨ªa recuerda m¨¢s a Nacho Cano movi¨¦ndose en escena. Le apoyaron el teclista Bugge Wesseltoft en plan Joe Zawinull y un saxofonista, con quienes llev¨® a cabo un arranque de concierto en plan jazz progresivo. ?Para cu¨¢ndo la reunificaci¨®n de Weather Report en el S¨®nar?
A falta de unos, tuvimos a otros, y la cita con la historia se llam¨® Chic, banda que ofreci¨® un concierto que pareci¨® preciosista pero que se oy¨® bastante mal. La afilada guitarra de Rodgers se perdi¨® entre el sonido general de la banda, que no acab¨® de llenar con definici¨®n y presencia el enorme recinto donde actu¨®. La recuperaci¨®n de cl¨¢sicos como, por ejemplo, Le freak, Everybody dance, I want your love, Dance dance dance y la final Good times, cantada junto al beatboxer Rhazel, hablaron de tiempos de sat¨¦n y glamour. La perla de la noche fue de ellos, pues en la presentaci¨®n de The freak una de sus vocalistas dijo: "Esto es m¨²sica real, no m¨²sica hecha con m¨¢quinas". Como hablar de eutanasia en el Vaticano. De rebeli¨®n, conciencia y antifascismo habl¨® Linton Kwesi Johnson, protagonista de uno de los mejores conciertos de la noche. Con una banda maravillosa que son¨® con una fidelidad pasmosa, el jamaicano afincado en Londres dej¨® ir sus letan¨ªas po¨¦ticas con el hieratismo propio de los profetas de la palabra. De voz grave y gesto adusto, Linton lo bord¨® con un concierto austero en el que el reggae derivaba en dub incitando al acompasado movimiento del p¨²blico. Una se?ora actuaci¨®n. No lleg¨® a tanto la protagonizada por Herbert, quien al frente de una numerosa banda pareci¨® no haber tomado en directo el pulso a su ¨²ltimo disco. Como muestra s¨®lo cabe citar Harmonise, pieza que en directo no lleg¨® ni de lejos al preciosismo que muestra en el disco. El artista ingl¨¦s hab¨ªa definido el S¨®nar como "un entorno seguro para decepcionar de manera espectacular", y aunque su concierto no result¨® brillante, la decepci¨®n tampoco lleg¨® a ser espectacular. La noche se redonde¨® con las actuaciones de Jeff Mills, DJ Krush y DJ Shadow.
La jornada diurna del s¨¢bado destac¨® a Elliot Lipp y su estupendo hip hop instrumental. ?l fue el encargado de abrir el escenario S¨®nar Dome por la tarde, un escenario que, obligado a trabajar a un volumen muy bajo, se convierte en una aportaci¨®n puramente est¨¦tica al festival. De hecho, en la estupenda sesi¨®n de Lipp era necesario acercarse a los altavoces para escuchar algo m¨¢s que el murmullo de las conversaciones del p¨²blico. Ciertamente, carece de sentido escuchar conciertos con el sonido tan limitado.
M¨¢s tarde, la espectacular y f¨ªsica actuaci¨®n de Tucker, un hombre orquesta japon¨¦s que tocaba el teclado, el bajo y la bater¨ªa sample¨¢ndose en directo y llegando a hacer scratch con la lengua para recrear una alocada mezcla entre Esquivel y Boney M en plan cafre, concentr¨® la atenci¨®n del p¨²blico, asombrado, en el Village. All¨ª triunf¨® tambi¨¦n el reggae-dub de Fat Freddys Drop, un grupo neozeland¨¦s que empuj¨® la creciente presencia de lo ac¨²stico en el S¨®nar gracias a una estupenda secci¨®n de metal. El extremismo de Nobukazu Takemura, otro artista empleando bater¨ªa, y el encanto na?f y un poco simpl¨®n de la Modified Toy Orchestra -s¨ª, instrumentos de juguete- fueron otras notas destacadas de una jornada que esperaba cerrarse ya con la oscuridad cayendo sobre el S¨®nar con las actuaciones de Kimmo Pojonen y Ryoji Ikeda.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.