Las grandes fortunas reh¨²yen el riesgo
Inmuebles, hoteles y bancos captan las inversiones de los muy ricos

La familia Del Pino ha protagonizado una de las grandes historias de ¨¦xito empresarial en Espa?a. Ferrovial creci¨® como constructora y se ha convertido en un gigante de las infraestructuras y los servicios tras la adquisici¨®n de BAA, el primer gestor mundial de aeropuertos. La empresa es relativamente joven y su salida a Bolsa data de mayo de 1999. Hasta entonces, los Del Pino eran los t¨ªpicos empresarios familiares: ricos en acciones y pobres en dinero. La salida a Bolsa cambi¨® muchas cosas. "Vi que hab¨ªa que prestar algunos servicios a la familia, hacer declaraciones de impuestos y del patrimonio... Naci¨® as¨ª el embri¨®n de lo que ahora llamamos family office", describe Rafael del Pino en un documento de esa ¨¦poca.
La mala experiencia con las 'puntocom' ha hecho conservadores a los ricos
Muchos empresarios han creado oficinas de familia para sacar partido del patrimonio
Ese mismo camino han seguido las grandes fortunas en Espa?a, los ultrarricos que aparecen en los famosos rankings de la revista Forbes. Con la econom¨ªa espa?ola escalando posiciones, han empezado a aparecer tambi¨¦n grandes fortunas entre los empresarios con grandes patrimonios para invertir. Los Amancio Ortega, Alicia Koplowitz, Manuel Jov¨¦ o Jos¨¦ Manuel Lara, entre otros muchos, han creado oficinas de familia con un objetivo claro: pagar pocos impuestos y sacar partido de un patrimonio multimillonario.
Los ¨²ltimos movimientos de las grandes fortunas certifican el auge de esta tendencia. Los Andic (Mango) han entrado en Banco Sabadell; el empresario inmobiliario Luis Portillo (Inmocaral) en el BBVA, el SCH, el Popular y Metrovacesa; y los Carulla (Agrolimen) y los Serratosa (Uralita) en la nueva aerol¨ªnea de bajo coste de Iberia.Y as¨ª sucesivamente.
El patr¨®n inversor de las grandes fortunas espa?olas se repite con una precisi¨®n casi matem¨¢tica: renta fija, Bolsa, inmuebles, hoteles "y poca cosa m¨¢s", describe Pedro Nueno, profesor de la escuela de negocios IESE y un habitual de los consejos de administraci¨®n de algunas de esas empresas. "En los a?os noventa los grandes patrimonios asum¨ªan algo de riesgo en sus inversiones. Pero la mala experiencia con las puntocom les ha llevado a asumir pocos riesgos. Son muy conservadores", apunta.
La family office de los Del Pino sirve como ejemplo, pero las del resto de grandes empresarios funcionan de la misma manera. "Hace falta un fiscalista, un economista y un jurista. ?sas son las tres patas principales para conseguir, por lo menos, dos cosas fundamentales: ayudar a mantener la unidad familiar y mejorar el rendimiento del patrimonio de los activos de la familia", seg¨²n Del Pino. Hoy, su family office ha crecido y tiene una estructura mayor, con ocho personas. Otras, como la de Amancio Ortega, tienen en n¨®mina m¨¢s de 20 profesionales. Pero los objetivos siguen siendo similares. "Una cartera muy diversificada, buscando el equilibrio entre seguridad y rentabilidad, y una separaci¨®n total con el Grupo Ferrovial", destacan fuentes pr¨®ximas a esta oficina de familia, que tiene como mascar¨®n de proa a la sociedad Casa Grande de Cartagena.
Como se adivina por su nombre, las family offices son un invento saj¨®n. Nacieron hace m¨¢s de un siglo en Estados Unidos, mientras iban surgiendo las grandes familias empresariales. El propio Rockefeller cre¨® una de estas oficinas. A Espa?a llegaron hace unos 30 a?os, explica Salvador Guillermo, del Instituto de la Empresa Familiar, y actualmente operan "con equipos propios y a veces combinados con bancos de inversi¨®n o equipos de banca privada". Y con unos criterios de inversi¨®n muy definidos: "Est¨¢n todos en Bolsa y en el sector inmobiliario, pero ¨²ltimamente la inversi¨®n m¨¢gica es en el sector hotelero", explica Guillermo.
Las f¨®rmulas de inversi¨®n son diversas. Para la Bolsa, el veh¨ªculo de inversi¨®n favorito son las sociedades de inversi¨®n de renta variable (sicav), que proporcionan buena cobertura fiscal. Pero la tendencia reciente es desplazar a sociedades instrumentales las inversiones directas. Por dos razones: por un lado, evitar el riesgo de entrada de inversores no deseados en esas sociedades; por otro, por la obligaci¨®n de comunicar las inversiones a la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV). "Una de las caracter¨ªsticas comunes a las grandes fortunas es la voluntad de huir del escaparate; eludir el escrutinio p¨²blico", explica Borja Dur¨¢n, consejero delegado de Family Office Espa?a, empresa que gestiona oficinas familiares.
Pero el perfil inversor de los ultrarricos no convence a los expertos consultados. Las ¨²ltimas operaciones "son movimientos de repliegue, claramente defensivos. Inversiones sobre todo inmobiliarias y en empresas del Ibex con recursos que a veces se detraen de la empresa familiar", apunta Carlos Losada, director de la escuela de negocios Esade. Losada explica que hace 10 a?os muchas de estas familias "se atrev¨ªan con el capital riesgo, una opci¨®n que tiene mucho valor en una sociedad algo dormida como la europea. Pero eso ha pasado a la historia". Y lanza una advertencia: "Las econom¨ªas funcionan en la medida en que hay emprendedores capaces de poner en marcha empresas y gente dispuesta a invertir. Hace falta arriesgar m¨¢s".
Los expertos consultados tienen la misma percepci¨®n. Para Nueno, "en EE UU, las grandes fortunas todav¨ªa siguen apostando por empresas tecnol¨®gicas e ideas novedosas en el sector de la electr¨®nica e internet. En Espa?a las grandes fortunas est¨¢n creando grandes corporaciones empresariales, diversificando y haci¨¦ndolo bien, pero los retornos van a la renta fija, la Bolsa y el ladrillo". "Casi sin excepciones", apostilla.
Una de las pocas es la familia Lara, propietaria de Planeta. Al margen de las inversiones del grupo editorial, ha sido uno de los impulsores de la aerol¨ªnea Vueling, y est¨¢ en negocios tan diversos como el bancario (en el Sabadell) y el inmobiliario (tiene una participaci¨®n en Sacresa y en Metr¨®polis). Pero anteriormente estuvo tambi¨¦n en el sector qu¨ªmico (La Seda) y lanz¨® un portal de internet (Estubroker).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
