Relevo en Eslovaquia

El primer ministro eslovaco, Mikulas Dzurinda, ha gobernado durante ocho a?os con una pol¨ªtica de duras reformas de liberalizaci¨®n que ha cosechado un fuerte crecimiento econ¨®mico, aplausos de los economistas liberales y la masiva afluencia de capital extranjero, incluida la llegada de industrias procedentes de otros pa¨ªses de la Uni¨®n Europea, entre los que se encuentra Espa?a. En las elecciones del s¨¢bado, sin embargo, ha quedado demostrado que gran parte de la poblaci¨®n no se ha sentido beneficiaria de la pol¨ªtica liberal ni esperanzada con serlo en un futuro pr¨®ximo.

S¨®lo as¨ª puede interpretarse la contundente derrota de la democracia cristiana (SDKU) de Dzurinda ante el partido izquierdista SMER de Robert Fico que, con un mensaje muy populista y casi anticapitalista, con promesas de liquidar las reformas liberalizadoras, ha logrado el 29,4% de los votos y un tercio de los 150 esca?os del parlamento de Bratislava. El partido de Dzurinda se qued¨® en el 18,4%.

Si el rev¨¦s del partido gobernante se explica por el costo social que las reformas han tenido en los sectores menos favorecidos, otros fen¨®menos resultan mucho m¨¢s alarmante como los 20 esca?os y el 12% de los votos del Partido Nacional Eslovaco, ultra, racista, antih¨²ngaro y antigitano. El Partido de los H¨²ngaros con un 11% y otros dos partidos con el 8% cada uno completan un escenario pol¨ªtico fraccionado y muy preocupante por la polarizaci¨®n que se ha creado entre los grandes partidos democr¨¢ticos y que podr¨ªa llevar a extra?as coaliciones con extremistas como ha sucedido en la vecina Polonia. Otra evoluci¨®n preocupante en la regi¨®n, la ca¨ªda de la participaci¨®n, contin¨²a y el s¨¢bado no lleg¨® al 55%.