Una tirada de 1.936 serigraf¨ªas

El homenaje a los combatientes de la guerra civil estuvo cargado de simbolismo por todos los lados. Hubo muchas banderas -republicanas, comunistas de ANV, de la CNT e ikurri?as-, la mayor¨ªa nuevas, pero tambi¨¦n de las que fueron al frente y sobrevivieron escondidas hasta la llegada de la democracia. La organizaci¨®n reparti¨® entre los asistentes 2.500 pa?uelos en los que se reproduc¨ªa la silueta de la escultura creada por Juan Jos¨¦ Novella y 4.000 folletos en los que se explicaba la iniciativa de Aterpe 1936, la organizaci¨®n nacida el pasado a?o con la voluntad de reunir a partidos y sindicatos de distintas tendencias y de cerrar las heridas abiertas hace 70 a?os "con justicia y recordando a sus verdaderos protagonistas". La publicaci¨®n est¨¢ llena de fotograf¨ªas de batallones vascos, de combatientes en el frente y de la marcha al exilio y la c¨¢rcel, procedentes en su mayor¨ªa de los fondos de la CNT y de las fundaciones Sabino Arana y Pablo Iglesias.

El regalo m¨¢s apreciado por los participantes en el homenaje fue una serigraf¨ªa que reproduce la imagen de la escultura de Novella instalada en Artxanda. La organizaci¨®n prepar¨® una tirada da de 1.936 copias, numeradas y firmadas por el autor, que se repartieron al t¨¦rmino del acto oficial. Tras los discursos, las autoridades colocaron un gran centro de flores junto a la placa que recuerda los nombres de todos los batallones que lucharon en la guerra bajo el mando del Gobierno de Euskadi.

El resto de los asistentes pudieron unirse a la ofrenda depositando claveles rojos junto a la escultura. Muchos lo hicieron con l¨¢grimas en los ojos. Acabada la ceremonia, lleg¨® el momento de celebrarlo con un aperitivo. En mesas repartidas por el parque de Artxanda y bajo una carpa se ofreci¨® vino, refrescos y algo para picar. "Poca cosa", dec¨ªa un miembro de la organizaci¨®n. "Es una excusa para las batallitas".