Una obra de Klimt se convierte en el cuadro m¨¢s caro de la historia
El magnate Ronald S. Lauder compra el retrato 'Adele Bloch-Bauer I' por 106,8 millones
Klimt ha superado a Picasso. El retrato Adele Bloch-Bauer I, pintado por el artista austriaco en 1907, se ha convertido en el cuadro m¨¢s caro de la historia al ser adquirido por el magnate de la cosm¨¦tica Ronald S. Lauder, hijo de la legendaria Est¨¦e Lauder, por 135 millones de d¨®lares (106,8 millones de euros). El retrato se exhibir¨¢ en Nueva York a partir del mes pr¨®ximo. Hasta ahora era Picasso quien dominaba en el olimpo del mercado del arte con Muchacho con pipa, vendido por 82,4 millones de euros, y con Dora Maar con gato (1941), que se subast¨® hace un mes en Sotheby's por 75 millones.
Maria Altmann, sobrina de Adele, la mujer retratada por Klimt en lo que se considera una de sus mejores obras, se ha desprendido del c¨¦lebre lienzo para que cuelgue, desde el pr¨®ximo 13 de julio, en la Neue Gallery de Nueva York, un peque?o museo dedicado al arte germ¨¢nico del siglo XX fundado por Lauder hace cinco a?os. "Adele es nuestra Mona Lisa. Es una adquisici¨®n sin precedentes", declar¨® el comprador en el diario The New York Times, donde se hizo ayer p¨²blica la cifra, en cuya negociaci¨®n intervino la casa de subastas Christie's.
Durante seis d¨¦cadas, el retrato de tonos dorados de Adele Bloch-Bauer, una intelectual austriaca de principios del siglo XX, considerada una de las amantes del pintor, colg¨® de las paredes de la Austrian Gallery, en Viena, junto a El beso, otra de las obras cumbre de Klimt. Hab¨ªa sido un encargo del marido de la retratada, Ferdinand Bloch-Bauer, y formaba parte de la colecci¨®n de la pareja, que pose¨ªa cuatro obras m¨¢s de Klimt: otro retrato de Adele datado en 1911 y tres paisajes. Adele falleci¨® en 1925 sin que ninguno de sus tres hijos la sobreviviera y en su testamento solicit¨® que tras morir su marido los lienzos fueran donados al Gobierno austriaco. Sin embargo, Ferdinand, un rico empresario jud¨ªo del az¨²car, que huy¨® a Suiza tras la anexi¨®n nazi de Austria en 1938, revoc¨® el testamento de su esposa y decidi¨® que toda su fortuna, incluidos los cuadros, fueran heredados por sus tres sobrinos, Luise, Robert y Maria.
Pero hace apenas seis meses que las obras de Klimt llegaron a manos de la nonagenaria Maria, la ¨²nica superviviente de aquel testamento. Desde el final de la II Guerra Mundial, los tres sobrinos de Adele y Ferdinand intentaron recuperar el patrimonio de sus t¨ªos, saqueado y repartido entre los nazis. El Gobierno austriaco les devolvi¨® algo pero no los klimt.
Tras el descubrimiento del testamento de Adele en 1988, donde simplemente se expresaba su deseo de donar las obras al Gobierno de su pa¨ªs, los herederos comenzaron una batalla legal que les llev¨® a denunciar a Austria ante Estados Unidos en 2000. Aquella denuncia, sin precedentes legales, fue finalmente aceptada por el Tribunal Supremo estadounidense en 2004. El pasado enero un tribunal de arbitraje austriaco dio la raz¨®n a Maria Altmann, residente en Los ?ngeles desde 1942, y le tuvo que devolver los cuadros de Klimt.
La noticia de la venta a la Neue Gallery de Nueva York no ha sido bien recibida en Austria. "Si las autoridades austriacas hubieran sido un poco m¨¢s h¨¢biles habr¨ªan conseguido el retrato gratis", declar¨® a France Press Rudolf Leopold, director del Museo de Arte Moderno de ese pa¨ªs. "Tenemos que asumir una p¨¦rdida art¨ªstica", dijo Hannes Androsch, ex ministro de finanzas austriaco.
Maria Altmann a¨²n no sabe qu¨¦ har¨¢ con los otros cuatro lienzos de Klimt, valorados en unos ochenta millones de euros, aunque ya le est¨¢n lloviendo las ofertas. De momento, se los ha prestado a la Neue Gallery para que se exhiban junto al retrato de su t¨ªa. "No s¨¦. No puedo decidir. Me gustar¨ªa que terminaran en alg¨²n museo", ha dicho Altmann. No ser¨ªa sorprendente que fuera Lauder quien los adquiriera. "Siempre fue muy generoso y nos apoy¨® en todo momento. Conoce muy bien Austria y es un gran amante de Klimt", declar¨® respecto a un hombre que desde el principio de la disputa entre ella y el Gobierno austriaco se puso de parte de Altmann y cuya relaci¨®n con aquel pa¨ªs no s¨®lo se limita a esta compra hist¨®rica.
Lauder, heredero del imperio de la cosm¨¦tica Est¨¦e Lauder Inc, fundado por su madre en los a?os cuarenta, fue nombrado por Ronald Reagan embajador de Estados Unidos en Austria en 1986. Su enfrentamiento personal contra el presidente austriaco de origen nazi Kurt Waldheim le llev¨® tambi¨¦n a ahondar en sus ra¨ªces jud¨ªas (era de origen h¨²ngaro) y a crear en 1987 la fundaci¨®n que lleva su nombre, dedicada a ayudar a la di¨¢spora jud¨ªa. Pero durante su estancia en Austria pudo adem¨¢s desarrollar sus conocimientos sobre el arte de origen germ¨¢nico, que le servir¨ªan para crear en 2001 la Neue Gallery. El peque?o museo neoyorquino trata de emular a la Neue Gallery de Viena, un espacio nacido en plena d¨¦cada de los veinte donde se mostr¨® el arte austriaco y alem¨¢n m¨¢s innovador de aquella ¨¦poca. Tanto Lauder como su amigo Serge Sebasky, marchante de arte, a cuya memoria est¨¢ dedicada la Neue Gallery, so?aron durante treinta a?os con crear un espacio similar en Nueva York y tras la muerte de Sebasky, en 1996, Lauder hizo su sue?o realidad utilizando, entre otros, fondos de su colecci¨®n personal de arte.
Comprar el retrato de Adele Bloch-Bauer es como haber adquirido un pedazo de historia. Aquella mujer de palidez centroeuropea y labios carnosos a la que Klimt dedic¨® varias obras fue una de las mujeres m¨¢s c¨¦lebres de la Viena de principios de siglo. Adelantada a su tiempo, organizaba tertulias y fiestas espectaculares en las que se codeaba con intelectuales de su tiempo como Richard Strauss o Egon Schiele, disc¨ªpulo de Klimt. "Le hubiera encantado ser una mujer de hoy, ir a la Universidad y trabajar en el Gobierno", asegur¨® Altmann recordando a su t¨ªa.Maria Altmann a¨²n no sabe qu¨¦ har¨¢ con los otros cuatro lienzos de Klimt que posee
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