Socios estrat¨¦gicos

Las relaciones pol¨ªticas entre Espa?a y Estados Unidos han experimentado una franca mejor¨ªa en los ¨²ltimos meses. La entrevista de ayer en Washington entre Miguel ?ngel Moratinos y Condoleezza Rice, as¨ª lo reflej¨®. No es cuesti¨®n de minutos, ni siquiera de gestos -aunque la conferencia de prensa conjunta sea bienvenida-, sino de intereses y de contenido.

A pesar de los desacuerdos sobre la retirada espa?ola de Irak y sobre la propia guerra, o de tener posiciones no coincidentes sobre Cuba -aunque el objetivo de una democracia cubana sea compartido para el poscastrismo-, crecen los puntos de coincidencia: Oriente Pr¨®ximo; Afganist¨¢n, donde, pese al deterioro de la situaci¨®n, Espa?a, con la OTAN, est¨¢ incrementando su compromiso; y la lucha contra el terrorismo. Moratinos anunci¨® incluso la voluntad de cooperar m¨¢s en la reconstrucci¨®n de Irak. Sin embargo, ser¨ªa lamentable que, por deferencia hacia el "socio y aliado estrat¨¦gico", el Gobierno espa?ol no insistiera en que se haga toda la luz sobre los bochornosos vuelos de la CIA para la captura y entrega ilegal de presos.

Es un gran cambio que el ministro espa?ol diga que "necesitamos m¨¢s Estados Unidos en Latinoam¨¦rica", y que Espa?a debe "complementar" esa relaci¨®n. Quiz¨¢ hubiera sido m¨¢s correcto abordarlo desde una visi¨®n triangular: Am¨¦rica Latina-Espa?a-EE UU. Ni a Madrid ni a Washington, ni a Am¨¦rica Latina les conviene la extensi¨®n de la influencia de Ch¨¢vez por el subcontinente. Pero en el an¨¢lisis compartido hay que ir a las ra¨ªces de las cosas y explicar nuevos factores como el indigenismo o la recuperaci¨®n de la soberan¨ªa sobre los recursos. Moratinos habla a menudo de un "nuevo Occidente" basado en los valores antes que en la geograf¨ªa y que ha de incluir a los latinoamericanos que los compartan. Las relaciones transatl¨¢nticas no se deben referir s¨®lo al Atl¨¢ntico Norte.

Que ayer se reactivara en el Congreso estadounidense el caucus de los Amigos de Espa?a, integrado en su mayor parte por republicanos, es s¨ªntoma ya no de deshielo, sino de construcci¨®n y de avances que se han de plasmar en la primera visita de la secretaria de Estado a Madrid, antes de fin de a?o, anunciada por Rice ayer. Las Cortes deber¨ªan corresponder con un foro similar cuya constituci¨®n pedir¨¢ Moratinos a su regreso. Cuando las inversiones espa?olas en EE UU han aumentado un 50%, cuando hay tantos intereses cruzados y compartidos, se ha de imponer la tozudez del entendimiento y la superaci¨®n de los desencuentros, aunque ni Bush ni Zapatero parezcan estar, todav¨ªa, por la labor de reunirse alg¨²n d¨ªa a solas.