La imagen de Carles Santos
Tuvo que dar la vuelta al mundo la bailarina, modelo estilista y dise?adora de vestuario Mariaelena Roqu¨¦ para hallar en Vinar¨°s, a 114 kil¨®metros de su Tarragona natal, la horma art¨ªstica que cambi¨® de forma determinante el rumbo de su trayectoria. Una trayectoria marcada, desde hace dos d¨¦cadas, por la arrolladora personalidad musical y art¨ªstica de Carles Santos, a quien conoci¨® por azar en 1982 y que, a juicio de la propia Roqu¨¦, ha sido quien le ha abierto, y le sigue abriendo, puntualiza, las puertas de un inmenso y maravilloso mundo de fantas¨ªa para la creaci¨®n. Todo un universo en el que se mezclan filias y fobias, obsesiones y perversiones a las que ella pone imagen, color y volumen con desbordantes y espectaculares trajes, que se arman y desarman en escena, que remiten en formas a periodos hist¨®ricos desde la Grecia cl¨¢sica a nuestros d¨ªas y que mezclan los m¨¢s diversos materiales para vestir las formas y las fantas¨ªas que uno pueda imaginarse.
De los varios centenares de trajes creados desde 1986 para los espect¨¢culos esc¨¦nico-musicales de Carles Santos por esta artista criada en Venezuela y de formaci¨®n autodidacta 80 se exhiben, desde hoy y hasta el 26 de noviembre pr¨®ximo, en el Museo T¨¦xtil y de Indumentaria de Barcelona en la exposici¨®n Mariaelenea Roqu¨¦ desnuda a Carles Santos, una exhibici¨®n que muestra parte de los trajes selecionados mezclados entre la colecci¨®n permanente del museo interrelacion¨¢ndolos en un juego de espejos en el que, salvo por la diferente iluminaci¨®n de cada uno de los vestidos, no siempre resulta f¨¢cil discernir el traje real de ¨¦poca y el vestido de creaci¨®n teatral que Mariaelena Roque trata como una obra de arte ¨²nica. "Nunca reciclo mis obras. Me niego rotundamente a reutilizar los trajes y hago que conste por contrato. Nunca pierdo la esperanza de que los vestidos sigan vivos en el repertorio tal y como fueron creados y en el espect¨¢culo para los que los dise?¨¦", dice.
"Desnudar al artista, al compositor, al pianista, al creador, para vestir su m¨²sica", as¨ª describe Jaume Maym¨®, comisario de la exposici¨®n, el trabajo de Roqu¨¦, cuya labor considera que ha sido ensombrecida por el peso de la marca Carles Santos. La artista, sin embargo, no le da importancia, afirma que desde el inicio de su colaboraci¨®n con el compositor y pianista, a mitad de la d¨¦cada de 1980, lo tuvo claro. "La fuerza creativa de su trabajo estaba all¨ª, pero le faltaba la presencia y decid¨ª que yo ser¨ªa quien crear¨ªa una imagen para su obra", explica. Una imagen ya indisociable del trabajo de Santos donde los vestidos traducen toda la imaginer¨ªa, fantas¨ªa y fetichimos que bulle en la mente del compositor.
Dec¨ªa el dramaturgo, escen¨®grafo y director teatral polaco Tadeusz Kantor: "con relaci¨®n al organismo vivo que es el actor, el traje adquiere nuevas funciones al ser resonador y trampa, red y amplificador, a veces traba y freno, tal vez verdugo y v¨ªctima, al existir junto al actor como objeto de su malabarismo". Mariaelena Roqu¨¦ crea sus trajes al servicio de los personajes y los actores que los interpretan para convertirlos en escenograf¨ªa misma. Actor y vestido forman una unidad indisociable pre?ada de una carga simb¨®lica asociada al universo de Carles Santos, que se funde con el de Mariaelena Roqu¨¦. "No necesitamos palabras. El resultado de nuestro trabajo es pura telepat¨ªa. Ni ¨¦l sabe lo que yo voy a hacer ni yo lo que ¨¦l har¨¢. Pertenecemos a una misma ¨¦poca y hay una conjunci¨®n b¨¢sica de ideas y una ¨¦tica del trabajo com¨²n", asegura la artista.
Mariaelena Roqu¨¦ naci¨® en Tarragona en 1952 y con un a?o se traslad¨® a Venezuela, adonde emigraron sus padres. Inici¨® su carrera como modelo fotogr¨¢fica y de moda y paralelamente como bailarina contempor¨¢nea y performer. Dej¨® colgados sus estudios universitarios de psicolog¨ªa y antropolog¨ªa para dedicarse a viajar por el mundo. Aplic¨® sus investigaciones sobre los tejidos y objetos ¨¦tnicos a sus performances, que present¨® en Caracas primero, despu¨¦s en Filipinas y, a partir de 1982, ya de regreso, en Espa?a. Su primer contacto con Carles Santos fue casual, pero ella no lo olvid¨®. En 1985 us¨® m¨²sica suya en el cortometraje Piedraperla, que fue el inicio de una colaboraci¨®n que se materializ¨® con su primer espect¨¢culo conjunto, Arganchulla, Arganchulla Gallac, un punto de partida "inici¨¢tico que fue casi un desvirgamiento en p¨²blico, con el p¨²blico como voyer. Casi como el inicio de una novia... y con lluvia dorada...", explica en el cat¨¢logo de la exposici¨®n la artista en alusi¨®n al personaje que ella misma interpret¨® vestida con un traje de fiselina-papel con superposiciones de papel de blonda circular de pasteler¨ªa. A Carles Santos le hizo un traje typical Spanish con naranjas y un tocado de cuernos de toro reales. Ambos dan la bienvenida a los visitantes en el inicio de la exposici¨®n.
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