La incidencia del virus de la gripe a lo largo de esta temporada ha sido la m¨¢s baja de los ¨²ltimos 20 a?os

El a?o de mayor tensi¨®n ante una eventual extensi¨®n de la gripe aviar y su posible salto a los humanos, la gripe de toda la vida, la convencional, pr¨¢cticamente no ha aparecido. La incidencia del virus cl¨¢sico ha sido esta temporada -que comprende el periodo desde finales de octubre de 2005 a finales de mayo del 2006- la m¨¢s baja de los ¨²ltimos 20 a?os, seg¨²n datos ofrecidos ayer por la Consejer¨ªa de Sanidad.

A finales de enero tuvo lugar el mayor repunte de la enfermedad con 67,6 casos por 100.000 habitantes, una cifra que puede considerarse como rid¨ªcula si se compara con las del a?o pasado cuando se lleg¨® a superar la tasa de 400 afectados por 100.000 habitantes. Pero a¨²n es m¨¢s evidente la poca virulencia del virus de este a?o cuando se enfrenta con los 600 contagios por 100.000 habitantes de las primeras semanas de 2000 o de febrero de 1999.

Los especialistas apuntan a una conjunci¨®n de factores para explicar el comportamiento particular que ha tenido del agente patol¨®gico esta temporada. Por un lado el invierno pasado ha sido relativamente bonancible. Pero adem¨¢s, el virus circulante -que sufre peque?as modificaciones todos los a?os- no se ha caracterizado por tener una gran agresividad y capacidad de contagio. En marzo, el presidente de la Sociedad Espa?ola de Epidemiolog¨ªa, Ildefonso Hern¨¢ndez, explicaba a este diario que entre los virus aislados por los especialistas se hab¨ªa detectado m¨¢s del tipo B -"que a veces presenta una enfermedad cl¨ªnica menos intensa"- que el A, lo que no es muy com¨²n.

El consejero de Sanidad, Rafael Blasco, puso ayer el acento en la campa?a de prevenci¨®n de su departamento para explicar la poca fuerza de la gripe este a?o. Blasco se?al¨® que esta temporada se vacunaron 534.336 mayores de 65 a?os, lo que representa un 70,56% de este grupo de edad. Adem¨¢s, indic¨® que se ha aumentado la cobertura de las personas con riesgo de infectarse a quienes se recomienda que se inmunicen. Entre los principales grupos est¨¢n los mayores de 60 a?os, enfermos con procesos cr¨®nicos cardiorespiratorios; pacientes cr¨®nicos residentes en instituciones cerradas; ni?os sometidos a tratamientos prolongados con salicilatos, mujeres embarazadas, personal sanitario o las personas que tienen contacto cercano o cuidan a pacientes incluidos en alguno de los grupos de riesgo.