Viejos conocidos

La detenci¨®n de los principales responsables del entramado del chantaje terrorista de ETA en los ¨²ltimos a?os puede aclarar c¨®mo se ha reconstruido y ha operado esta red, dirigida por ?ngel Iturbe Abasolo, hermano del ex jefe de ETA, ya fallecido, Txomin Iturbe. La polic¨ªa considera que forman parte de la red desarticulada numerosos hist¨®ricos de ETA, con responsabilidades en el aparato de extorsi¨®n de la organizaci¨®n, en los a?os 80. Entre ellos, Eloy Uriarte D¨ªaz de Guere?u, se?or Robles, que en esa d¨¦cada se dedicaba, seg¨²n la polic¨ªa y la Audiencia Nacional, a recoger el dinero de la extorsi¨®n entregado por empresarios vascos en un bar de una localidad del Pa¨ªs Vasco franc¨¦s. Un auto del entonces juez de la Audiencia Nacional Carlos Bueren se?alaba que el se?or Robles era el encargado de "recibir los fondos procedentes de las cajas de resistencia y comit¨¦s de refugiados" y conoc¨ªa "los ingresos procedentes del denominado impuesto revolucionario y haciendo entrega de fondos al aparato militar en ocasiones". Jos¨¦ Luis Cau Aldanur, de nacionalidad francesa y en los a?os 80 trabajador de Sokoa- donde en 1986 la polic¨ªa hall¨® gran parte de la documentaci¨®n financiera de ETA- ha sido investigado en los ¨²ltimos a?os por las polic¨ªas francesa y espa?ola como una de las piezas fundamentales del aparato de extorsi¨®n.

La detenci¨®n de la c¨²pula pol¨ªtica de la banda el 3 de octubre de 2004, por parte de la polic¨ªa francesa, abri¨® las cortinas del entramado financiero, entonces a cargo de Soledad Iparragirre, Anboto. El ¨²ltimo gran bot¨ªn de ETA producto de un secuestro fue el pagado por la familia Delclaux para asegurar la liberaci¨®n, el 1 de julio de 1997, de Cosme Delclaux: 1.000 millones de pesetas, aunque lo pactado fueron 1.500 millones.

Seg¨²n la documentaci¨®n incautada en el piso de Mikel Antza y Anboto, por el chantaje a los empresarios, en tres a?os (de 2002 a 2004) ETA hab¨ªa ingresado m¨¢s de 2,7 millones de euros. Aunque, seg¨²n esa misma documentaci¨®n, el nivel de gasto era muy elevado. S¨®lo en 2002, unos dos millones de euros. Hasta la detenci¨®n de Antza y Anboto, y poniendo como ejemplo ¨²nicamente tres meses de 2003, el n¨²mero de cartas de extorsi¨®n remitidas entre septiembre y noviembre de ese a?o a empresarios ascendieron a 246, de las que 61 eran ultim¨¢tums antes de empezar a atentar contra ellos y 53, recordatorios de cartas anteriores.