El Gol
Hoy se cumple 20 a?os del soberbio tanto de Maradona a Inglaterra, quiz¨¢ el mejor de la historia de los Mundiales, y de la 'mano de Dios' - Dos d¨¦cadas despu¨¦s, Enrique, su 'asistente' y los ingleses regateados narran sus recuerdos
A la entrada del estadio Azteca, en Ciudad de M¨¦xico, se levanta una estatua de bronce a tama?o natural. Representa al joven Diego Maradona. A los pies de la figura se lee una fecha: 22 de junio de 1986. Hoy se cumplen 20 a?os del partido que enfrent¨® a Argentina con Inglaterra en los cuartos de final del Mundial de M¨¦xico. Ese d¨ªa, bajo un calor sofocante, el futbolista m¨¢s maravilloso que ha dado la era de la televisi¨®n se coron¨® con un golazo. El gol de la Copa del Mundo. Una acci¨®n que hoy recuerdan siete testigos directos, tres argentinos y cuatro ingleses.
- Jorge Burruchaga, atacante argentino. "Fue s¨®lo un partido de f¨²tbol. A pesar de que alguno quiso trasladar la guerra a lo deportivo. Yo quer¨ªa ganar pero de ninguna manera me lo planteaba como una venganza por lo de las Malvinas. Hacer esa guerra fue una locura. En 1981 yo estuve a punto de ir. Estaba en la colimba [contracci¨®n de corre, limpia y barre, con la que en Argentina se conoc¨ªa el servicio militiar obligatorio]. Jugaba en Independiente cuando me llamaron al cuartel para que estuviera listo. ?Hasta me cortaron el pelo! Y yo cre¨ªa que las Malvinas eran argentinas. Pero estaba aterrado".
- Terry Fenwick, central ingl¨¦s. "Fue una ¨¦poca muy dif¨ªcil. Ten¨ªamos la guerra de las Malvinas muy presente. Y en M¨¦xico la mayor¨ªa de las agencias de informaci¨®n estadounidenses hablaban del conflicto. Por tanto, ese partido en particular era extremadamente sensible. Para los jugadores era muy dif¨ªcil abstraernos. Antes del partido, el ministro de Deportes de Gran Breta?a se reuni¨® con nosotros y nos dijo que ser¨ªa muy poco inteligente por nuestra parte si nos implic¨¢bamos en algo o hac¨ªamos declaraciones pol¨ªticas. Ten¨ªamos que hacer o¨ªdos sordos".
- Carlos Bilardo, seleccionador de Argentina. "Antes del partido tuve una reuni¨®n con los jugadores. 'Se?ores, olv¨ªdense de la pol¨ªtica. Nosotros ¨²nicamente vamos a defender la camiseta'. Y creo que s¨®lo salieron a eso. Con Inglaterra hab¨ªa una rivalidad multiplicada por la guerra. En mi ¨¦poca de jugador esa rivalidad estaba m¨¢s atenuada, aunque tambi¨¦n exist¨ªa. Yo era muy amigo de Bobby Charlton. Lo que pasa es que en Argentina, en la escuela, ya te ense?an que los ingleses nos invadieron en el a?o 1808. Te hablan de las invasiones inglesas y te cuentan que, cuando pasaban por las calles, les tir¨¢bamos aceite hirviendo desde los tejados. Eso dicen. Pero ?qui¨¦n sabe c¨®mo fue?".
- Fenwick. "Las condiciones no eran de ninguna manera las m¨¢s adecuadas para el f¨²tbol ingl¨¦s. El campo estaba bien pero la altitud de la Ciudad de M¨¦xico sobre el nivel del mar hac¨ªa que cada gasto de energ¨ªa que hac¨ªamos tardara mucho m¨¢s tiempo en recobrarse. Nosotros hab¨ªamos estado en Monterrey, que era menos alto, y al llegar a M¨¦xico sent¨ªamos que nos faltaba el ox¨ªgeno".
- H¨¦ctor, Negro, Enrique, centrocampista argentino. "Antes del partido descubrieron que no ten¨ªamos suficientes camisetas. Nos toc¨® usar la segunda equipaci¨®n y s¨®lo hab¨ªa quince. Para el segundo tiempo no ten¨ªamos. Entonces mandaron fabricar un juego nuevo. Pero era distinto. En el primer tiempo jugamos con las camisetas viejas, azules con los n¨²meros blancos. En el segundo nos pusimos el modelo reci¨¦n hecho, metalizado, con los n¨²meros plateados y m¨¢s suaves. Esa camiseta fue la clave".
- Burruchaga. "En el autob¨²s que nos llev¨® al estadio escuchamos dos temas. Uno de Bonnie Taylor, creo que se llamaba Holding Back for a Hero, y el otro de la banda sonora de Rocky: El Ojo del Tigre. Como nos hab¨ªa ido bien con esas canciones nos obligamos a escucharlas antes de cada partido".
- Bobby Robson, seleccionador de Inglaterra. "No mand¨¦ que marcaran a Maradona al hombre porque ten¨ªamos un gran equipo. Si pon¨ªa a uno de mis jugadores a hacerle marca personal iba a afectar a nuestro funcionamiento. Y yo cre¨ªa firmemente que si jug¨¢bamos todo lo bien que pod¨ªamos, podr¨ªamos derrotar a Argentina. A pesar de Maradona. As¨ª que salimos a jugar con nuestro sistema y nuestro estilo, sabiendo que, cada vez que Maradona recibiera la pelota, ten¨ªamos que ponernos alerta. No tuvimos mucho ¨¦xito pero sab¨ªamos que daba igual ponerle un hombre porque era capaz de irse de todos los defensas que le pusieras. Eso fue exactamente lo que hizo. ?De qu¨¦ me habr¨ªa valido ponerle una marca personal? Argentina jugaba con dos delanteros y Maradona por detr¨¢s. Nosotros ten¨ªamos cuatro defensas con orden de no subir y dos centrocampistas que trabajaban muy duro".
- Burruchaga. "Recuerdo que Diego no necesitaba atarse los botines. Siempre hac¨ªa los entrenamientos con los cordones sueltos. Ese d¨ªa calent¨® igual. El pie le entraba en el bot¨ªn como si fuera un guante".
- Fenwick. "Creo que hombre por hombre ten¨ªamos mejor equipo que Argentina. Pero ten¨ªan a la joya, el genio que gan¨® la Copa del Mundo. Antes del partido yo pens¨¦ que deb¨ªamos marcar a Maradona al hombre. No era lo normal, pero con ciertos jugadores es necesario. Bobby dijo que no y ahora es dif¨ªcil decir lo que habr¨ªa pasado de haberlo hecho. Para m¨ª fue muy frustrante. ?Joder, Maradona arruin¨® mi carrera en cuatro segundos!".
- Burruchaga. "El partido fue muy t¨¢ctico, muy trabado durante la primera mitad. Pero Argentina siempre fue protagonista. Ellos estaban esper¨¢ndonos. Estaban atentos a Maradona. Hab¨ªa mucho temor por ¨¦l. Y lo apretaban. ?Lo que le pegaron al principio! En el medio campo sobre todo".
- Peter Reid, centrocampista ingl¨¦s. "Del centro del campo hacia delante Inglaterra ten¨ªa un equipo demasiado bueno como para empe?arlo en seguir a Maradona. Perdimos a Bryan Robson porque se le disloc¨® el hombro antes de la Copa, pero ah¨ª estaba Hoddle para sustituirle y ten¨ªamos a Waddle, a Barnes y a Steven por detr¨¢s de Lineker y Beardsley. Cuando Robson decidi¨® no hacer marca personal actu¨® correctamente porque est¨¢bamos convencidos de, que si hac¨ªamos nuestro f¨²tbol, pod¨ªamos ganarle a cualquiera. En defensa nos propusimos estar muy atentos y repartirnos el trabajo por zonas para evitar que Maradona se moviera con libertad cada vez que recibiera la pelota, fuera cual fuese el lugar del campo".
- Fenwick. "El partido en los primeros 45 minutos, fue muy malo. Los dos equipos reflejamos en el campo la tensi¨®n de la guerra pasada. Y creo que el gol de la mano de Dios realmente lo cambi¨® todo. Maradona lo hizo como un experto, con mucha astucia. Levant¨® la mano de Dios y fue una acci¨®n bastante clara que nunca debi¨® acabar en gol. En el f¨²tbol moderno esto es inconcebible".
- Peter Beardsley, delantero ingl¨¦s. "Fue un gran d¨ªa. Perder siempre es decepcionante pero lo hicimos bien y sin la mano de Dios probablemente habr¨ªamos ganado el partido. ?No? El segundo gol fue magn¨ªfico, pero sin ese primer gol no se puede explicar el segundo. Fue un punto de inflexi¨®n brutal. Maradona era un jugador fant¨¢stico y es la raz¨®n por la que Argentina gan¨® la Copa. Pero lo que hizo est¨¢ mal. Fuimos once jugadores timados".
- Reid. "Peter Shilton era un gran portero. Pero no tuvo su d¨ªa m¨¢s brillante. Posiblemente pudo hacer algo m¨¢s en el gol de la mano de Dios. Lo cierto es que Maradona salt¨® m¨¢s".
- Fenwick. "Posiblemente est¨¢bamos en estado de shock. El que repase el v¨ªdeo comprobar¨¢ que yo fui el ¨²nico jugador que reclam¨® al ¨¢rbitro
[el tunecino Ali Ben Nasser] que anulara el gol. Lo persegu¨ª hasta el c¨ªrculo central dici¨¦ndole que hab¨ªa sido con la mano. Los dem¨¢s jugadores ingleses no reaccionaron. No pod¨ªan creer lo que estaba pasando. Estaban aturdidos. Ese incidente dispar¨® el partido. Y entonces vino el gol, el mejor gol jam¨¢s anotado en una Copa del Mundo. Todos lo consideramos la obra de un genio".
- Enrique. "El ¨²ltimo que toc¨® la pelota antes que Diego fui yo. Recuerdo que me gir¨¦ y el Checho Batista, que se la hab¨ªa robado a Hoddle, actu¨® con inteligencia porque me dio la pelota a m¨ª. Yo fui m¨¢s inteligente que el Checho porque se la di a Diego".
- Reid. "Cuando Maradona control¨®, yo era consciente de que pod¨ªa hacernos mucho da?o. No importaba lo lejos de nuestra porter¨ªa que estuviera. Hab¨ªa que frenarlo. Fui hacia ¨¦l pero hizo ese giro sobre s¨ª mismo que le permiti¨® ganar un metro. Pis¨® la pelota y dio media vuelta. El movimiento tuvo un equilibrio y una clase impresionantes. Fue r¨¢pido, demasiado para m¨ª, que no era un espr¨ªnter y, adem¨¢s, hab¨ªa llegado al partido con problemas en un tobillo. Jugu¨¦ con dolor".
- Robson. "El mensaje a los jugadores era sencillo. Cada vez que Maradona recibiera la pelota ten¨ªamos que darle al bot¨®n de lo que llam¨¢bamos alerta roja. En cualquier lugar del campo, nuestro jugador m¨¢s cercano deb¨ªa procurar marcarlo con mucha atenci¨®n. Deb¨ªamos procurar buenas coberturas. Lo que pasa es que Maradona fue muy listo. No era muy alto pero era poderoso. Ten¨ªa unas piernas maravillosas, sus m¨²sculos eran fuertes y era muy r¨¢pido. Su velocidad con la pelota era la misma que sin ella. Ten¨ªa una gran aceleraci¨®n y era duro. Encerrarlo era dif¨ªcil".
- Reid. "Maradona busc¨® el espacio y yo lo persegu¨ª para intentar hacerle falta. Lo empuj¨¦ con el codo. Fue lo m¨¢s cerca que pude llegar porque, cuando arranc¨® por la banda, nos dej¨® atr¨¢s a Beardsley y a m¨ª. Al cruzar la l¨ªnea del medio era imparable. Iba hacia el gol. Desde esa posici¨®n tuve la sensaci¨®n de que Butcher tendr¨ªa dificultades".
- Bilardo. "Veo que cuando Diego se va de Reid tiene el gol en la cabeza. Pasa la mitad de la cancha y se va. Para el marcador que le sale se hace dif¨ªcil porque va abierto y engancha para adentro. Pasa como con Messi cuando lo pegan al costado".
- Burruchaga. "Cuando Diego arranca yo voy a la par suyo. Lo acompa?o para que me d¨¦ la pelota porque veo que el ¨²ltimo hombre, el l¨ªbero Fenwick, lo est¨¢ esperando. Maradona juega con el amague de d¨¢rmela y Fenwick se equivoca".
- Fenwick. "Vi que se fue de Beardsley y Reid. Y vi que Butcher sali¨® a buscarle y se qued¨® en el camino. Ocurri¨® tan r¨¢pido... En la primera parte me hab¨ªan mostrado una tarjeta amarilla por hacerle faltas. Lo hab¨ªa acosado mucho y, en ese momento, estando en la ¨²ltima l¨ªnea de defensa, me jugaba la expulsi¨®n. En otras circunstancias lo habr¨ªa derribado. Pero tuve que tomar una decisi¨®n en menos de un segundo. Y, mientras dudaba, ¨¦l se meti¨® en el ¨¢rea y marc¨®".
- Bilardo. "Yo cre¨ª que se la iba a tirar a Burruchaga, o a Valdano al segundo palo. Pero fue un amague. A m¨ª me pareci¨® bien porque a los definidores no se les puede decir nada".
- Robson. "Fue una carrera predecible y un gol maravilloso. Para ser honestos, s¨®lo puedes admirarlo. No estaba muy bien visto decir esto en Inglaterra en aquella ¨¦poca, por la mano de Dios. Pero s¨®lo se deber¨ªa valorar la magnificencia del gol".
- Bilardo. "Diego explic¨® despu¨¦s que cuando encar¨® a Shilton no tir¨® de primera porque se acord¨® de un gol que fall¨® en Wembley en un amistoso en 1981. Despu¨¦s de ese partido su hermano peque?o, el Turco, lo llam¨® a Londres y le dijo: '?Boludo!, no tendr¨ªas que haber tocado a un costado. Si lo amagabas para adentro, el arquero se ca¨ªa solo y vos defin¨ªas con la derecha'. La cosa es que Maradona hace eso: amaga para adentro y define con la derecha".
- Enrique. "Dicen que los ingleses no le tiraron ni una patada. ?Es que no pod¨ªan! Cuando atinaban, ya hab¨ªa pasado. Para sus compa?eros era normal. Est¨¢bamos acostumbrados a los entrenamientos. Esa misma semana yo le vi hacer varios goles as¨ª. Cuando ¨¦l recibe la pelota y entra en campo ingl¨¦s ya va decidido al gol. No ten¨ªa freno. ?l dijo despu¨¦s que mientras conduc¨ªa lo ve¨ªa a Valdano a su izquierda. Gambeteaba y miraba todo. Se nota que al lado m¨ªo aprendi¨® mucho ".
- Burruchaga. "Hacer lo que hizo en esa cancha es algo incre¨ªble. Era mal¨ªsima. Era muy dura y la pelota rebotaba much¨ªsimo. Era dif¨ªcil controlarla. Diego hizo de todo. Primero un giro, una bicicleta, despu¨¦s se llev¨® la pelota pegada al pie y finaliz¨® con guapeza. Tuvo guapeza cuando vio que ven¨ªa el grandote
desde atr¨¢s para robarle la pelota, y se tir¨® al suelo para llegar antes. Tuvo que ser valiente porque se jug¨® la pierna".
- Bilardo. "Lo que m¨¢s recuerdo no es el gol de Maradona sino el miedo que pas¨¦ en los ¨²ltimos diez minutos. Nosotros jug¨¢bamos con un 3-5-2, con tres defensores. Ruggeri y Cuciuffo, los marcadores, tomaban a Lineker y Beardsley. Brown jugaba de l¨ªbero. Y cuando entr¨® Barnes por Reid las cosas se nos complicaron porque nosotros por la derecha no ten¨ªamos un lateral. Ten¨ªamos a Giusti, que era centrocampista y hasta ese momento hab¨ªa marcado a Reid sin problemas. Pero cuando entr¨® Barnes se le empez¨® a ir. Y los muchachos en el banco me dec¨ªan: '?Ponga un defensa!' Y yo... ?Estaba muerto de miedo! ?Si perd¨ªa ese partido en Argentina me mataban! Barnes se fue una vez, centr¨® y Lineker meti¨® un gol. Encar¨® otra vez, se fue y Lineker volvi¨® a meter el cabezazo pero peg¨® en la cabeza de Olarticoechea. Y ah¨ª termin¨® el partido".
- Enrique. "Cuando termin¨® el partido y nos metimos en el vestuario todo el mundo se acerc¨® a Diego para felicitarlo por el gol. Entonces yo me le acerqu¨¦ y le dije: '?Par¨¢! ?Todos lo felicitan a ¨¦l pero el pase se lo di yo. ?Lo dej¨¦ solo!'. ?l me mir¨® y me dijo: 'Gracias Negro por el pase'. Hay que reconocer que el pibe es agradecido".
- Beardsley. "Cuando termin¨® el partido, ya en el vestuario, me acerqu¨¦ a Butcher y le pregunt¨¦: '?Lo hiciste t¨²?'. 'Creo que no', me contest¨®. En ese momento ¨¦l crey¨® que no hab¨ªa sido el que dio el ¨²ltimo toque. Quiz¨¢s ahora haya cambiado de idea. Despu¨¦s de tanto tiempo, han cambiado tanto las cosas, que probablemente hoy reconozca que meti¨® el gol en propia meta".
- Fenwick. "A Maradona no lo he vuelto a ver. Y si me lo encontrase no le dar¨ªa la mano. Ning¨²n ingl¨¦s honesto deber¨ªa darle la mano despu¨¦s de lo que nos hizo".
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