Zapatero se distanci¨® pronto de Maragall

Dirigentes del PSOE aseguran que no han interferido en la decisi¨®n del PSC de cambiar de candidato, pero comparten plenamente la necesidad de ese cambio.

La gesti¨®n de Pasqual Maragall al frente de la Generalitat de Catalu?a se ha vivido en la mayor¨ªa de federaciones territoriales con malestar, al que no ha sido ajeno el secretario general socialista y presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero.

Aun as¨ª, Zapatero ha evitado o mitigado muchos golpes p¨²blicos dirigidos a Maragall por los barones territoriales y por miembros del comit¨¦ federal. Antes de empezar estas reuniones, Zapatero amortiguaba las cr¨ªticas al adelantarse a los reproches y pedir sistem¨¢ticamente apoyo para el presidente de la Generalitat y del Gobierno tripartido. No obstante, nunca pudo evitar del todo que algunos l¨ªderes territoriales y miembros del comit¨¦ federal -Andaluc¨ªa, Madrid, Castilla-La Mancha y Extremadura- mostraran su alarma por los contenidos del proyecto de nuevo Estatuto, antes, desde luego, de su modificaci¨®n en el Congreso.

Tras los cambios introducidos en las Cortes, todo el PSOE se apresur¨® a apoyar el texto. Pero el continuo ruido que proced¨ªa del Gobierno tripartito aumentaba la consternaci¨®n de los socialistas con Maragall.

Sin embargo, en el PSOE se impuso el silencio despu¨¦s de que el PSC recordara que es un partido aut¨®nomo y soberano para tomar todas las decisiones sobre el futuro candidato de la Generalitat y en torno a la duraci¨®n del Gobierno tripartito, despu¨¦s de que uno de sus miembros, ERC, se opusiera al Estatuto.

En la direcci¨®n del PSOE todo lo que ocurr¨ªa en torno al Gobierno tripartido parec¨ªa un desprop¨®sito, pero ya sab¨ªan que el cambio de candidato estaba en marcha y continuaron en silencio.

Zapatero, en los ¨²ltimos meses, no ha ocultado su distanciamiento con Maragall, tras una largu¨ªsima etapa de cercan¨ªa afectiva. Ayer, Jos¨¦ Blanco, secretario de Organizaci¨®n del PSOE, afirm¨® que la gesti¨®n de Maragall hab¨ªa sido un "¨¦xito" porque Catalu?a tiene un nuevo Estatuto. Es verdad que ese Estatuto fue impulsado por Maragall y el PSC, pero ha sufrido algunas transformaciones, fruto del pacto entre Zapatero y Artur Mas, que, a la postre, provoc¨® la ruptura de la alianza parlamentaria con ERC y la crisis en el Gobierno de Maragall, que tuvo que prescindir de sus socios republicanos y adelantar las elecciones.