Extravagante y tr¨¢gica
Como dice Jean Cocteau, en su breve pr¨®logo a esta novela: "No tener talento cuando se ans¨ªa tenerlo debe ser el peor de los suplicios". Se refiere al protagonista, un personaje real, literato y multimillonario, que permite con escasa dificultad confundir (bien) relato y biograf¨ªa. El exilado de Capri, publicada en franc¨¦s en 1959, y nunca hasta hoy traducida en Espa?a, aunque s¨ª en Argentina, cuenta con amenidad e informaci¨®n la vida y quimeras de Jacques d'Adeslward-Fersen (1880-1923), arist¨®crata franc¨¦s de origen sueco, cuya familia pose¨ªa grandes industrias del acero. Fersen, poeta y novelista, que por lo general se autoeditaba lujosamente sus libros, que apenas ten¨ªan otro eco que la s¨®lita rese?a de su amiga Rachilde, pederasta convencido -en el sentido m¨¢s griego de la voz-, fue acusado de montar "misas rosas" (reuniones elegantes con cuadros vivos, realizados en su sal¨®n por alumnos de instituto, que ¨¦l mismo reclutaba), y el esc¨¢ndalo le hizo exiliarse a Italia, y enseguida a la isla de Capri que hacia 1905 (lo cuenta tambi¨¦n la novela del ingl¨¦s Norman Douglas, South Wind) era un para¨ªso de tolerancia sexual en amores prohibidos y para turistas ricos. All¨ª levant¨® el bar¨®n Fersen su c¨¦lebre Villa Lysis, rematada con una estatua de su joven amigo Nino Cesarini desnudo... Adicto al opio, a los muchachos y a todas las galas de la decadencia, pero preterido como escritor (pese a t¨ªtulos como Lord Lyilian, El bailar¨ªn de las caricias o Himnario de Adonis), muri¨® en N¨¢poles a causa de una sobredosis de coca¨ªna. ?ste es el personaje y la historia, contada como biograf¨ªa y retablo de la vida secreta y los vicios refinados y galantes de la belle ¨¦poque. Probablemente El exilado de Capri es, al tiempo, un homenaje a ese mundo y a ese tiempo hist¨®rico que, entre lujurias y almas glaucas, empez¨® a pedir mayores libertades sexuales en el campo homoer¨®tico y en el lesbianismo, singularmente.
EL EXILADO DE CAPRI
Roger Peyrefitte
Traducci¨®n de Zoraida
de Torres Burgos
Egales. Barcelona, 2006
423 p¨¢ginas. 24 euros
Roger Peyrefitte (1907-
2000), aunque goz¨® en vida de un resonante ¨¦xito algo maldito, como p¨²blico defensor y cantor de ese "amor que no se atreve a decir su nombre", tal vez pudo sentirse con alg¨²n otro parentesco con Fersen, pues sus novelas y biograf¨ªas -con muchas ediciones y traducciones- apenas llegaron a entrar (y no s¨¦ si lo han hecho ya) en el santuario, mucho m¨¢s elitista, del prestigio o de la excelencia. Aunque su primera novela, Las amistades particulares (1944) se ha convertido en un cl¨¢sico del g¨¦nero -el amor de dos lice¨ªstas internos- que lleg¨® a recibir los elogios firmes de un senescente Andr¨¦ Gide. Como sea, Peyreffitte -atrevido, chismoso, elegante- no merece el olvido. Y si existe una tradici¨®n de literatura gay (aunque a menudo su militancia lo ignore), en ella nuestro autor debe ser un cl¨¢sico. Porque se atrevi¨® cuando pocos lo hac¨ªan, logr¨® que un amplio p¨²blico lector se fuera habituando a la tem¨¢tica homosexual (que a¨²n choca a algunos) y porque no dej¨® de investigar, aclarar y prestigiar -o intentar prestigiar- esa tradici¨®n a la que, l¨®gicamente, ¨¦l mismo pertenece. Quiz¨¢ una de las mejores muestras de lo que digo (adem¨¢s de su biograf¨ªa de Alejandro Magno o de sus libros de secretos vaticanistas) sea esta biograf¨ªa novelada, o novela de una vida singular, lujosa e ins¨®lita, que es El exilado de Capri. Villa Lysis a¨²n se conserva (aunque abandonada y en no muy buen estado) y si bien del poeta Fersen casi nadie se acuerda, los himnos a Adonis hoy son libres -m¨¢s o menos libres- en los pa¨ªses que han seguido el laicismo de la Revoluci¨®n Francesa.
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