Vacaciones en Roma 'con la mia mamma'
La madre: "Siempre quise visitar el Vaticano: me apetec¨ªa conocerlo antes de que los a?os me lo impidan, ahora que a¨²n estoy ¨¢gil y con la cabeza en su sitio, porque nunca se sabe... Cuando mi hijo me dijo que nos fu¨¦ramos unos d¨ªas a Roma, no lo dud¨¦ un momento. Yo casi no he salido del pueblo: estuve en Salamanca, en C¨¢ceres capital y en Canarias. Y cre¨ªa que Roma estaba m¨¢s lejos, pero s¨®lo fueron dos horas de avi¨®n. Al llegar tuvimos que esperar mucho rato las maletas, y al final salieron por otra cinta distinta a la que nos hab¨ªan dicho: hala, toda la gente corriendo de un lado para otro... Luego nos metimos en un tren que se llama Leonardo, tambi¨¦n a rebosar, que nos llev¨® hasta la estaci¨®n Termini, la m¨¢s importante de Roma. All¨ª no hab¨ªa casi ning¨²n taxi, hasta que apareci¨® un se?or bajito que nos pidi¨® 25 euros por llevarnos al hotel. Yo le dije a mi hijo que, total, no ¨ªbamos a estar esperando toda la ma?ana, y le pagamos lo que ped¨ªa; pero la verdad es que el taxista era un granuja, porque no tard¨® ni un cuarto de hora en dejarnos en el hotel.
A m¨ª el hotel me encant¨®: era una casa antigua, como un palacio, pero lo hab¨ªan restaurado muy bien por dentro, con un hall enorme y unas camas limpias y c¨®modas. Estaba en el centro, rodeado de edificios hist¨®ricos, todos buenos y preciosos. Aunque hab¨ªa televisi¨®n en la habitaci¨®n, no le hice mucho caso, porque no entend¨ªa nada de lo que hablaban. Aunque hab¨ªa un programa igualito al de Jes¨²s V¨¢zquez, ese de las cajas, pero presentado por una chica rubia.
Como digo, el hotel estaba muy cerca de una fuente muy importante, la Fontana di Trevi, que a todas horas est¨¢ llenita de gente: chinos sonrientes, familias todos gordos, pandillas de j¨®venes... que se ponen de espalda al pil¨®n y tiran monedas, tantas que el fondo de la fuente est¨¢ lleno de euros que brillan cuando les da el sol. Yo me sent¨¦ a ver c¨®mo se hac¨ªan fotos mientras tiraban la moneda y ped¨ªan deseos, y me quedar¨ªa all¨ª horas. Hay polic¨ªa siempre vigilando para que la gente no se meta en el agua y coja las perras, porque all¨ª hay un dineral. Dice mi hijo que en esa fuente se han metido unos artistas para hacer una pel¨ªcula antigua. Yo no la he visto, pero la fuente es preciosa y muy animada, digna de ver. Al final, tambi¨¦n nosotros tiramos monedas y pedimos deseos, ?qu¨¦ risa!
Luego nos fuimos a comer. A m¨ª siempre me gusta tomar una sopita o un consom¨¦ que me asiente el est¨®mago, pero mi hijo insist¨ªa en que all¨ª hab¨ªa que tomar pasta y pizza. Oye, pues est¨¢n muy ricas. Bueno, y los helados; qu¨¦ delicia, de tantos sabores que uno no sabe cu¨¢l elegir. Cada tarde, para merendar, nos tom¨¢bamos uno ?y de dos bolas!
La plaza de Espa?a
Paseamos desde la Fontana di Trevi por una calle llena de tiendas (Via del Corso) hasta la plaza de Espa?a, que tiene unas escaleras muy grandes, con gente subiendo hasta arriba, donde hay una iglesia en obras. Es una plaza preciosa y muy amplia, animada tambi¨¦n por la noche como con un botell¨®n. Luego fuimos hasta otra plaza a¨²n m¨¢s grande (Piazza del Popolo), y es que Roma est¨¢ llena de plazas, todas muy bonitas, con sus fuentes que refrescan tanto y con mucha anchura: qu¨¦ gusto.
Al d¨ªa siguiente nos fuimos al Vaticano. Yo estaba nerviosita, cogimos un taxi y para all¨¢ que nos fuimos. Por el camino vi muchas casas preciosas, puentes y jardines: es un sinf¨ªn, no sabes ad¨®nde mirar. Y de repente apareci¨® la plaza de San Pedro. Yo cre¨ªa que el Vaticano estaba fuera de Roma, que habr¨ªa que coger una carretera o un camino; pero no, est¨¢ rodeado por la ciudad. Bueno, qu¨¦ emoci¨®n, qu¨¦ grande; llena de columnas alt¨ªsimas, c¨²pulas, estatuas de piedra y esa explanada donde se pone el Papa a decir misa, que le he visto en la tele. Impresionante. Bueno, y hab¨ªa una cola... como para estar dos horas para entrar. ?Qu¨¦ personal! Menos mal que llev¨¢bamos gorros y nos dimos con crema protectora, porque hac¨ªa un calor... Pues yo le dije a mi hijo que no pod¨ªamos esperar tanto y, despacito, me met¨ª al comienzo de la cola, y luego lleg¨® ¨¦l y se meti¨® conmigo, disimulando, porque es m¨¢s alto y se le nota m¨¢s. Porque hay que pasar el bolso por una m¨¢quina, por culpa del terrorismo. Pero luego, cuando entras en la bas¨ªlica de San Pedro se te olvida todo: Dios m¨ªo, qu¨¦ cosas, qu¨¦ altura, qu¨¦ puertas, qu¨¦ belleza; todo, todo es bonito, hasta el suelo, de m¨¢rmol. Con estatuas, pinturas, altares... En una de sus capillas estaban oficiando misa y nos quedamos a o¨ªrla: como era en italiano no lo entend¨ªa, pero yo lo dec¨ªa en espa?ol. Luego vimos el tesoro de San Pedro, con reliquias, c¨¢lices, patenas y atuendos de los papas, y la tumba de Juan Pablo II, el pobre.
Me dijo mi hijo que si me atrev¨ªa a subir a la c¨²pula de San Pedro y yo le dije que s¨ª. Hicimos la fila (aqu¨ª no nos pudimos colar) durante una hora por lo menos; luego tomamos un ascensor y despu¨¦s tuvimos que subir por unas escaleras estrechinas que se van torciendo para un lado. Desde all¨ª arriba se ven los jardines vaticanos, muy bien cuidados, pero no se ve a ning¨²n cardenal tomando el sol, tranquilamente en una tumbona, qu¨¦ lastima. Tampoco tienen una piscina para refrescarse; pues vaya, ni unos patos o gallinas, con lo grandes que son. La gente se amontona all¨ª arriba y se ve toda Roma. A m¨ª no me da v¨¦rtigo, pero corre el aire, y la vista es fabulosa. ?Que si me cans¨¦ para subir? Bueno, hicimos un descanso, pero sub¨ª mejor que otras m¨¢s j¨®venes, ?eh? Y en un bar que tienen los curas all¨ª arriba me tom¨¦ una Fanta que me supo a gloria.
Tambi¨¦n visitamos la Capilla Sixtina. Aquello es largu¨ªsimo, lleno de gente, y con muchos cuadros, tapices y esculturas por las paredes y el techo: qu¨¦ riqueza, qu¨¦ importancia tiene esto y cu¨¢nta historia. En la Capilla Sixtina nos pudimos sentar y mirar para arriba. Est¨¢ poco iluminada y no dejan hacer fotos porque se estropean las pinturas de los santos, ni hay que hablar en voz alta: unos se?ores mandan callar todo el rato. El Vaticano es una maravilla, digno de ver.
Las ruinas del Foro
Pero Roma es mucho m¨¢s. Estuvimos tambi¨¦n en el Coliseo, antiqu¨ªsimo, donde luchaban los leones, que es como una plaza de toros, pero est¨¢ muy destruida, creo que por un terremoto que hubo hace siglos. All¨ª hay mucha historia y debajo de la arena hay unos pasillos, que parece mentira c¨®mo los pudieron hacer. A las afueras del Coliseo llegan los reci¨¦n casados a hacerse fotos, como hacen en el parque de mi pueblo. Y cerca est¨¢n las ruinas del Foro romano, donde se ve la importancia que tuvo Roma en el pasado, cuando era un imperio que llegaba hasta Espa?a.
?Qu¨¦ m¨¢s vimos? Pues un barrio precioso, lleno de restaurantes con terrazas, al otro lado del r¨ªo (el Trastevere); una cara de piedra donde se mete la mano y te la atrapa si mientes, cosa que yo no me creo (La Bocca della Verit¨¤); un mercadillo de fruta (sand¨ªas, cerezas, alcachofas...), flores y ropa (Campo dei Fiori), donde compr¨¦ camisetas para mis nietas; varias iglesias, bas¨ªlicas y capillas; el Pante¨®n, donde reposa gente importante, con un agujero en lo alto de la c¨²pula por donde se cuela el sol y la lluvia; la residencia del presidente de la rep¨²blica (El Quirinal), y una plaza rectangular con unas fuentes de quitar la respiraci¨®n (Piazza Navona). Todo precioso. Y es que no me esperaba que Roma fuera m¨¢s que el Vaticano, y lo es, vaya, vaya. Le he pedido a mi hijo que me apunte en una hoja lo mejor del viaje, para que no se me olvide nada y pueda cont¨¢rselo a mis amigas. ?Ya puedo decir que he estado en Roma!".
TERAPIA ANTIESTR?S
EL HIJO: "Viajar con una persona mayor te obliga a olvidarte r¨¢pidamente de las prisas. Tienes que adaptarte a su velocidad y tomarte la vida con la calma que da el tiempo vivido y las limitaciones f¨ªsicas. Es toda una terapia antiestr¨¦s, a la que hay que a?adir en esta ocasi¨®n el extra del entusiasmo, la curiosidad y la mirada asombrada de la primera vez que se visita una ciudad so?ada. Yo ya conoc¨ªa Roma, pero revisarla junto a la mia mamma me ha regalado una ciudad nueva, como si la recorriera con ojos inocentes, casi de ni?o, d¨¢ndole el valor que ella le otorga: el de la belleza por s¨ª misma, sin el bagaje cultural que puede llegar, en ocasiones, a abrumarnos"."Tambi¨¦n te asombra el valor con el que una mujer de 76 a?os se enfrenta a peque?os retos, el poco miedo que manifiesta ante lo desconocido y la facilidad con que se adapta al medio: incluso aprendi¨® a lanzarse a los pasos de cebra sin sem¨¢foro para que los incruentos automovilistas romanos nos dejaran cruzar la calle".
CINCO LUGARES IMPRESCINDIBLES
LOS MEJORES momentos (la chuleta) de la se?ora Mari Luz Calvo en Roma.1 LA C?PULA DE SAN PEDROY TODO EL VATICANO: "Es algo mundial, lleno de gente de todas las razas y religiones, pero con respeto, sin empujones. Est¨¢ limpio y saneado. Y no se despega de Roma; est¨¢ cerca, pero no para ir andando".2 LA FONTANA DI TREVI: "Animad¨ªsima a cualquier hora, de d¨ªa y de noche, tan bonita y cuidada. ?Ah¨ª te dejo, le dije al despedirme, para mis nietas!".3 EL COLISEO: "All¨ª debieron de pasar cosas muy gordas, cuando el hombre era tan bruto que luchaba contra las fieras. C¨®mo ser¨ªan, c¨®mo vestir¨ªa la gente que iba all¨ª, c¨®mo ser¨ªa entonces la vida. Ellos tampoco imaginaban la importancia que luego tendr¨ªa todo esto".4 EL QUIRINAL: "Con tantas habitaciones, vive aqu¨ª el presidente de Italia, como Zapatero en la Moncloa o el Rey en la Zarzuela. Hay que subir por una escalinata, de las muchas que subimos en Roma".5 EL TRASTEVERE: "Es como estar en otra ciudad, tambi¨¦n antigua y con el suelo empedrado; un barrio animad¨ªsimo, floreado y con terrazas en cada callejuela. Nos cruzamos por la calle con un tal Nanni Moretti, me dijo mi hijo, pero yo no s¨¦ qui¨¦n es ese se?or con barba".
GU?A PR?CTICA
C¨®mo ir- Iberia (902 400 500; www.iberia.com) tiene ofertas de ida y vuelta a Roma desde Madrid o Barcelona a partir de 107,53 euros, tasas y gastos incluidos.- Alitalia (www.alitalia.es; 902 10 03 23). Ida y vuelta a Roma desde Madrid, desde 150,53 euros, y desde Barcelona, desde 148,53 euros, tasas y gastos incluidos.- Air Madrid (www.airmadrid.com; 902 515 251), ida y vuelta de Marid a Roma, a partir de 133,53 euros, tasas y gastos incluidos.- Vueling (www.vueling.com; 902 33 39 33), ida y vuelta a Roma en verano desde Madrid, a partir de 111,14 euros, y desde Barcelona, a partir de 121,14 euros, tasas y gastos incluidos.- Air Europa (www.aireuropa.com; 902 401 501), ida y vuelta a Roma desde Madrid, en julio, desde 126,52 euros, incluyendo tasas y gastos.Informaci¨®n- Oficina de turismo de Roma (www.romaturismo.it; 00 39 06 48 89 91).- www.enit.it.
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