La ZAL de Valencia sigue parada seis meses despu¨¦s del fin de las obras
La Autoridad Portuaria acuerda alquilar el suelo para conservar su titularidad p¨²blica
Las obras de urbanizaci¨®n de la Zona de Actividades Log¨ªsticas (ZAL) del Puerto de Valencia concluyeron hace medio a?o. La inversi¨®n de m¨¢s de cien millones de euros se aprecia en amplios viales y decenas de farolas. Las negociaciones para el traspaso de la propiedad del recinto entre Sepes, adscrita al Ministerio de Vivienda, y Valencia Plataforma Intermodal (VPI) mantienen paralizado su uso.
Las primeras estimaciones apuntaban que hace nueve meses habr¨ªan empezado a asentarse los primeros usuarios de la ZAL: cargadores, operadores log¨ªsticos, transitarios... Pero a d¨ªa de hoy, un candado cierra el ¨²nico acceso al terreno.
Entre quejas sobre la escasez de suelo industrial y sobre el precios del escaso terreno disponible, profesionales del transporte y operadores log¨ªsticos reiteran: "La ZAL nace peque?a".
Adem¨¢s, la ubicaci¨®n del suelo y la transformaci¨®n sobrevenida del Puerto de Valencia desde que fue designado sede de la pr¨®xima edici¨®n de la Copa del Am¨¦rica han despertado apetitos ajenos al uso industrial del pol¨ªgono.
Pero Juan Antonio Delgado, responsable de VPI, una entidad participada por la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), la Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia, explica que la sociedad, cuyo primer accionista resulta ser el Ministerio de Fomento, est¨¢ ultimando un acuerdo con Sepes, la sociedad p¨²blica que asumi¨® el coste de las obras cuando depend¨ªa de Fomento y que ahora est¨¢ adscrita al Ministerio de Vivienda, para el traspaso de la propiedad de la ZAL. La VPI, "o una tercera entidad", se convertir¨¢ en comercializadora exclusiva de las 31 hect¨¢reas de suelo destinadas a usos log¨ªsticos.
El objetivo de VPI es alquilar el suelo, no venderlo, para conservar la propiedad del terreno y garantizar que la ZAL "se dedicar¨¢ siempre a la actividad portuaria". Su ubicaci¨®n, entre los barrios de La Punta y Nazaret y colindante con el puerto, es ¨²nica. "Es un suelo muy dif¨ªcil de generar y es una pena que su propiedad pase al sector privado", comenta Delgado.
Un representante del Gobierno y miembro del consejo de la APV confirma que la propuesta de conservar la titularidad p¨²blica del suelo que ocupa la ZAL fue asumida por unanimidad y sin reservas.
Delgado sigue: "La ZAL naci¨® para atraer y fidelizar el tr¨¢fico del Puerto de Valencia, si se vende el suelo se puede controlar la primera venta, pero resultar¨ªa muy complicado intervenir en una segunda transmisi¨®n si alg¨²n operador decide dejarlo, y en unos a?os podr¨ªamos encontrarnos con una perversi¨®n del uso original de las parcelas".
La nueva estrategia pasa por negociar alquileres a largo plazo, superiores incluso a los 30 a?os, el plazo habitual de las concesiones, pero sin renunciar en ning¨²n caso a la titularidad del suelo.
Un operador como MSC, la naviera que se ha convertido en el primer cliente de la APV, podr¨ªa ser objeto de una excepci¨®n y disfrutar de la posibilidad de comprar una parcela en la ZAL, pero Delgado sostiene: "Intentamos que la mayor parte del suelo quede en manos del Estado".
Sepes asumi¨® el pago de las expropiaciones de suelo que gestion¨® la Generalitat y el coste de las obras. Y ten¨ªa previsto vender el suelo a los clientes que hubiera seleccionado previamente VPI. Pero el cambio de estrategia del Puerto de Valencia ha complicado las previsiones de la sociedad p¨²blica. La complejidad del acuerdo entre Sepes y VPI no estriba en la cantidad que la primera aspira a recuperar, sino en "establecer las f¨®rmulas adecuadas" para costear el traspaso.
Pero la perspectiva del representante de un cliente interesado en disponer de una nave en la ZAL es muy otra: "Se est¨¢n tirando la pelota en los despachos y malbaratando una inversi¨®n de 120 millones de euros".
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