La violencia machista satura los juzgados
Los malos tratos han generado 120.000 denuncias en un a?o en Espa?a
Sobrecarga. Es el t¨¦rmino que suelen emplear muchos responsables de la justicia para referirse a los nuevos juzgados especializados en violencia sobre la mujer. Estos ¨®rganos, creados en la Ley Integral contra la Violencia de G¨¦nero, cumplen el pr¨®ximo jueves su primer a?o de funcionamiento. Son m¨¢s de 430, de los que una veintena se dedica exclusivamente combatir el maltrato. La gran mayor¨ªa debe seguir atendiendo tambi¨¦n otro tipo de causas. En los primeros seis meses de trabajo atendieron en torno a 66.000 denuncias. Alcanzar¨¢n "al menos las 120.000 denuncias" en su primer a?o, afirma la presidenta del Observatorio contra la Violencia de G¨¦nero del Consejo General del Poder Judicial, Monserrat Comas.
Seg¨²n los presidentes de los tribunales superiores de justicia, la "t¨®nica general" de estos juzgados son las "serias disfunciones". En el caso de los juzgados exclusivos, por "una carga de trabajo inabarcable". En los que deben encargarse tambi¨¦n de otras cuestiones, por "la dificultad" de compatiblizar la violencia -que tiene tratamiento preferente- con los dem¨¢s asuntos. De ah¨ª que los presidentes pidan m¨¢s juzgados exclusivos -est¨¢ previsto abrir nueve m¨¢s a final de mes- e incrementos de plantilla.
"Los juzgados exclusivos tienen una carga de trabajo importante. En los otros, existen situaciones desiguales", seg¨²n Comas. Destaca que estos ¨®rganos "han acabado con la peregrinaci¨®n que antes deb¨ªan hacer las maltratadas por varios juzgados [ahora s¨®lo van a uno] y con la descoordinaci¨®n de la jurisdicci¨®n civil y penal en los casos de maltrato". EL PA?S ha pedido a varios jueces de violencia que opinen sobre su tarea.
Raimunda de Pe?afort Lorente "Portero y centrocampista"
Casi 3.000 denuncias en poco menos de un a?o, tiempo en el que mesas y armarios se han llenado de expedientes. En el Juzgado n¨²mero 1 de Violencia de Madrid la "sobrecarga" est¨¢ a la orden del d¨ªa. De los d¨ªas. Su titular, Raimunda de Pe?afort Lorente, lo explica en onda futbolera. "El exceso de trabajo nos obliga a trabajar como portero y delantero centro a la vez". Como portero tienen que parar distintos tipos de "penaltis", las tareas que env¨ªa la polic¨ªa: "Siete juicios por ma?ana o una decena de detenidos, m¨¢s otras tantas ¨®rdenes de protecci¨®n". Y eso, al tiempo que ejercen de delantero centro al tramitar "10 o 15 denuncias que caen en el juzgado cada d¨ªa". "Hay que investigarlas y separar lo urgente de lo que no lo parece tanto". Al acabar, tarde, la jornada, Lorente se va a casa "con 20 dramas en la cabeza".
"La sobrecarga demuestra lo necesarios que eran estos juzgados", plantea Lorente. "Lo que no es noticia, por fortuna, es la cantidad de vidas que salvamos o las situaciones de maltrato que remediamos. Los que estamos aqu¨ª, empezando por los funcionarios, que trabajan mucho m¨¢s de lo que corresponde a su retribuci¨®n, lo sabemos".
La magistrada observa otras dificultades derivadas de una ley cuyo balance le resulta "positivo" -"ha permitido proteger a miles de mujeres"-. "Hay muchas que quieren retirar la denuncia porque tienen miedo, porque les parece m¨¢s grave ver a su pareja engrilletada que lo que ha pasado a ellas, o por presiones familiares. Pero no pueden hacerlo, porque es un delito perseguible de oficio". Otro problema a?adido, a su juicio, es que la Ley de Enjuiciamiento Criminal permite que la v¨ªctima de violencia de violencia machista no declare contra su c¨®nyuge, lo que ocurre "con frecuencia".
"La polic¨ªa detiene m¨¢s de lo que deber¨ªa, quiz¨¢ por curarse en salud. Deber¨ªa investigar m¨¢s antes de hacerlo. Detiene al denunciado por maltrato aunque no se trate de un caso grave. Adem¨¢s, cuando los dos miembros de la pareja se agreden, s¨®lo me traen detenido al hombre. Llevar faldas no puede ser un privilegio", prosigue Lorente. Apenas ha recibido denuncias falsas, "pero s¨ª denuncias err¨®neas o mal aconsejadas, de mujeres que no distinguen entre el sufrimiento derivado de una ruptura sentimental y el maltrato psicol¨®gico". Este ¨²ltimo "a menudo es agua entre los dedos, sobre todo por la dificultad de detectarlo y probarlo".
Francisca Verdejo "Objetivos cumplidos"
La juez Francisca Verdejo tambi¨¦n est¨¢ al frente de otro juzgado exclusivo de violencia, el n¨²mero 2 de Barcelona. Como en otros ¨®rganos de este tipo, dispone de equipos psicosociales, fiscales y forenses exclusivos para esos asuntos. "Los objetivos principales que persegu¨ªa la ley se han cumplido: hay unos juzgados especializados, se concentran las jurisdicciones civiles y penales en esos casos y se les da una atenci¨®n diferenciada", asegura Verdejo. "Eso no quiere decir que la ley no sea mejorable y que no sea necesario crear m¨¢s juzgados", a?ade. Verdejo cree que en las grandes ciudades deber¨ªa haber un juzgado exclusivo de guardia las 24 horas del d¨ªa para estos casos de violencia.
Esta juez atiende entre ocho y diez detenidos al d¨ªa. Ha de tomar declaraci¨®n a todos ellos y a las v¨ªctimas, que deben ser reconocidas por el forense. Al final, debe celebrar la audiencia y, si se conforma el acusado, dictar sentencia. Verdejo no considera que el C¨®digo Penal sea desproporcionado y entiende que cumple una funci¨®n preventiva. "Ojal¨¢ alg¨²n d¨ªa puedan desaparecer estos delitos", afirma.
Ignacio de Torres "Pedir el traslado"
"Me estoy planteando, como muchos compa?eros, pedir el traslado. Este destino desgasta mucho y no es el juzgado que deseo". As¨ª se expresa el magistrado Ignacio de Torres, titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucci¨®n n¨²mero 7 de Cerdanyola del Vall¨¨s (Barcelona), que cubre un ¨¢rea de 160.000 habitantes. Denuncia la falta absoluta de medios para aplicar la ley contra la violencia y de planificaci¨®n de los poderes p¨²blicos. De Torres forma parte de esos m¨¢s de 400 jueces que han de compaginar los asuntos de violencia con los pleitos civiles y penales que llegan a su juzgado. Los primeros son prioritarios y, si hace unas semanas se?al¨® un juicio o una diligencia y la ma?ana en que ha de realizarla le llegan detenidos por violencia dom¨¦stica, tiene que suspender un caso para dedicarse al otro. Con la incertidumbre, adem¨¢s, de desconocer si podr¨¢ celebrarse el nuevo d¨ªa que se?ale.
Nada asegura tampoco que, una vez en el juzgado, el detenido y la v¨ªctima puedan pasar a disposici¨®n del juez. Para ello, es imprescindible la presencia del fiscal, no siempre asegurada, y que debe atender otros asuntos. Y tampoco est¨¢ asegurada la presencia del abogado, al que, en ocasiones, hay que esperar a que finalice otras asistencias. Y es que la ley se est¨¢ aplicando con los mismos fiscales que antes de su entrada en vigor. De Torres afirma que tiene el juzgado al d¨ªa a costa de echarle muchas horas y fines de semana.
"Comulgo con el contenido te¨®rico de tolerancia cero contra la violencia, pero la realidad es otra. No siempre hay que aplicar el C¨®digo Penal a las parejas que discuten, porque las relaciones humanas son complejas y sucede en ocasiones que, cuando la mujer ve al marido esposado, le pide al juez que le deje en libertad", explica. Cuestiona el principio de proporcionalidad del C¨®digo Penal y el exceso de castigo que, en su opini¨®n, existe para algunas conductas. "Se traslada al juez la responsabilidad de resolver el maltrato y lo que ocurre a diario es que con un envoltorio semejante de denuncia, el contenido puede ser muy distinto". La investigaci¨®n lleva tiempo y el juez est¨¢ absolutamente solo, sin medios.
Alejandro Gal¨¢n Lunes, "el peor d¨ªa"
Los lunes son "el peor d¨ªa" de los jueces de violencia, ya que deben hacerse cargo de los casos acumulados en fin de semana, relata Alejandro Gal¨¢n, titular del juzgado n¨²mero 6 de Alcorc¨®n (localidad de 162.000 habitantes en la periferia madrile?a). Los primeros seis meses llev¨® al d¨ªa todos los asuntos de su juzgado mixto. Luego lleg¨® la saturaci¨®n. Le acaban de aliviar el trabajo y a medio plazo conf¨ªa en llevar todo "a velocidad de crucero". Pero los d¨ªas con juicios civiles est¨¢ "en ascuas". "Nunca s¨¦ si podr¨¦ atenderlos. Puede llegar un caso de violencia, y tiene prioridad".
Doce meses en los juzgados de violencia
- La mayor¨ªa de los juzgados especialidados en combatir la violencia machista se dedica tambi¨¦n a otros asuntos, lo que provoca retrasos en los juicios civiles
- "La sobrecarga de trabajo demuestra lo necesarios que eran"
- "Los objetivos principales de la ley se han cumplido"
- "No siempre hay que aplicar el C¨®digo Penal a las parejas que discuten"
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