"Sentirte escuchada te sorprende"
Las maltratadas valoran los avances de la legislaci¨®n y los juzgados especializados, pero aseguran que a¨²n hay que mejorar
"En el juzgado de violencia de g¨¦nero [n¨²mero 1 de Madrid] me trataron mucho mejor.
Me atendi¨® una psic¨®loga y, despu¨¦s, una trabajadora social que me hizo reaccionar y me aconsej¨® que fuera a un centro de acogida para mujeres maltratadas". Pocos d¨ªas antes, Julia (nombre ficticio), de 28 a?os, hab¨ªa intentado poner una denuncia a su ex pareja en el juzgado de guardia. Era fiesta. "Si no tienes parte de lesiones, no te molestes en pedir orden de alejamiento", dice que le espet¨® el juez de guardia.
En el momento en que una mujer maltratada re¨²ne fuerzas para ir a la polic¨ªa o al juzgado, una palabra amable o alguna informaci¨®n sobre los apoyos a su disposici¨®n pueden ser la diferencia entre denunciar o volverse a casa con su agresor. La Ley contra la Violencia de G¨¦nero trajo consigo la implantaci¨®n, hace un a?o, de los juzgados especializados en violencia contra las mujeres. Se estrenaban cuando Julia fue a denunciar.
"Te pueden citar a declarar el mismo d¨ªa y a la misma hora que a tu agresor"
La mujer estaba entonces en tr¨¢mites de separaci¨®n, pero su marido segu¨ªa acos¨¢ndola, amenaz¨¢ndola, esper¨¢ndola a la salida del trabajo. Un d¨ªa se present¨® en la casa de los padres de Julia. La agredi¨® por segunda vez (la primera ella no denunci¨®), atac¨® a su padre e intent¨® llevarse a la hija de ambos, de tres a?os. Lo evit¨® la intervenci¨®n de un vecino. Hoy, a¨²n no se ha celebrado el juicio porque su pareja est¨¢ en busca y captura, pero ya est¨¢ dictada como medida provisional la orden de alejamiento. Julia dej¨® su trabajo y vive con su hija en el centro de acogida. "Ahora mi hija se r¨ªe. Ya no se tapa los o¨ªdos cuando alguien habla alto", relata. Para ella, la atenci¨®n que ha recibido es "buena", pero a¨²n hacen falta "m¨¢s juzgados de violencia, m¨¢s centros, medios..."
Lo mismo opina Andrea (nombre ficticio), de 25 a?os, que hubiera necesitado un polic¨ªa judicial cuando hace unos meses coincidi¨® con su ex pareja en el juzgado madrile?o n¨²mero 1 de violencia, antes de la celebraci¨®n del juicio r¨¢pido. Andrea no encontr¨® en el edificio ning¨²n agente que la acompa?ase hasta la sala y, de camino, relata, se top¨® con su agresor, que fue corriendo hacia ella. Hist¨¦rica, Andrea ech¨® a correr, gritando, con la suerte de que un guardia civil cerraba en ese momento la puerta de una sala y pudo pedirle ayuda. El agente intercept¨® a su ex pareja, asegura. "No hay c¨¢maras de seguridad, ni un polic¨ªa judicial, te pueden citar a declarar el mismo d¨ªa, a la misma hora que a tu agresor, como me ha pasado a m¨ª", se queja.
El trato, sin embargo, que ha recibido por parte del personal de los juzgados es "muy bueno", a?ade. Pero no ocurri¨® lo mismo hace tres meses, cuando quiso poner la denuncia en la comisar¨ªa madrile?a del Carmen. "Para empezar, el primer interrogatorio fue en la calle, mientras el polic¨ªa se fumaba un cigarrillo", relata. Asegura que, una vez en la sala de espera, le preguntaron "a voces": "?Qui¨¦n es la chica que viene a denunciar por maltrato? ?La ¨²ltima agresi¨®n fue hace tres meses? ?Y no tienes parte de lesiones?". "Yo que t¨² ni pon¨ªa la denuncia", relata la joven. Como la mujer llevaba tiempo en un centro de acogida, conoc¨ªa el proceso y sab¨ªa que pod¨ªa dirigirse tambi¨¦n al juzgado. Es lo que hizo. "Imag¨ªnate que yo hubiera sido una mujer que acaba de ser atacada y que nadie me hubiera asesorado. Probablemente hubiera vuelto a casa y me hubieran dado otra paliza". El procedimiento es el correcto, dice, pero a¨²n tiene que mejorar. Por ejemplo, asegurar que se van cumplir las ¨®rdenes de alejamiento o aumentar el n¨²mero de centros de acogida, donde hay permanentemente atenci¨®n jur¨ªdica y psicol¨®gica, en lugar de casas de emergencia en las que "la informaci¨®n escasea", se?ala. "Es muy dif¨ªcil dar el paso de denunciar, por eso necesitamos saber que vamos a estar protegidas".
Andrea s¨®lo ha conocido la situaci¨®n de los juzgados especializados. Sin embargo, Mar¨ªa Mart¨ªnez -da su nombre verdadero porque, dice, ya lo ha superado- denunci¨® a su ex pareja antes de que funcionaran los ¨®rganos especializados. Aun as¨ª, ha notado cambios en el ¨²ltimo de los tres procesos que ha seguido, todos ellos en juzgados de lo penal. Y ello, porque la jueza del juzgado de lo penal n¨²mero uno de Vilanova i La Geltr¨² (Barcelona) que ha llevado su ¨²ltimo juicio, estaba "especializada" en casos como el suyo, afirma Mar¨ªa.
"Not¨¦ una gran sensibilidad en la juez. En el juicio, me concedieron todo el tiempo que necesit¨¦ para hablar. Sentirte escuchada y comprendida te sorprende". La sentencia, dictada el mes pasado, confirma que el hombre que fue durante dos a?os pareja de Mar¨ªa la maltrat¨® f¨ªsica y psicol¨®gicamente. La lleg¨® a amenazar de muerte, cuchillo en mano. La dependencia psicol¨®gica de Mar¨ªa por su pareja era tan fuerte, que tras dos procesos judiciales, volvi¨® a perdonarle. A la "tercera fue la definitiva", explica la mujer. "Necesitamos que nos apoyen y asesoren, desde los servicios sociales hasta la polic¨ªa". Para que "la ley funcione hace falta m¨¢s coordinaci¨®n en el equipo que forma parte del proceso hasta que se celebra el juicio, los servicios sociales, polic¨ªas locales, los testigos, el abogado...", concluye Mar¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.