Osorio
A Osorio lo v¨ª por primera vez en M¨¦xico. Antes no sab¨ªa nada de ¨¦l. Ya se sabe que, cuando no se ve, no se sabe. Y aqu¨ª de M¨¦xico no se ve nada.
Lo descubr¨ª viendo un v¨ªdeo. ?bamos a jugar contra el equipo de Osorio, Cruz Azul, y no sab¨ªa nada de ellos. Cinco minutos fueron suficientes para darse cuenta de que ser¨ªa un error ir a buscarlos. No pod¨ªamos presionarles arriba. Hacerlo con Osorio en el campo, un atrevimiento demasiado mayor para un equipo como el nuestro.
Pero era una impresi¨®n. Era s¨®lo un partido. Era un v¨ªdeo de nuestro rival. Nuestro pr¨®ximo rival en el campeonato.
Lleg¨® el partido. S¨¢bado por la tarde. Mucho calor. Estuvo enorme. Jug¨® simplemente perfecto. Comentamos con Juanma Lillo y su ayudante Ra¨²l Caneda lo impresionados que nos hab¨ªa dejado. Coincidimos en que ten¨ªa nivel para jugar en la Liga espa?ola. Por ser menudo, sin mucha presencia, y por nuestros malditos prejuicios, que siempre est¨¢n y nunca desaparecen (ya se sabe que los centrales tienen que ser altos y fuertes), nos citamos a futuras presencias de Osorio para ver si nuestra primera impresi¨®n, como se dice, es la que vale.
Y nos citamos en el Mundial. Qu¨¦ mejor sitio. Y nos dimos cuenta de que nos equivocamos. Osorio no s¨®lo puede jugar en Espa?a. Puede jugar en el Madrid y en el Bar?a. En un grande porque en todo el Mundial ha jugado de grande. Con talento para defender (no es exclusividad de los atacantes ) y talento para atacar. El mano a mano con T¨¦vez al final del partido, llevando al argentino a la izquierda sabiendo que siempre busca ir a su derecha, es talento defensivo. Salir jugando como lo hizo ¨¦l es talento ofensivo. Y para jugar en un grande, en Espa?a, se necesitan las dos cosas. Con una sola, a veces, no alcanza.
Se va M¨¦xico a casa. Se va porque la diferencia de su gente de atr¨¢s respecto a la de delante es demasiada. Cre¨ªa que los partidos se ganan en las ¨¢reas. Con M¨¦xico he descubierto que ha de ser en las dos. Con que falles en una vuelves a casa. No hay un equipo que llegue tantas veces como lo ha hecho M¨¦xico a los tres quartos del campo. Que llegue tantas veces a los tres cuartos... y all¨ª se acabe todo. Se ha descubierto con M¨¦xico que para ganar se necesita algo m¨¢s que jugar muy bien. Se necesita a un insolente, a un maleducado, para salirse de lo establecido y que coja el bal¨®n y decida el partido. Con una jugada, con un lanzamiento de falta, con un no s¨¦ qu¨¦, con algo de lo que no ha hecho M¨¦xico en los ¨²ltimos diez metros. Y sabe mal. Sabe mal proponer tanto y recoger tan poco. Sabe mal por lo generosos que han sido. Generosos en el ¨²ltimo partido de grupo contra Portugal. A 25 minutos del final, M¨¦xico se queda con diez. Expulsi¨®n por simular ca¨ªda en el ¨¢rea (bravo, ¨¢rbitro: cuatro a?os esperando un Mundial, d¨ªas y d¨ªas de trabajo y te puedes quedar fuera por, supuestamente, simular). Est¨¢n a dos goles de quedarse fuera y, en vez de irse hac¨ªa atr¨¢s para no encajar esos dos goles (yo me habr¨ªa colgado del travesa?o), ¨¦stos cogen el bal¨®n y siguen y siguen atacando, generando as¨ª ocasiones y ninguna de Portugal. Generosos, porque nadie se hab¨ªa atrevido a sacarle el bal¨®n a la Argentina de P¨¦kerman. Ellos lo hicieron. Lo hicieron gracias a M¨¢rquez. A Salcido. Y a Osorio, que, no olvidemos, jug¨® los ¨²ltimos 15 minutos del a?adido de extremo derecha. Un l¨ªbero jugando de extremo derecha. ?No dec¨ªan que no hay revoluci¨®n desde la Holanda del 74?
Se va M¨¦xico a casa. Y pocos agradecer¨¢n con qu¨¦ grandeza se van. Muchos les est¨¢n esperando. Con cuchillos. Nunca he entendido ese supuesto amor a los colores matando al que en ese momento los est¨¢ defendiendo. Hugo S¨¢nchez ya se ha postulado. Tarde o temprano lo ser¨¢. Y seguro que, cuando lo sea, no le gustar¨¢ ser tratado como ha tratado ¨¦l a La Volpe. Un La Volpe que habr¨ªa dado la vida por tener en esta Alemania que ya han dejado al mejor goleador que he visto en toda mi vida: Hugo S¨¢nchez. Pero con la curiosidad por ver si Hugo S¨¢nchez har¨¢ a su amado M¨¦xico, cuando Televisa lo nombre seleccionador, jugar como lo ha conseguido hacer el equipo de La Volpe.
Tendr¨¢ un grave inconveniente: no podr¨¢ contar con Hugo S¨¢nchez.
Tendr¨¢ una gran ventaja: seguir¨¢ teniendo a Osorio.
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