Menotti, asesor de Klinsmann

Acostumbrado a trasnochar, acabar de trabajar a las siete de la ma?ana en una ciudad donde a las seis luce un sol radiante, debe tener descolocado a C¨¦sar Luis Menotti, campe¨®n del Mundo como seleccionador de Argentina en 1978 y que sigue el Mundial de Alemania como comentarista de la cadena mexicana Televisa. Con el sue?o cambiado, el pasado s¨¢bado, antes de volver a su hotel, se pas¨® a echar un vistazo por el hotel Hilton donde estaba concentrada la selecci¨®n alemana que, esa misma tarde, se jugaba el pase a los cuartos de final del torneo ante Suecia. All¨ª se encontr¨® con J¨¹rgen Klinsmann, del que fue entrenador el a?o 1997 en G¨¦nova, en el Sampdoria. Durante dos horas, hablaron de f¨²tbol, claro. Despu¨¦s del partido, el alem¨¢n, explic¨® que Menotti le hab¨ªa dado un consejo muy ¨²til y que tuvo muy presente.

Kahn ha suscitado otra pol¨¦mica al manifestar que no entiende por qu¨¦ no es titular

Menotti fue el t¨¦cnico de Klinsmann cuando ¨¦ste jugaba en el Sampdoria en 1997

La duda es saber qui¨¦n aprendi¨® m¨¢s de qui¨¦n la ma?ana del s¨¢bado, porque dicen que el t¨¦cnico argentino sali¨® impresionado del contacto que mantuvo con el hombre al que conoci¨® de futbolista en Italia y con el que se reencontr¨® al frente de la selecci¨®n. Para su sorpresa, al llegar al hotel no hab¨ªa polic¨ªas en la puerta y lejos de encontrarse el habitual ambiente herm¨¦tico, casi claustrof¨®bico, sinti¨® nada m¨¢s traspasar las puertas que all¨ª se respiraba un aire curiosamente fresco. En el hall no estaban los habituales directivos exhibi¨¦ndose, como suele ser habitual, cobrando todo el protagonismo, rodeados de amigos y familiares. Los futbolistas no quedaban relegados a las habitaciones, con la excusa del descanso, sino que se les ve¨ªa tranquilos dentro del ambiente competitivo propio de la ocasi¨®n, aunque carente de mayor presi¨®n que la l¨®gica, la impuesta por la exigencia del deportista que est¨¢ a pocas horas de jugar un partido trascendente.

Consciente de que como jugador siempre fue de los catalogados como distintos, de esos que por inteligentes interpretan desde la raz¨®n las consignas del entrenador antes de seguirlas simplemente por obedecer, sin m¨¢s, Menotti se interes¨® por c¨®mo Klinsmann hab¨ªa sentado las bases de la nueva selecci¨®n alemana. Tambi¨¦n se interes¨® por las razones que decidieron al entrenador alem¨¢n a emigrar a California y por c¨®mo hab¨ªa soportado el hostigamiento de cuantos, desvergonzadamente, se postularon como su relevo casi al tiempo que la federaci¨®n le nombr¨® seleccionador. El seleccionador alem¨¢n no le cont¨® la ¨²ltima. Todav¨ªa no hab¨ªa trascendido. Se trata de la pol¨¦mica que envuelve a uno de los pesos pesados de la selecci¨®n. El meta suplente, Kahn, dice no entender por qu¨¦ perdi¨® la titularidad y que nunca recibi¨® una explicaci¨®n satisfactoria de Klinsmann. "Nunca hubo una explicaci¨®n, s¨®lo la declaraci¨®n de que en adelante jugar¨ªamos con Lehmann y que ahora ¨¦l es el n¨²mero uno", manifest¨® Kahn en una entrevista que publica la revista Der Spiegel en su edici¨®n de la pr¨®xima semana.

Antes de eso, Klinsmann, se explic¨®, mostr¨¢ndose como lo que Menotti esperaba: un tipo razonable y coherente, pero m¨¢s interesado por encontrar respuestas a las dudas que le sigue planteando el camino que se ha propuesto recorrer con la selecci¨®n de su pa¨ªs. Metidos en faena, la conversaci¨®n les llev¨® al partido de la tarde. Fue entonces cuando el argentino Menotti habl¨® de las funciones defensivas de Torsten Frings, centrocampista del Werder Bremen, internacional en m¨¢s de 50 ocasiones, y de la necesidad de que comprendiera que deb¨ªa descolgarse en defensa para meterse entre los dos centrales cuando el equipo perd¨ªa el bal¨®n y alguno de los laterales estaba en fase de ataque. Klinsmann, que le reconoci¨® a Menotti lo mismo que dijo despu¨¦s del partido, es decir, que no se siente entrenador todav¨ªa -"sigo escuchando, sigo aprendiendo", aclar¨®-, se despidi¨® del argentino agradecido y le cont¨® a Frings los planes. Jug¨® muy bien. Defensivamente, entendi¨® perfectamente el movimiento y s¨®lo cometi¨® un error: cambiarse de botas al principio de la segunda parte. Tuvo problemas con los cordones y en uno de esos contratiempos, recul¨® tarde. Cuando Menotti empezaba su jornada laboral en Alemania, escuch¨® a Klinsmann darle las gracias y comprob¨® de nuevo que un Mundial, a fin de cuentas, es una excusa maravillosa para reencontrarse un domingo por la ma?ana con viejos amigos.