Contra los parqu¨ªmetros, las obras y la inseguridad

Obras de la M-30, parqu¨ªmetros, inseguridad en el centro... Un millar de madrile?os salieron ayer a la calle para recordar a su alcalde, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, que los problemas se le acumulan. Aunque el motivo principal de la manifestaci¨®n era denunciar el "desprop¨®sito medioambiental y el despilfarro econ¨®mico" que supone la ampliaci¨®n de la M-30, otros colectivos cr¨ªticos con el Ayuntamiento tambi¨¦n se apuntaron a la cita.

Los manifestantes no amanecieron muy madrugadores. A las doce del mediod¨ªa, en la plaza del Callao, ¨²nicamente 200 personas enarbolaban sus pancartas. Eso s¨ª, los pol¨ªticos ya estaban entre ellos. La portavoz socialista en el Ayuntamiento, Trinidad Jim¨¦nez, acompa?ada por sus correligionarios Pedro Zerolo y ?scar Iglesias, ped¨ªa a los eurodiputados que hoy examinar¨¢n las obras municipales que tomen nota de la realidad que padecen los madrile?os por las obras. In¨¦s Saban¨¦s, portavoz de IU, recalcaba el error de haber dotado a la obra de una declaraci¨®n de impacto ambiental.

Pero no todo eran pol¨ªticos. Una veintena de ciclistas protestaban por la falta de espacios para montar en bici. "Si se quiere favorecer otros medios de transporte, hay que disuadir de coger el coche, lo contrario de lo que hace Gallard¨®n. El carril-bici que habr¨¢ en el tramo soterrado de la M-30 es el chocolate del loro", asegura aferrado al manillar de su bicicleta Juan Merallo, portavoz de la asociaci¨®n Pedalibre.

A medida que la manifestaci¨®n discurr¨ªa por la calle Mayor, m¨¢s gente se incorporaba a los gritos y pitidos contra el alcalde. Algunos sub¨ªan todav¨ªa m¨¢s el tono de las cr¨ªticas. "Gallard¨®n + Chimeneas = Hitler", se pod¨ªa leer en un cartel. Al son de una banda de percusi¨®n, algunos asistentes bailaban unos pasitos para adelante, unos pasitos para atr¨¢s, provocando alg¨²n que otro tropiezo con los de las bicis.

En la plaza de la Villa, el destino final, esperaba a los asistentes un escenario en el que intervendr¨ªan las estrellas de la ma?ana. A las coplillas de un cantautor sigui¨® un vodevil en el que un hombre disfrazado de fara¨®n hac¨ªa las veces de alcalde. "Merecen la pena unos meses de molestia para recuperar el Manzanares", arengaba a sus s¨²bditos. "Mentiroso, fuera", le gritaban desde abajo.

El ¨¦xtasis del p¨²blico lleg¨® con un grupo disfrazado de esclavos constructores de pir¨¢mides (perfectamente conjuntados con sus faldas, pelucas y un ladrillo en mano). Hicieron una libre interpretaci¨®n del ¨¦xito de los a?os ochenta del grupo Los Inhumanos Qu¨¦ dif¨ªcil es hacer el amor en un Simca 1000 en la que, entre otras cosas, se sorprend¨ªan de que "Gallard¨®n hasta en la Cope cae mal". Al final, todos lo ten¨ªan claro: "Gallard¨®n, dimisi¨®n".