La Carta Magna, a debate despu¨¦s del verano
La clase pol¨ªtica italiana vuelve a encontrarse ante un folio en blanco. Las batallas parlamentarias libradas durante los cinco a?os de la pasada legislatura se esfumaron ayer con el no y el primer ministro Romano Prodi, como sus antecesores, se enfrenta a un viejo problema, claramente reflejado en los resultados del refer¨¦ndum: en el noreste, la zona m¨¢s rica del pa¨ªs, la mayor¨ªa desea un sistema federalista; en el resto del pa¨ªs, sobre todo en el sur m¨¢s pobre, el federalismo es percibido de forma muy negativa.
Tanto en Lombard¨ªa como en V¨¦neto la participaci¨®n super¨® el 60% y el s¨ª se impuso con holgura: 54,6% en la primera regi¨®n, 55,3% en la segunda. En las tres regiones m¨¢s dependientes de la solidaridad fiscal, Calabria, Campania y Sicilia, se invirtieron los t¨¦rminos. La participaci¨®n apenas super¨® el 40% y el no obtuvo una ventaja abrumadora: 82,5% en Calabria, 75,3% en Campania, 69,9% en Sicilia.
El proceso de reforma constitucional que piensa abrir Romano Prodi en oto?o no s¨®lo deber¨¢ tener en cuenta las voluntades opuestas de noreste y sur, sino las divergencias en su propia coalici¨®n. En el centroderecha ha acabado fraguando un cierto consenso sobre la necesidad de cambiar la Constituci¨®n en un sentido descentralizador y de reforzar el Poder Ejecutivo frente a la hegemon¨ªa parlamentaria.
En el centroizquierda hay dos bloques enfrentados: los moderados, con Romano Prodi al frente, apuestan por una reforma consensuada pero ambiciosa; la izquierda radical, en cambio, considera ¨®ptima la actual Constituci¨®n y no quiere ni hablar de reabrir el proceso en los pr¨®ximos meses.
Cualquier opci¨®n requerir¨¢ plazos amplios. El fallido proyecto de reforma del centroderecha se habr¨ªa desplegado de forma gradual durante los pr¨®ximos 12 a?os: la aplicaci¨®n plena de las novedades estaba prevista para 2016.
Un horizonte de ese tipo ser¨¢ el que plantear¨¢ Romano Prodi a la vuelta de vacaciones, si los problemas econ¨®micos y las divergencias sobre pol¨ªtica exterior permiten que su Gobierno preste atenci¨®n a cuestiones no estrictamente cotidianas.
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