Barbara Epstein, directora de 'The New York Review of Books'

Barbara Epstein, un nombre m¨ªtico dentro del mundo literario estadounidense, al que contribuy¨® y engrandeci¨® como cofundadora y directora de The New York Review of Books, falleci¨® el pasado 16 de junio a los 76 a?os v¨ªctima de un c¨¢ncer de pulm¨®n.

"Fue una de las editoras m¨¢s influyentes de nuestro tiempo", afirm¨® la escritora Janet Malcom. "Pero no ten¨ªa ninguno de los atributos que normalmente van asociados a los editores con poder: agresividad, rudeza, egotismo. Su inusual modestia, su gentileza y su encanto eran fuente de cierto misterio. Adem¨¢s, eran parte inextricable de la revista que ella y Bob Silver crearon", declar¨® en The New York Times.

Naci¨® en Boston en 1929 bajo el apellido Zimmerman. Tras graduarse en Radcliffe comenz¨® a trabajar como asistente en la editorial Doubleday, donde pronto fue escalando puestos hasta conseguir la admiraci¨®n de sus colegas como editora de El diario de Anna Frank, publicado en 1952. Cambi¨® de editorial varias veces hasta que entre 1962 y 1963, durante una huelga de peri¨®dicos que dej¨® Nueva York sin prensa escrita durante 114 d¨ªas, ella y su marido Jason Epstein, junto al poeta Robert Lowell, la ensayista Elisabeth Hardwick y el editor Robert Silver, decidieron crear una peque?a revista que pudiera suplir el vac¨ªo dejado por The New York Times Review of Books durante esa huelga.

En un principio las editoriales vieron su creaci¨®n como un lugar en el que desplegar su publicidad, ofrecer sus listas de ventas y permitir que los autores pudieran hablar de sus libros. Sin embargo, cuando la huelga hubo finalizado, la revista ya se hab¨ªa editado dos veces y hab¨ªa tenido tanto ¨¦xito que sus creadores decidieron continuar con ella, convirti¨¦ndola no s¨®lo en un espacio dedicado a la literatura sino a la cultura con may¨²sculas. The New York Review of Books se convirti¨® en una especie de agitador y contenedor de ideas en el que todos los grandes nombres de las letras estadounidenses del siglo XX dejaron su impronta. La revista brit¨¢nica The New Statesman la proclam¨® en 1963 "de importancia cultural mayor que la inauguraci¨®n del Lincoln Center".

Para lanzar el primer n¨²mero Bob Silver y Barbara Epstein, los ¨²nicos directores que ha tenido la revista, le vend¨ªan publicidad a las editoriales durante el d¨ªa y por la noche editaban los textos, que desde aquel primer n¨²mero hasta ahora, siempre han sido revisados y rele¨ªdos por todos los responsables de la publicaci¨®n. "Era una editora feroz, muy perfeccionista pero en el buen sentido", declar¨® la escritora Diane Johnson, una de sus amigas ¨ªntimas.

Mary McCarthy, Gore Vidal y Norman Mailer fueron las primeras firmas que aparecieron en una revista que a¨²n hoy es considerada como un selecto club literario por el cuidado con el que escoge tanto a los colaboradores como los temas sobre los que se escribe.

Barbara Epstein trabaj¨® en The New York Review of Books hasta apenas dos semanas antes de morir, junto a Bob Silver, que continuar¨¢ al frente y quien en declaraciones a Los Angeles Times defini¨® as¨ª la contribuci¨®n de su colaboradora durante m¨¢s de cuatro d¨¦cadas: "Ella le confiri¨® a la publicaci¨®n su soberbia inteligencia, un exquisito sentido del lenguaje y sus s¨®lidas preocupaciones morales y pol¨ªticas, que la llevaron a denunciar y a intentar remediar la injusticia".

Barbara Epstein tuvo dos hijos de nombres singulares: Jacob of Los Angeles y Helen of New York City, fruto de su matrimonio con Jason Epstein. Aquella relaci¨®n termin¨® en divorcio en 1980. Despu¨¦s estuvo ligada al columnista Murray Kempton hasta su muerte, en 1997.