Presos de sus palabras
Los cuatro ¨²ltimos seleccionadores de Espa?a, por una u otra raz¨®n, han sido presos de sus palabras y en sus dimisiones o renuncias forzadas han coincidido algunos factores: el presidente de la federaci¨®n, ?ngel Mar¨ªa Villar, siempre les ha ratificado antes de su dimisi¨®n y los implicados amagaron con seguir antes de despedirse.
Javier Clemente, que resisti¨® el fracaso del Mundial 1998, no pudo soportar la derrota ante Chipre (3-2) en la fase clasificatoria de la Eurocopa 2000. Clemente, un torbellino habitual de palabras, se aferr¨® al cargo, restando importancia al fracaso de Larnaka, pareci¨® aguantar incluso las intromisiones del Gobierno (la entonces ministra de Educaci¨®n, Esperanza Aguirre, reclam¨® a Villar que resolviera el caso Clemente) y de los partidos pol¨ªticos que reclamaban una destituci¨®n. Seis a?os y un d¨ªa despu¨¦s de su nombramiento, Clemente se fue "ni cesado ni dimitido", dijo con su habitual agudeza dial¨¦ctica.
A partir de Clemente comienza un ciclo en el que los seleccionadores espa?oles arrancan con un compromiso m¨¢s o menos expreso que condiciona su futuro. Camacho, que sucede a Clemente en un clima de consenso, lo hace con una premisa muy subjetiva: "Si fracaso [en el Mundial de Corea y Jap¨®n], me voy". El t¨¦cnico de Cieza no desvel¨® el contenido de su compromiso hasta que Espa?a fue eliminada en cuartos de final por la anfitriona, Corea del Sur. Una vez m¨¢s, la federaci¨®n anunci¨® que Camacho seguir¨ªa en el cargo. Una semana despu¨¦s, Camacho anuncia que dimite, rescindiendo un contrato que le ligaba a la selecci¨®n dos a?os mas. ?Fracaso ante Corea? No, seg¨²n dijo Camacho en su despedida. "No nos hemos ido del Mundial, nos han echado", luego oficialmente sus razones fueron otras: "Quiero entrenar en un club para vivir la inquietud del trabajo diario", explic¨® como motivo de su adi¨®s.
S¨¢ez, que tom¨® el relevo como "soluci¨®n transitoria", seg¨²n Villar, tambi¨¦n parti¨® con deberes a la Eurocopa de Portugal: "Si fracaso o no llego, me voy. Esto es una rev¨¢lida en la que no basta con sacar notable". Espa?a cay¨® en la primera fase ante Portugal. S¨¢ez anunci¨® que seguir¨ªa al frente de la selecci¨®n, a pesar de que valor¨® con un seis la actuaci¨®n de su equipo. Su ¨²nica condici¨®n era contar con la confianza de la federaci¨®n y del entorno. Villar volvi¨® a apoyar su continuidad, pero dos d¨ªas despu¨¦s de anunciar el recurrente "yo sigo", S¨¢ez present¨® la dimisi¨®n apelando a un enigm¨¢tico entorno. La enorme presi¨®n medi¨¢tica afect¨® a S¨¢ez y a Villar.
Entonces lleg¨® Luis entre el clamor de los medios. Y todo igual: el reto fallido de las semifinales, la confianza de la federaci¨®n y "del pueblo"... y quiz¨¢s la dimisi¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.