El 'm¨¦todo Scolari'

La primera vez pudo ser intrigante. Los jugadores portugueses vieron filtrarse unos papelitos por debajo de las puertas de sus habitaciones. No eran declaraciones de amor, sino mensajes motivadores de su t¨¦cnico, Luiz Felipe Scolari. "No aprender¨ªamos a andar si no fuera a base de errores y aciertos", pon¨ªa una nota. "La disposici¨®n para los cambios en nuestros d¨ªas es cuesti¨®n de supervivencia", dec¨ªa otra. Seg¨²n el momento del equipo y las circunstancias, el brasile?o enviaba a los suyos esos mensajes recogidos en el libro Volando como un ¨¢guila, de Jo?o Roberto Gretz, un agricultor que se march¨® a S?o Paulo a estudiar historia y a escribir tratados de autoayuda. Scolari se identifica con los or¨ªgenes campesinos, ya que ¨¦l mismo procede del Estado de R¨ªo Grande do Sul, donde naci¨® Ronaldinho.

El brasile?o se lleva a cada Mundial un libro de cabecera del que extrae sus notas animosas

Felip?o, de 57 a?os, toma mate con sus colaboradores despu¨¦s de cenar. Charla relajadamente con ellos sobre la jornada. Luego, sube a su cuarto y sigue leyendo su libro de cabecera en este Mundial: Volando como un ¨¢guila. El factor emocional como principio b¨¢sico para sacar el m¨¢ximo rendimiento de sus jugadores. As¨ª gan¨® el pasado al frente de Brasil. Entonces recuper¨® an¨ªmicamente a Rivaldo, que lleg¨® hecho una ruina y se march¨® como un h¨¦roe. As¨ª espera superar hoy a Inglaterra y alcanzar las semifinales por segunda vez en la historia de Portugal, tras la fabulosa selecci¨®n de Eusebio en Inglaterra 66.

Los lusos est¨¢n completamente entregados a la causa. Con Figo a la cabeza. "Si se va Scolari, retrocederemos 20 pasos", dice ahora el extremo del Inter. Antes, sin embargo, le hab¨ªa declarado su enemistad: primero, por convocar al brasile?o de origen Deco para la Eurocopa de Portugal 2004, y despu¨¦s, por haberle sustituido a ¨¦l, la gran estrella, en el partido de los cuartos de final, ante Inglaterra, a falta de 15 minutos y con todo por decidir. Figo abandon¨® el campo enfurecido antes de acabarse el encuentro, pero Scolari le disculp¨®: "Se ha ido a rezar". Meses despu¨¦s, Felip?o viaj¨® a Madrid y persuadi¨® a su capit¨¢n para que postergara su retirada internacional hasta despu¨¦s de Alemania 2006.

Entre las siete victorias de Brasil, hace cuatro a?os, y las cuatro recientes de Portugal, Scolari suma once consecutivas en la Copa del Mundo. En 2002 eligi¨® otro libro en el que inspirarse: El arte de la guerra, un texto de hace 25 siglos en el que Sun Tzu, un general confucionista del reino Wu, explica c¨®mo una victoria depende m¨¢s de los aspectos morales e intelectuales de los oficiales y de las circunstancias de la batalla que del poder¨ªo de los ej¨¦rcitos. Acud¨ªa con ¨¦l bajo el brazo a los entrenamientos y le¨ªa p¨¢rrafos a su gente con solemnidad. Tambi¨¦n ped¨ªa a su familia que le enviara frases motivadoras de la revista Reader's Digest. O ense?aba a sus muchachos im¨¢genes de Ayrton Senna, el m¨ªtico piloto brasile?o de f¨®rmula 1 fallecido en un accidente en 1994 o del baloncestista Michael Jordan. Asimismo, les mostraba v¨ªdeos de las derrotas y el sufrimiento que generaban entre los aficionados.

Campe¨®n de la Copa Libertadores con el Gremio de Porto Alegre (1995) y con el Palmeiras (1999), Scolari se mueve con habilidad en competiciones cortas. Ha escogido adem¨¢s su v¨ªctima preferida: Inglaterra, a la que ya ha derrotado dos veces. Una, con Brasil, en 2002, y otra, con Portugal en 2004. No es extra?o, pues, que recibiera recientemente una oferta para ser el pr¨®ximo seleccionador ingl¨¦s, una vez se supo que el sueco Sven-Goran Eriksson no iba a continuar. Al brasile?o, devoto de las v¨ªrgenes de Caravaggio y de F¨¢tima, le asust¨® que los tabloides brit¨¢nicos se apostasen junto a su casa dispuestos a todo. Y rechaz¨® la propuesta a la ma?ana siguiente.

El lado oscuro de Felip?o pasa por su disculpa del r¨¦gimen de Pinochet ("trajo la estabilidad a Chile") y su rechazo de la homosexualidad ("si encuentro uno en mi equipo, lo echo"). Exalta los valores patri¨®ticos y canta el himno luso con tanto entusiasmo como sus jugadores. Se ha ganado los sobrenombres de Sargent?o o Disciplinador y, a?os atr¨¢s, le apodaron Cami?o (Cami¨®n), por su ¨¦poca de central matraca en equipos de segunda fila. Su personalidad ha sido decisiva para transformar un Portugal tradicionalmente bonito, pero blando, en un equipo preparado para la batalla. Hubo una muy dura en los octavos, ante Holanda, con dos expulsados que no podr¨¢n jugar contra Inglaterra (Deco y Costinha) y un lesionado que hoy se ver¨¢ si se ha recuperado a tiempo (Cristiano Ronaldo), v¨ªctima de una terrible patada del central neerland¨¦s Boulahrouz.