La vena roquera de Koizumi
El primer ministro japon¨¦s visita, acompa?ado de Bush, la casa de Elvis Presley en Memphis
El presidente y el primer ministro peregrinaron ayer al palacio del Rey. George W. Bush dej¨® por unas horas el cargado ambiente de Washington para acompa?ar a su amigo y aliado Junichiro Koizumi, primer ministro de Jap¨®n, a Graceland, la mansi¨®n de Elvis Presley en Memphis. Koizumi, un hombre que ha demostrado tener un gran sentido de la escena, forma parte de la legi¨®n de seguidores de la leyenda del rock and roll: comparte fecha de nacimiento con Elvis -8 de enero-, grab¨® hace a?os un disco con sus canciones y el jueves, en Washington, dio las gracias a EE UU por Love me tender, uno de los grandes ¨¦xitos de Elvis.
Los dos l¨ªderes dedicaron la primera jornada a la agenda pol¨ªtica -Irak, las pruebas de misiles de Corea del Norte, problemas comerciales-, pero Bush, agradecido por la oportunidad de desviarse de temas menos gratos, quiso dar desde el principio un tono ligero y dijo que "el momento cumbre del viaje" iba a ser la visita a Graceland, as¨ª que regal¨® al japon¨¦s un tocadiscos de monedas como los de los bares y una colecci¨®n de vinilos en la que estaba todo el Elvis. Koizumi la prob¨® con una de sus canciones preferidas, I want you, I need you, I love you. "Fue la primera que aprend¨ª de memoria en ingl¨¦s", dijo en el brindis de la cena oficial, y la dedic¨® a la relaci¨®n entre los dos pa¨ªses.
Para empezar el gran d¨ªa, en el vuelo en el Air Force One a Memphis hubo reparto de discos del cantante e hilo musical ad hoc; el portavoz de Bush, Tony Snow, se cal¨® las gafas de sol con montura dorada que Elvis luc¨ªa y se pasaron los s¨¢ndwiches de mantequilla de cacahuete a la plancha y de pl¨¢tano frito que el Rey devoraba y a los que ni Bush ni Koizumi -todo tiene un l¨ªmite- se atrevieron a hincar el diente.
Durante el recorrido por la casa-museo, Koizumi se emocion¨® con los trajes y las guitarras de Elvis como cualquier fan, pos¨® en las posturas tradicionales y con las gafas adecuadas, y se arranc¨® a cantar Love me tender ante un Bush que no le ayud¨® con la letra y que se limitaba a re¨ªr. "Ha sido como un sue?o", dijo Koizumi a la salida, tarareando To dream the imposible dream ante nuevas risas de un Bush al que le gusta ser el centro, pero que en esta ocasi¨®n se vio claramente superado por la actuaci¨®n de su amigo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.