Arenas y su credibilidad
La elecci¨®n de Juan Ignacio Zoido como candidato del PP a la alcald¨ªa de Sevilla ha tra¨ªdo como consecuencia un fen¨®meno hasta ahora ins¨®lito en el seno de este partido como ha sido el de la contestaci¨®n interna. Si bien no ha habido pronunciamientos de forma abierta, lo cierto es que se trata de una de las decisiones del presidente del partido, Javier Arenas peor acogidas por su electorado por no mencionar la palabra "rechazo", que es lo que viene m¨¢s al pelo, se tienen en cuentan los testimonios de personas, tanto de dentro como de fuera de la organizaci¨®n, molestas con el procedimiento seguido, cobr¨¢ndose una v¨ªctima como ha sido el del, hasta ahora, portavoz municipal en el ayuntamiento de Sevilla, Jaime Raynaud.
Arenas ven¨ªa actuando como de costumbre, esto es, haciendo y deshaciendo con suma facilidad, provocando crisis y soluciones al mismo tiempo en C¨®rdoba, Ja¨¦n, y ahora en Sevilla, sin el m¨¢s m¨ªnimo coste. En todo caso, el asunto se resolv¨ªa colocando a los defenestrados en la direcci¨®n regional del partido, curioso ¨®rgano de gobierno que se estira como un chicle, a conveniencia de la coyuntura. Pero este recurso parece ya agotado y m¨¢xime cuando son otros los que le ponen en evidencia. Ha sucedido con los fracasados intentos para que asumiera la candidatura hispalense, Soledad Becerril. A pesar de que Arenas se empe?aba en precisar que la ¨²nica propuesta fue a Zoido, lo cierto es que la misma Marquesa de Salvatierra se encarg¨® de contradecirle al reconocer que hac¨ªa meses que rechaz¨® una oferta en este sentido. Para colmo, su esperado pronunciamiento se produc¨ªa el pasado viernes tapando as¨ª, necesariamente, la presentaci¨®n oficial, sin admitir preguntas de los periodistas, de Zoido como candidato. Una aparici¨®n la suya, rodeado de j¨®venes militantes, que si por algo se destac¨®, fue por la alarmante falta de entusiasmo que transmiti¨®.
Que el mal proceder en este asunto suponga consecuencias inmediatas para Arenas est¨¢ por ver, pero lo que se ha de tener en cuenta es que este fiasco sienta un grave precedente y es que el cr¨¦dito ilimitado que parec¨ªa tener en su formaci¨®n tiene ya fecha de caducidad. Son muchos los que comienzan a cuestionar tanto sus hechos como sus palabras, lo cual significa que la credibilidad ante los suyos comienza resquebrajarse y eso para un pol¨ªtico es decir bastante. Pero de puertas para afuera, las cosas tampoco pintan bien. Los acontecimientos se est¨¢n encargando de dejarle otra vez en mal lugar. Sus compa?eros en Valencia o Mallorca llevan adelante sus respectivas reformas estatutarias con postulados que ¨¦l rechaza aqu¨ª. En esa l¨ªnea se sit¨²a, tambi¨¦n, el PP gallego que est¨¢ dispuesto a aceptar en el pre¨¢mbulo del estatuto reformado el t¨¦rmino "car¨¢cter nacional" de Galicia, referencia muy similar a la de "realidad nacional" que tanto espanto le produce en Andaluc¨ªa. No est¨¢ de m¨¢s que nos volvamos a preguntar porqu¨¦ lo que es v¨¢lido en otros sitios no lo es para los andaluces. Tal vez sea por que otros dirigentes regionales tienen m¨¢s fuerza que ¨¦l para imponer sus tesis frente a los intereses m¨¢s recalcitrantes y "ultras" que emanan de G¨¦nova 13.
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