Primero el pellejo, luego el equipo
Una vez perdido el Astan¨¢, Manolo Saiz dise?a su estrategia para defenderse en el posible juicio penal que le espera
Antes que por salvar a su equipo, el ahora llamado Astan¨¢-Wurth, de una muerte casi segura, a Manolo Saiz, uno de los hombres m¨¢s influyentes del ciclismo mundial en los ¨²ltimos a?os, le interesa salvar su propio pellejo, en peligro y a la espera de que le convoque el juez que instruye el caso de presunto delito contra la salud p¨²blica en que ha desembocado la Operaci¨®n Puerto. El equipo, si se salva, dejar¨¢ de ser suyo. Su vida, en cambio, no.
Para salvar de la desaparici¨®n a su manchado equipo, finalmente el resumen acelerado y vitaminado de su vida de director deportivo, iniciada hace casi 20 a?os con el ONCE, a Saiz quiz¨¢s le valga con seguir el consejo de ayer, en L'?quipe, de Alexander Vinok¨²rov, el kazajo que deber¨ªa haber liderado su asalto a la victoria en el Tour y que ayer se encontraba lejos, en M¨®naco, sin esperanzas y triste.
"Manolo debe dejar inmediatamente la bicicleta, que no se le vea m¨¢s", dijo Vinok¨²rov, por una vez en su vida con aire derrotado. "Nosotros, Kazajist¨¢n, cometimos un error al permitir que Astan¨¢ tapara el hueco que dejaba libre Liberty en los maillots. Pero yo no ten¨ªa tiempo de todo. Ten¨ªa que ocuparme tambi¨¦n de mi preparaci¨®n para el Tour. En vez de eso, ten¨ªamos que haber comprado la participaci¨®n de Saiz en Active Bay [la sociedad propietaria del equipo] y haberlo convertido en un equipo kazajo. Y eso es lo que haremos. Va a ser nuestro equipo, con nuestros corredores. Incluso dentro de dos a?os yo ser¨¦ su director".
Esta soluci¨®n no desagrada en absoluto a la Uni¨®n Ciclista Internacional (UCI), dispuesta a no perder por ning¨²n motivo un patrocinador loco por el ciclismo como es el Gobierno de Kazajist¨¢n, dispuesto a invertir 10 millones de euros anuales, pero sus deseos quiz¨¢s choquen con la ley. Primero, porque la comisi¨®n de licencias, un ¨®rgano independiente, del UCI ProTour ya tiene en su poder el informe de la Guardia Civil. Despu¨¦s de estudiarlo se reunir¨¢ y, seguramente, revocar¨¢ la licencia del equipo de Saiz, que, cuando llegue el momento de venderlo, quiz¨¢s ya no disponga de franquicia en la gran liga del ciclismo. Y segundo, porque, pese a las abusivas cl¨¢usulas de rescisi¨®n que atan a la mayor¨ªa de los j¨®venes, tan abusivas como, en el caso de alguno, de tres millones de euros, muchos de los corredores no implicados en la lista de la Guardia Civil ya est¨¢n dando pasos para irse del equipo, un derecho que se acrecentar¨ªa en caso de cambio de propiedad del conjunto.
Lo cual nos conduce al pellejo de Saiz.
En las ¨²ltimas horas, varios de los corredores implicados, sus abogados, sus m¨¢nagers, sus amigos... han empezado a dise?ar estrategias individuales de defensa, han pensado en c¨®mo salvar los muebles, en c¨®mo salir de ¨¦sta con el menor desgaste posible... La mayor¨ªa, evidentemente, pens¨® que su mejor defensa era la de decir que iban donde Eufemiano Fuentes porque Eufemiano era en realidad el m¨¦dico del equipo y ellos s¨®lo obedec¨ªan ¨®rdenes. Ingenuos. Inmediatamente, la maquinaria legal de Saiz se puso en marcha. Los corredores recibieron llamadas conminatorias, de elevado tono, en las que se les recomendaba que tomaran como abogado a Carlos Bueren, que s¨®lo ¨¦l, precisamente el abogado de Saiz, podr¨ªa llevar sus casos. Y que, por su bien, m¨¢s les valdr¨ªa seguir el consejo.
La raz¨®n es sencilla, seg¨²n las fuentes consultadas. Una de las formas que tendr¨ªa la Guardia Civil de probar el presunto delito contra la salud cometido por Saiz, director que, seg¨²n las pruebas exhibidas, organiz¨® a medias con Fuentes, m¨¦dico imputado por el mismo delito, la preparaci¨®n m¨¦dica de sus corredores, ser¨ªa la de presentar alg¨²n caso en los que los tratamientos propuestos por Fuentes hubieran puesto en peligro la vida de alg¨²n corredor. La Guardia Civil, por ejemplo, estaba muy interesada en que Marcos Serrano les contara el ataque que le condujo a la Unidad de Vigilancia Intensiva de un hospital italiano el pasado Giro. Ser¨¢ dif¨ªcil que lo logren. Los corredores, una vez m¨¢s, sacrificar¨¢n sus derechos individuales en aras de la salud penal de su director, que podr¨¢ presentar, as¨ª, ante los tribunales -si es convocado- una defensa cerrada y en bloque, sin fisuras.
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