V¨ªctor Erice y Abbas Kiarostami contin¨²an su singular cruce de cartas filmadas
Los dos cineastas participan en un encuentro con j¨®venes directores en La Casa Encendida
Diez pel¨ªculas de cuatro minutos cada una, realizadas por 10 j¨®venes aspirantes a cineastas, sirvieron ayer a V¨ªctor Erice y Abbas Kiarostami para hablar y discutir del sentido de hacer cine. Durante m¨¢s de cuatro horas, el director espa?ol y el iran¨ª expusieron de manera cr¨ªtica sus reservas y sus sugerencias a los trabajos que ve¨ªan. El encuentro abr¨ªa las jornadas que La Casa Encendida, en Madrid, dedica a la exposici¨®n Erice-Kiarostami. Correspondencias, que hoy se inaugura y que incluye (y ampl¨ªa) el singular intercambio de cartas filmadas que mantienen los dos cineastas.
Una retrospectiva de sus pel¨ªculas (que se proyectar¨¢n cada viernes hasta septiembre); una mesa redonda (ma?ana) junto a los comisarios de la exposici¨®n, Alain Bergala y Jordi Ball¨®, y el encuentro de ayer forman parte de las actividades programadas por La Casa Encendida (www.lacasaencendida.com) alrededor de la exposici¨®n Erice-Kiarostami. Correspondencias. Despu¨¦s de pasar por el CCCB de Barcelona y antes de llegar al Centro Pompidou de Par¨ªs, el proyecto permanecer¨¢ en Madrid hasta el 24 de septiembre para mostrar la mirada de dos cineastas fundamentales.
Ayer, una nueva carta de Erice a Kiarostami cerr¨® la primera jornada. En ella, un pastor segoviano contempla la carta anterior, de Kiarostami desde Teher¨¢n, y, mirando las im¨¢genes en un iPod bajo un ¨¢rbol, hace su "cr¨ªtica exigente" a lo que ve.
"Nosotros somos lo contrario a cineastas elitistas, pero tal y como est¨¢ desarrollado el negocio cinematogr¨¢fico, nos hacen ser cineastas solitarios", se?al¨® Erice ante el p¨²blico que asisti¨® al taller-encuentro. "Yo aprend¨ª cine en una escuela en la que no ten¨ªamos siquiera una c¨¢mara y donde todo pasaba en una pizarra. No tengo nostalgia de aquello, pero s¨ª creo que fue importante aprender a relatar sin tener nada".
Exigencia
Los trabajos de 10 j¨®venes fueron la excusa para hablar del cine, como profesi¨®n y como experiencia vital. Cincuenta personas (el aforo completo de la sala de proyecciones de La Casa Encendida) asistieron a un intercambio apasionado, aunque a veces result¨® duro para los aspirantes. "Soy muy exigente con los que viv¨ªs en esta parte de mundo", dijo Kiarostami. "Espero mucho m¨¢s de vosotros, viv¨ªs en libertad y no conoc¨¦is la censura, que a nosotros nos ha destrozado. As¨ª que no ten¨¦is excusas".
La soledad de una isla, el diario de una futura madre, el terror al parto, una historia de ciencia-ficci¨®n, un proyecto fotogr¨¢fico y documental en el Estrecho, un milagro en blanco y negro o dos ni?os jugando frente a un muro fueron algunos temas de las pel¨ªculas propuestas. "No espero ver un largo bueno, como tampoco espero ver un corto malo", sentenci¨® Kiarostami ante unos trabajos que tach¨® de "perezosos y poco trabajados". "Y no hablo de t¨¦cnica; hablo del trabajo con la ¨²nica m¨¢quina que me interesa: el cerebro".
Erice, m¨¢s conciliador ("un haiku perfecto es mucho m¨¢s complejo que una novela perfecta"), insisti¨® en la necesidad de buscar un interlocutor. "Joseph Conrad dec¨ªa que el escritor siempre habla con un interlocutor secreto que lleva dentro. Al director de cine le tiene que pasar lo mismo. El cine, lo dec¨ªa Renoir, debe tender un puente a los dem¨¢s. Y eso no significa buscar a toda costa a los espectadores, sino buscar a un interlocutor al que hacer part¨ªcipe". Para Erice, hoy vivimos una "fractura social" que no es un problema del artista, sino de la falta de educaci¨®n: "La fatiga de nuestra cultura se ve en el exceso de subjetividad, en el estado de ensimismamiento de los testimonios. Un ensimismamiento que nos aparta de las historias y nos muestra el encierro en el que vive nuestra cultura. Si hay algo que me gusta del cine de Abbas es su vitalidad, la idea de comunidad que hay en ¨¦l. La verdad es que no hay nada m¨¢s solitario que un cineasta occidental".
"A m¨ª no me importa que me critiquen. Creo que hemos venido a eso", se?al¨® Raquel G¨®mez, estudiante de cine en Madrid y EE UU, y directora de 30 de junio. "Bueno, ha estado bien, aunque a veces parec¨ªamos los sufridores del Un, dos, tres. Pero ha sido interesante", a?adi¨® C¨¦sar Velasco, director de la historia de ciencia-ficci¨®n titulada Kinki hoodoo Voodoo. Javier Haba defendi¨® su trabajo en Auryn. "Pueden decirme lo que sea pero no que no he trabajado. Adelgac¨¦ tres kilos por rodar la pel¨ªcula e hice lo imposible para tenerla lista en tres semanas. Supongo que me sali¨® mal y no he conseguido lo que quer¨ªa".
"Cuanto m¨¢s sencilla es una pel¨ªcula, m¨¢s elaboraci¨®n requiere. Hay miles de historias sencillas adecuadas para cuatro minutos. Pero hay que pensar mucho las cosas antes de darlas por buenas", a?adi¨® Kiarostami. "Hacer cine requiere una paciencia dif¨ªcil de encontrar", concluy¨® Erice; "es, de todos los lenguajes art¨ªsticos, el m¨¢s misterioso".
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