"Saqu¨¦ a una ni?a de ocho a?os, pero ya estaba muerta"
V¨ªctimas y testigos relatan el accidente y c¨®mo salieron de los vagones entre cad¨¢veres
Con magulladuras por todo el cuerpo, el brazo roto, la ropa hecha jirones y la piel abrasada y despellejada en varias zonas, Jos¨¦ Antonio Mu?oz P¨¦rez sali¨® del Hospital General de Valencia acompa?ado por sus familiares. "Creo que tengo a¨²n carne de la gente aqu¨ª", dec¨ªa, destrozado, toc¨¢ndose la nuca. ?l iba en el primer vag¨®n, el de la mayor tragedia, el que acab¨® "tumbado del todo" y fue "desliz¨¢ndose" por el t¨²nel hasta casi llegar a la estaci¨®n de Jes¨²s.
Este soldador de unos 60 a?os realiza el mismo trayecto todos los d¨ªas para ir a trabajar. En su opini¨®n, el tren de ayer "iba muy fuerte, a mucha velocidad", cuando tom¨® la curva hacia la estaci¨®n de Jes¨²s. Lo dijo con expresi¨®n sombr¨ªa, apenada, sin aparente rabia. No se pod¨ªa quitar de la cabeza la visi¨®n de cuerpos desmembrados y "de una ni?a muy malita". Mu?oz P¨¦rez viajaba s¨®lo, pero ayer se fij¨® en que a su lado hab¨ªa una "chiquilla", que ya no volvi¨® a ver m¨¢s. "El vag¨®n iba lleno cuando se sali¨® del carril. Los bomberos entraron por arriba y rompieron las ventanas", musitaba con la mirada perdida. "Vi muertos en el tren y trozos de carne en mis zapatos", coment¨®. No vio fuego, pero s¨ª mucho humo. "No volver¨¦ a montar en un metro en mi vida", concluy¨®.
"Rompimos algunas ventanas, salimos corriendo y fuimos a pedir ayuda"
"Una madre desconsolada gritaba el nombre de su hijo, sin recibir respuesta"
"Hab¨ªa muertos, heridos y mutilados en el and¨¦n, en las v¨ªas y dentro del metro"
"O¨ª una explosi¨®n y chispazos. Era como si hubiera habido un cortocircuito. Sal¨ªan llamas de los vagones. Pude entrar y auxiliar a unas 20 personas. Estaba lleno de heridos y muertos por todas partes. Saqu¨¦ a una ni?a de ocho a?os, pero ya estaba muerta", relataba ayer entre sollozos
Alfonso Correas. ?l iba en el tren que circulaba en sentido contrario al accidentado y que se par¨® a su altura. Alfonso baj¨® para ayudar. "Era una situaci¨®n dantesca. Hab¨ªa sangre por todos lados y partes de algunos cuerpos esparcidos por el suelo: la gente gritaba. Recuerdo a una madre desconsolada, gritando el nombre de su hijo, sin recibir ninguna respuesta", recordaba compungido, a escasos metros del lugar del siniestro. Calcula que en el metro deb¨ªan viajar unas 300 personas.
En el Hospital General atendieron a Dolores Chinchilla, de 79 a?os. Ha tenido suerte. Dos horas despu¨¦s del accidente sal¨ªa por su propio pie del centro sanitario. "El vag¨®n volc¨® y de repente se qued¨® todo oscuro. Yo sal¨ª sola y tambi¨¦n me sacaron de all¨ª unos chicos j¨®venes. A un chico le dije que llamara a mis hijos. La polic¨ªa rompi¨® el cristal de las ventanas", coment¨® la mujer, a la que acompa?aban tambi¨¦n sus familiares a la salida del hospital.
El veintea?ero V¨ªctor se iba a su casa a comer en el tren siniestrado. "Est¨¢bamos muy cerca de la estaci¨®n cuando sucedi¨®. No parec¨ªa que el tren fuera muy r¨¢pido. Otros viajeros y yo rompimos algunas ventanas, salimos corriendo y fuimos a pedir ayuda a la estaci¨®n. Bajaron, abrieron las puertas del metro y salieron los otros".
El vag¨®n en el que iba Sonia no descarril¨®. "Un chico rompi¨® la puerta de mi vag¨®n. Yo estaba muy asustada". Mareada dec¨ªa estar tambi¨¦n la joven Sandra, cuando sal¨ªa del hospital con la pierna vendada. Lo ¨²nico que a?adi¨®, mientras se apoyaba en los hombros de su acompa?ante, era que el "metro iba muy veloz". Pidi¨® sobre todo que lo dejaran en paz.
Tambi¨¦n evit¨® a los periodistas un m¨¦dico que lleg¨® al Hospital Peset de Valencia empapado de sangre. ?l viajaba en uno de los vagones siniestrados y sali¨® indemne. Seg¨²n varios de sus colegas, no par¨® de atender heridos en el mismo lugar del accidente.
Mar¨ªa Cand¨ªa viajaba tambi¨¦n en el tren que hac¨ªa el trayecto en sentido contrario: "Han parado el tren y hemos podido ver c¨®mo una nube de humo cubr¨ªa el metro que hab¨ªa descarrilado. El humo sal¨ªa de la v¨ªa y la gente estaba rompiendo las ventanas porque se hab¨ªan quedado atrapadas dentro. Me ha cogido un ataque de ansiedad y me he desmayado".
Un trabajador de la Unidad de Suport Vital B¨¤sic de la Ag¨¨ncia Valenciana de Salut realiz¨® tareas de rescate en el t¨²nel. No quiso dar su nombre, pero relat¨® su experiencia: "El tren estaba a cuatro metros de la estaci¨®n. All¨ª hab¨ªa ni?os, ancianos y gente de todo tipo y por todas partes; en el and¨¦n, en las v¨ªas y dentro del metro. Heridos, muertos y mutilados. Entre las dos unidades que hemos acudido (unas ocho o 10 personas) los primeros hemos conseguido sacar a unas 15 personas. La polic¨ªa, los bomberos, y nosotros hicimos una cadena humana para sacar a los heridos m¨¢s graves".
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