Busquemos al tonto
La segunda fase de la llamada Operaci¨®n Malaya est¨¢ finalizando. El resultado de esta ofensiva judicial contra la corrupci¨®n pol¨ªtica urban¨ªstica en la Costa del Sol est¨¢ concluyendo con m¨¢s de 30 detenidos y, entre ellos, las dos terceras partes del Ayuntamiento marbell¨ª y m¨¢s de 13 empresarios dedicados a la construcci¨®n. Adem¨¢s, como resultado de las ¨²ltimas investigaciones, se anuncia una tercera fase.
La Administraci¨®n de Justicia est¨¢ trabajando a destajo. Tras muchos a?os de silencios se intenta acabar con esta corrupci¨®n pol¨ªtica urban¨ªstica. Es un signo alentador. M¨¢s en unos tiempos en lo que la especulaci¨®n urban¨ªstica y el tipo de delitos que se est¨¢n instruyendo no son exclusivos de la ciudad de Marbella. En otros ayuntamientos y en otras ciudades tambi¨¦n se investiga a pol¨ªticos y a promotores inmobiliarios por hechos similares. Son actuaciones judiciales que rompen con la impunidad que se sab¨ªa exist¨ªa en Marbella; ahora el ejemplo es el contrario. Un ejemplo que se va extendiendo y puede ayudar a poner coto a tantos desmanes urban¨ªsticos.
Es un horizonte en el que no tienen cabida ni se entiende, a pesar de las matizaciones dadas, las declaraciones del presidente de la Federaci¨®n Andaluza de Urbanizadores y Turismo Residencial por las que responsabiliza exclusivamente a pol¨ªticos de los delitos que se investigan, al tiempo que exime de toda responsabilidad a los empresarios afectados por la investigaci¨®n a los que considera v¨ªctimas de los delitos que pudieran haberse cometido.
Es verdad que todos los imputados y, entre ellos los empresarios, est¨¢n bajo el paraguas de la presunci¨®n de inocencia aunque a estas alturas de la instrucci¨®n, dadas las imputaciones de delitos que se contienen en las resoluciones judiciales motivadas que han determinado su ingreso en prisi¨®n o las fianzas prestadas para evitarla, algo menos.
Sin embargo, esta presunci¨®n legal no puede llevarse al absurdo que hace el presidente de esta federaci¨®n. Es contra toda raz¨®n que se convierta en delincuentes a los pol¨ªticos, por el hecho de serlo y, en cambio, se convierta en v¨ªctimas a los empresarios, por su condici¨®n de empresarios y les considere sujetos pasivos de una extorsi¨®n.
Son declaraciones que, adem¨¢s de servir para hacer el rid¨ªculo, no se sostienen en pie en un Estado de Derecho que cuenta con los mecanismos de defensa necesarios para no sufrir consecuencias de esta naturaleza. Menos en este caso. El potencial social y econ¨®mico de los empresarios imputados -algunos han acudido a la llamada judicial hasta con cuatro abogados- sin duda les bastar¨ªan para defenderse de cualquier clase de extorsi¨®n.
No se trata de andar reflexionando sobre hechos, cuya prueba y calificaci¨®n final, corresponde a los tribunales. S¨ª, en cambio, destacar que declaraciones como las que ha hecho este presidente, y que deber¨ªa rectificar con toda rotundidad, pueden servir a algunos para entender lo contrario de lo que est¨¢ consiguiendo la Operaci¨®n Malaya, esto es que no se toleran los casos de corrupci¨®n.
Tal vez, quiero pensar, que el empresariado se defiende mejor cerrando filas a favor de aquellos que obtienen sus beneficios conforme, dentro y con las reglas del sistema econ¨®mico, por lo que declaraciones como las que nos ha regalado este presidente no ayudan en nada. Es m¨¢s, de seguir por este camino algunos van a terminar por re¨ªr las gracias que se atribuyen al llamado cerebro Roca. Dicen que, hace algunos a?os, su primera lecci¨®n empresarial fue la siguiente: "Cada d¨ªa se levanta un tonto al que se le puede robar el solar. Encontremos a ese tonto". Una b¨²squeda que no es a la que se dedica el empresariado espa?ol y andaluz en general y, por tanto, no necesita de estos defensores que, con sus manifestaciones, en lugar de defenderles lo que hace es meterles a todos en el mismo saco.
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