El misterio de Ballack
La estrella no ha brillado, empieza a granjearse fama de jugador falto de car¨¢cter y perdedor y expresa la indefinici¨®n de la selecci¨®n alemana
Con el rostro desencajado y los ojos llorosos, el capit¨¢n de la selecci¨®n de Alemania, Michael Ballack (Chemnitz, 1976), asumi¨® que no era inmerecido que Italia les eliminara de su Mundial. "La clave ha estado en el pase de Pirlo, es lo ¨²nico que no hemos podido parar", explic¨® antes de dar por concluida su comparecencia ante la prensa. Sencillamente, fue incapaz de articular palabra. Impresionaba ver a un tipo grande (1,89 metros) y fuerte (80 kilos) tan hundido, pero es lo que tiene perder el tren a Berl¨ªn. Hace cuatro a?os, dos minutos despu¨¦s de ver una tarjeta amarilla, marc¨® el gol que permiti¨® a Alemania disputar la final contra Brasil en el Mundial de Jap¨®n y Corea. ?l, por culpa de esa tarjeta, la vio en la grada. No se sabe si el domingo estar¨¢ en el Ol¨ªmpico de Berl¨ªn, ver¨¢ el partido desde su casa de M¨²nich o, en tanto que jugador del Chelsea, estar¨¢ ya camino de Londres, donde vivir¨¢ con Simone, su esposa, y sus tres hijos (Louis, Emilio y Jordi), pero lo cierto es que para que Alemania hubiera jugado la final, Ballack ten¨ªa que haber dicho algo m¨¢s.
Frente a las cr¨ªticas, dice: "Yo, simplemente, asumo mi responsabilidad en el campo"
"Cuando ¨¦l juega, el resto lo hace autom¨¢ticamente mejor", asegura Klinsmann
Tradicionalmente criticado por su falta de car¨¢cter, que algunos atribuyen a su origen -se form¨® en la antigua RDA-, Ballack siempre ha defendido el sistema formativo del extinto pa¨ªs: "No s¨®lo jugaba a f¨²tbol sino que nos ejercit¨¢bamos en varias disciplinas. Por ejemplo, yo practicaba nataci¨®n, atletismo, boxeo...". Adem¨¢s, advierte que cuando encarril¨® su vida en el f¨²tbol "nunca tuve que escoger entre estudiar o jugar". Mientras viv¨ªa al otro lado del muro, sencillamente, los planes de estudios estaban amoldados y ten¨ªa tiempo para todo. ?Y su falta de car¨¢cter? Responde que proviene de cuando fich¨® por el Bayern M¨²nich: "La gente deb¨ªa estar acostumbrada a los gritos de Effenberg. Yo, simplemente, asumo mi responsabilidad en el campo".
J¨¹rgen Klinsmann ha defendido abiertamente a su capit¨¢n -"cuando ¨¦l juega, el resto lo hace autom¨¢ticamente mejor", dijo- y la afici¨®n, que le reconoce un pobre rendimiento, le destaca al fin por su capacidad de sacrificio, algo por lo que siempre le hab¨ªa criticado. En cualquier caso, los n¨²meros de Ballack en el Mundial que jugaba en casa son m¨¢s bien pobres: no ha marcado ni un solo gol en los seis encuentros que ha jugado, aunque fue considerado como el m¨¢s valioso del partido contra Argentina, ha dado una asistencia -a Klose contra Ecuador-, y ha participado en el inicio de las jugadas de otros dos goles. Adem¨¢s, no se puede quejar de la posici¨®n en la que ha sido alineado; es la suya, o por lo menos la que m¨¢s le gusta. "No soy un 10. Prefiero salir desde atr¨¢s, por el centro", proclam¨® siempre Ballack, que ha dado a menudo la sensaci¨®n de ser excesivamente pesado para jugar en un puesto de tanta responsabildiad. Especialmente contra Italia, en muchas acciones de contragolpe se le ech¨® de menos acompa?ando la llegada al ¨¢rea.
Ballack, que el a?o 2002 qued¨® segundo en todas las competiciones en las que particip¨® (Bundesliga y Copa de Europa con el Bayer Leverkusen), empieza a granjearse fama de perdedor. En agosto le espera, en cualquier caso, Jos¨¦ Mourinho, que se las da de ganador y que tiene claro que con ¨¦l su equipo ser¨¢ imbatible en Europa, pues no adivina siquiera un s¨®lo problema a la hora de alinearle junto a Lampard en el mismo equipo. "Pueden jugar juntos perfectamente", ha dicho el t¨¦cnico portugu¨¦s. "Lo malo es juntar malos jugadores. Tener juntos a buenos jugadores no es un problema y Ballack es como una diva que recorre el campo. Lo tiene todo bajo control". Lo ha dicho Mourinho.
?nicamente falta que Ballack confirme las palabras despu¨¦s de una Copa del Mundo en la que ha expresado de alguna manera la indefinici¨®n de Alemania, una selecci¨®n menos poderosa que antes y tambi¨¦n m¨¢s l¨²dica. Alemania acab¨® agotada frente a Italia despu¨¦s de desfondarse ante Argentina, una sensaci¨®n extra?a en un equipo que siempre se distingui¨® por su capacidad de ir y volver en el partido. El misterio de Alemania est¨¢ precisamente en el mismo Ballack.
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