Hilari Salvad¨®, una plaza tomada
La indigencia cr¨®nica de este rinc¨®n de la Barceloneta termin¨® en tragedia
"Todos llevamos un asesino dentro", advierte Alberto, un sin techo que vive en la plaza de Hilari Salvad¨®, en la Barceloneta, donde una indigente apu?al¨® a un barrendero hace una semana.
Sin embargo, la violencia con que La Manoli atac¨® al hombre de la limpieza no es la regla en esta zona, en la que barceloneses que en su mayor¨ªa superan los 65 a?os conviven con inmigrantes y con cientos de turistas que buscan estar cerca de la playa. Hasta esa tr¨¢gica tarde, los desmanes de los sin techo se limitaban a invadir la plaza con colchones en verano y a quemar papeleras en invierno.
"Desde hace tres a?os ven¨ªamos denunciando este problema", asegura Manel Moscat, presidente de la Asociaci¨®n de Vecinos de la Barceloneta. Ahora, en su opini¨®n, el asesinato del barrendero ha creado una "psicosis" entre los padres de familia, que ya no quieren llevar a sus hijos a la plaza.
Este espacio rectangular ha sido siempre un feudo franco para los indigentes. La proximidad de la Obra Social de Santa Llu?sa de Marillac, que alberga un centro de estancia y un comedor social, hace que permanezcan en los alrededores. "La figura de sor Genoveva atrajo a muchos", dice Montserrat, cofundadora del Proyecto Sostre, que tambi¨¦n acoge a los trashumantes.
Genoveva Massip, hija de la Caridad de San Vicente de Pa¨²l, es un icono de la filantrop¨ªa local. En 1980 solicit¨® dos plantas de la finca de su comunidad en la calle de Sant Carles y mont¨® una residencia para varones sin techo. Su proyecto dispone hoy de 34 plazas temporales. De all¨ª echaron a Alberto, cuenta el vagabundo, por beber. "Me qued¨¦ [en la plaza] porque no s¨¦ ad¨®nde ir", cuenta este ex administrativo de Badalona. Lo escucha Juan, un sevillano que era camionero y que ahora comparte banca y botella con ¨¦l. La charla atrae a Jaume, un hombre con muletas que se marcha tras enterarse de que nadie lo invitar¨¢ a comer. Los indigentes de la plaza "son de toda la vida. A Alberto, por ejemplo, lo queremos todos", comenta Patricia Ortega, que sirve las mesas en el bar Absenta.
Ciutat Vella y el Eixample son los distritos donde se concentra la mayor parte de los sin techo, pero la Barceloneta se resiste a ser visto como polo de indigencia. Hasta el concejal de Bienestar Social del Ayuntamiento, Ricard Gom¨¤, insiste en que el homicidio de La Manoli es un hecho aislado, un crimen que pudo haber ocurrido en otro barrio.
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